Joseph Beuys, ?fraude o clave del arte actual?
Las cr¨ªticas a la obra del artista alem¨¢n desatan una pol¨¦mica sobre la vigencia de la creaci¨®n contempor¨¢nea
Por fin una voz se ha atrevido a criticar a uno de los intocables del arte contempor¨¢neo. El pasado 30 de marzo, Antonio Mu?oz Molina se ocup¨® de la exposici¨®n de Joseph Beuys en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sof¨ªa, en su art¨ªculo semanal que escribe para EL PA?S. Bajo el t¨ªtulo de Descr¨¦dito del gur¨², el escritor describ¨ªa la impresi¨®n de estar ante un "fraude" del arte contempor¨¢neo, al contemplar la muestra dedicada al, que es considerado por muchos uno de los artistas m¨¢s importantes de los ¨²ltimos 30 a?os. La opini¨®n de Mu?oz Molina ha removido el mundo del arte espa?ol y suscita reacciones encontradas. Una brecha se abre en el monol¨ªtico mundo de la apreciaci¨®n del arte contempor¨¢neo.
Para Mu?oz Molina, "Beuys, igual que Dal¨ª, es al mismo tiempo una encarnaci¨®n y una parodia, la consecuencia ¨²ltima de la adoraci¨®n embobada por todas las extravagancias del genio, la parodia terminal de todos los atrevimientos y las negaciones y los juegos de manos de las vanguardias".En su cr¨ªtica a Beuys, el escritor planteaba tambi¨¦n sus dudas sobre una parte importante del arte contempor¨¢neo. Citaba en este art¨ªculo al fil¨®sofo Jos¨¦ Antonio Marina, que, en una entrevista publicada en este mismo peri¨®dico (EL PA?S, 28 de marzo de 1994), consideraba que "gran parte del arte de este siglo es una broma", y comentaba: "El arte contempor¨¢neo es muy divertido, pero creo que, como cualquier chiste o persona chistosa, acaba cansando".
Divorcios
No todo el mundo piensa igual. Ocho especialistas en arte contempor¨¢neo consultados por este peri¨®dico el mes pasado consideraban que Beuys era uno de los artistas "imprescindibles" de este ut¨®pico museo. Josep Beuys (Krefeld, 1921 - D¨¹sseldorf, 1986) tiene, y eso seguramente le gustar¨ªa, la cualidad de despertar pol¨¦micas, y tambi¨¦n la desat¨® cuando, entre diciembre de 1993 y febrero de 1994, se present¨® en Barcelona la exposici¨®n documental Operaci¨®n Difesa della Natura, en la que se mostraban de forma muse¨ªstica objetos, vestigios y documentos de algunas de las acciones que realiz¨® Beuys en Italia.
?Empieza a ponerse en duda el arte contempor¨¢neo? "Esto no es nuevo, es la ¨²ltima corriente", comenta la historiadora del arte Lourdes Cirlot, profesora de las asignaturas de ?ltimas tendencias y Arte del siglo XX en la Universidad de Barcelona. "Las cr¨ªticas contra el arte contempor¨¢neo son cada vez m¨¢s frecuentes. Se ha subrayado que es un arte fr¨ªvolo, banal, que tiene un car¨¢cter artificial y que ha perdido su universalidad. Ha habido muchas personas, en Francia, Gran Breta?a y Estados Unidos, que se han alzado en contra de este arte, y precisamente para debatir estas cuestiones se celebr¨®, entre el oto?o de 1992 y el invierno de 1993, un ciclo de conferencias con el t¨ªtulo L'art contemporain en question, en la Gallerie National du Jeu de Pomme de Par¨ªs."
Cirlot reconoce que hay un divorcio cada vez m¨¢s acusado entre el arte y el p¨²blico, y que cada vez se necesita un mayor bagaje intelectual para acceder al mundo del arte contempor¨¢neo, pero esto pasa ahora en muchos ¨¢mbitos de la vida, y, desde luego, "tambi¨¦n se necesita mucha preparaci¨®n para entender un cuadro de Botticelli o Las meninas de Vel¨¢zquez". "Una cosa es que las cosas sean dif¨ªciles y otra que se les niegue su existencia; lo que hay que hacer es explicarlas, hacerlas accesibles y despu¨¦s que cada uno act¨²e en consecuencia", asegura. La Universidad de Barcelona, precisamente, organizar¨¢ el pr¨®ximo curso unas jornadas sobre estos temas.
El Museo Picasso de Barcelona tambi¨¦n organizar¨¢, en oto?o de este a?o, un debate sobre las vanguardias art¨ªsticas, en el que desarrollar¨¢ esta pol¨¦mica. El coordinador de las mismas, el escritor F¨¦lix de Az¨²a, considera in¨²til la actual discusi¨®n sobre lo que es y lo que no es vanguardia, ya que este t¨¦rmino est¨¢, a su juicio, "infectado de moralidad" "El artista de vanguardia ser¨ªa aquel moralmente aceptable, porque es progresista, frente al artista que no es de vanguardia y que representa a la reacci¨®n", asegura. Esta versi¨®n ha dominado, en su opini¨®n, la cr¨ªtica y han sido las instituciones, y los "mandarines", los que, "ante una imperiosa necesidad de justificaci¨®n", lo han mantenido. "Que las cosas est¨¢n cambiando lo muestra el hecho de que ya ¨²nicamente el Estado financia a los artistas llamados de vanguardia". Para Az¨²a hay s¨ªntomas de que se est¨¢ "saliendo del t¨²nel" y el p¨²blico empieza ya en algunos ¨¢mbitos, como la m¨²sica, "a elegir sin miedo a las autoridades".
En una l¨ªnea parecida est¨¢ el historiador del arte y conservador de la colecci¨®n Thyssen, Tom¨¢s Llorens, antiguo director del Centro de Arte Reina Sof¨ªa: "En el arte contempor¨¢neo ha habido una actitud de militancia que no permit¨ªa una contemplaci¨®n objetiva y desinteresada de la obra. Val¨ªa todo lo que era nuevo por ser nuevo y no se permit¨ªa un juicio est¨¦tico". As¨ª, seg¨²n Llorens, se han colado en la apreciaci¨®n del arte cuestiones que no ten¨ªan relaci¨®n directa con la obra, desde factores nacionalistas -la lucha entre Par¨ªs y Nueva York para mantener u obtener la capitalidad del arte contempor¨¢neo- hasta el s¨ªndrome de conversos de una parte de los cr¨ªticos y artistas espa?oles y alemanes que se sent¨ªan culpables por la falta de sensibilidad hacia el arte contempor¨¢neo de sus antecesores.
Josep Miquel Garc¨ªa, director del Centro de Arte Santa M¨®nica de Barcelona -en donde se present¨® la exposici¨®n Operaci¨®n Difesa della Natura-, y Daniel Giralt-Miracle, director del Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona, achacan las cr¨ªticas a la falta de comprensi¨®n de la obra de Beuys. "Beuys refleja el poco conocimiento del arte contempor¨¢neo que tenemos en Espa?a", dice Garc¨ªa, para quien estas cr¨ªticas son s¨ªmbolo de "incultura". "La obra de Beuys es una ideolog¨ªa y no se puede interpretar de la misma manera que se est¨¢ ante un cuadro", a?ade. Garc¨ªa, al igual que Corral, considera que no se puede comparar a Beuys con Duchamp. Giralt-Miracle, sin embargo, considera que "lo que hace Beuys es fundamentalmente llevar hasta las ¨²ltimas consecuencias la idea de Duchamp". Para entender la obra del artista alem¨¢n, en su opini¨®n, hay que entender antes su c¨®digo, y, si esto no se hace, es imposible hacer una lectura correcta de su trabajo.
La inc¨®gnita
Antonio L¨®pez, pintor que practica una obra muy alejada de su est¨¦tica, considera que "no hay juicios definitivos en el arte contempor¨¢neo". "El que duda seguir¨¢ dudando. La inc¨®gnita seguir¨¢. Dentro de 50 a?os quiz¨¢ se podr¨¢ valorar mejor. La opini¨®n de Mu?oz Molina es la opini¨®n de una persona sensible y cultivada y tiene todo el derecho a decirla. Es interesante porque no es la opini¨®n de un pintor. La pintura no se hace s¨®lo para los pintores y galeristas, sino para todo el mundo. El arte actual es muy complejo y y no hay reglamentaci¨®n para juzgarlo. Eso tiene algo bueno, que es la libertad para crear; y algo menos bueno, y es que nada se puede probar. Hay que tener paciencia y nosotros ya no estaremos para cuando se pueda decir qui¨¦nes son los artistas indiscutibles de nuestro tiempo".
Por su parte, Margarita de Lucas, que fue comisaria en la exposici¨®n Beuys vor Beuys en 1989, afirma que "a Beuys hay que entenderlo desde la complejidad que genera su desbordante y generoso talento creador". Y a?ade: "Ni gur¨², ni cham¨¢n, Beuys fue un artista con conciencia moral. El signo + fue su divisa, la uni¨®n de los hombres y las civilizaciones su utop¨ªa. Arte Capital, Creatividad-Hombre. La lectura reduccionista y superficial que hace de la exposici¨®n en Madrid Antonio Mu?oz Molina es tan pobre, que extra?a en un intelectual".
Rev¨¦s y derecho
"Hay miles de profesionales en todo el mundo que viven de esto", afirma Tom¨¢s Llorens, ex director del Reina Sof¨ªa, que acepta en parte la tesis de Mu?oz Molina. "En el caso de Joseph Beuys ha habido una inflaci¨®n de su prestigio y del valor de su obra. Nunca me ha parecido que tuviera la calidad que se le otorga. Es una operaci¨®n de comunicaci¨®n, proyectada por el propio Beuys, que fue un hombre con una gran capacidad de proyecci¨®n en los medios de comunicaci¨®n", dice. Respecto a la valoraci¨®n de una parte del arte contempor¨¢neo como "una broma", Llorens tambi¨¦n se muestra en parte de acuerdo: "Es cierto que la vanguardia situ¨® la creaci¨®n art¨ªstica fuera denivel de la obra misma. El discurso de la obra fue desplazado por el discurso sobre la obra. Y esto, que caracteriza a Marcel Duchamp, es f¨¦rt¨ªl en un determinado momento porque act¨²a como una rovocaci¨®n, que a principios de siglo era necesaria. La de Duchamp es una propuesta ingeniosa e ir¨®nica, pero agota su capacidad m¨¢s all¨¢ de su oportunidad en un tiempo determinado. Es como una broma, y no se puede mantener como obra. En el caso de Beuys, que comparte la visi¨®n nominalista de Duchamp, su arte no tiene iron¨ªa, lo que hace a¨²n m¨¢s rid¨ªcula su obra". Mar¨ªa Corral, actual directora del Reina Sof¨ªa, opina lo contrario: "Beuys ha sido el artista m¨¢s importante de los ¨²ltimos 30 a?os, y su influencia ha sido tremenda". Considera que su vigencia "es absoluta" y comparte con Lourdes Cirlot que el problema estriba en parte en la ignorancia. Afirma: "Siempre produce pena escuchar hablar con tanta frivolidad de lo que se ignora. No me extra?a en el caso de Mu?oz Molina, porque los escritores por lo general tienen problemas con el arte que no es narrativo o literario. No lo suelen entender y caen en los t¨®picos de manera precipitada. A Beuys le hubiera encantado esta pol¨¦mica porque ¨¦l propiciaba todo lo que fuera discusi¨®n sobre el' arte. Pero ¨¦l ya no est¨¢ aqu¨ª para contestar".
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