Un sector de la guerrilla del "cura" P¨¦rez entrega las armas en Colombia
Alberto Cabezas acarici¨® por ¨²ltima vez su fusil Kalashnikov de fabricaci¨®n sovi¨¦tica y sin nostalgia -"porque me siento alegre de apuntarle a la paz", dijo- lo dispar¨® por ¨²ltima vez, bajo un sol caribe, de 30 grados a la sombra. Al un¨ªsono, otros 329 disparos retumbaron en el polvoriento poblado de Flor del Monte, departamento de Sucre, en el norte de Colombia.
As¨ª fue como al mediod¨ªa del s¨¢bado qued¨® sellada la paz entre el Gobierno de C¨¦sar Gaviria y la Corriente de Renovaci¨®n Socialista (CRS), que en 1989 rompi¨® pol¨ªticamente con ¨¦l Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional, la guerrilla que comanda el ex sacerdote espa?ol Manuel P¨¦rez.
En una emotiva ceremonia a la que concurrieron parientes de los ex guerrilleros y para la que, los 2.000 habitantes de Flor del Monte, lucieron sus mejores vestidos, los militantes de la CRS entregaron los fusiles al encargado de negocios de Holanda, valedor del proceso. "Las armas que sirvan para fundir, se derretir¨¢n y haremos campanas para los templos cat¨®licos. Las otras, las lanzaremos al mar", coment¨® Cabezas.
Hasta que lleg¨® el ministro de Gobernaci¨®n, Fabio Villegas, quien firm¨® el acta, los negociadores de la CRS y el consejero presidencial, Carlos Eduardo Jaramillo, forcejearon sobre los ocho puntos del acuerdo.
Aunque los ex guerilleros fracasaron en algunas de sus demandas, s¨ª lograron que los cr¨¦ditos y subvenciones para los programas de reinserci¨®n no se asignen individualmente sino a cooperativas y que el Gobierno constituya comisiones de vigilancia de los derechos humanos.
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