Un secuestrador libera a un taxista al no creerle la familia de la v¨ªctima

Un secuestrador liber¨® ayer a un taxista tras comprobar que su familia se negaba a creer lo sucedido. El agresor, que retuvo durante seis horas a la v¨ªctima, pidi¨® por tel¨¦fono un rescate de tres millones de pesetas al padre del conductor. La incredulidad paterna desbarat¨® sus planes, seg¨²n inform¨® la Jefatura Superior de Polic¨ªa. El taxista, de 31 a?os, fue descubierto a las 10.30 en el aparcamiento del centro comercial Gran V¨ªa-Hortaleza, encerrado en el maletero de su Volkswagen Jetta. Sus patadas hab¨ªan alertado a una pareja. Durante el secuestro permaneci¨® esposado y encapuchado.

El taxista, cuyo nombre de pila es Luis, conduc¨ªa el taxi por el barrio de Hortaleza. Eran las cuatro de la madrugada. Un hombre par¨¦ el veh¨ªculo. Pidi¨® que le llevase a la localidad de Pelayos de la Presa, en el extremo suroeste de la Comunidad. La bandera baj¨®.Durante el trayecto, el cliente cambi¨® su destino. Esta vez quer¨ªa que el conductor le llevase hasta El Tiemblo (?vila). El taxista, que desconfiaba de su pasajero, se neg¨® a variar el destino. Estall¨® la discusi¨®n.

El cliente sac¨® una pistola. Le conmin¨¦ a que detuviera el veh¨ªculo. Acto seguido, seg¨²n la versi¨®n policial, le espos¨® las manos por la espalda con unos grilletes, le tumb¨® en el asiento de atr¨¢s y le tap¨® la cara con una capucha.

Horas m¨¢s tarde, al amanecer, le exigi¨® al taxista el n¨²mero de tel¨¦fono de su padre y de otros familiares. Una vez los obtuvo, par¨¦ en un lugar indeterminado de Madrid para amordazar a Luis con una tira de papel engomado y encerrarle en el maletero del veh¨ªculo.

As¨ª inmovilizado, el secuestrador llam¨® al padre de la v¨ªctima. El rescate ascend¨ªa a tres millones de pesetas.

Seg¨²n la reconstrucci¨®n de la Jefatura Superior de Polic¨ªa, el amenazante relato choc¨® contra el muro de la incredulidad paterna. No se lo cre¨ªa.

Imagen grabada

El agresor cort¨® la conversaci¨®n y volvi¨® al veh¨ªculo. Pasaron unas dos horas y media al volante. Sobre las diez de la ma?ana, el Volkswagen Jetta blanco entr¨® en el aparcamiento del centro comercial Gran V¨ªa-Hortaleza.

El secuestrador sali¨® y volvi¨® a llamar, seg¨²n pudo saber este peri¨®dico, a la familia. Lo hizo en el mismo centro comercial. Una mujer que acud¨ªa a comprar le vio. Las c¨¢maras del centro grabaron sus pasos. Iba solo.

Media hora despu¨¦s, las patadas del secuestrado contra el maletero alertaron a una pareja, que avis¨® a los servicios de vigilancia. Dos guardas jurados abrieron el maletero. "El hombre estaba muy nervioso", recordaba ayer uno de los vigilantes que estuvieron presentes en su liberaci¨®n. Al salir, el taxista, al que hab¨ªan robado la recaudaci¨®n, cont¨® que el secuestrador, antes de abandonarle, se hab¨ªa hecho pasar por etarra y le hab¨ªa amenazado con matarle si hac¨ªa ruido.

Sobre las doce, el agresor llam¨® a diversos medios de comunicaci¨®n para indicar que en el maletero de un coche del aparcamiento del Pryca de Hortaleza se hallaba un hombre secuestrado. Como prueba de la veracidad de su relato facilit¨® la matr¨ªcula del veh¨ªculo.

Una de las principales pistas de que dispone el Grupo de Secuestros de la Brigada de la Polic¨ªa Judicial de Madrid es la grabaci¨®n efectuada en el centro comercial. Tambi¨¦n se investiga la raz¨®n por la que el secuestrador quiso viajar a El Tiemblo.

El taxista secuestrado declin¨® ayer hablar con este peri¨®dico por encontrase excesivamente cansado.