Begiristain fulmina al Valencia
El Barcelona recupera su f¨²tbol de sal¨®n de la mano de Laudrup
Un perfume ya conocido y comercializado con ¨¦xito, con el sello de un hombre llamado Laudrup que siempre pone un toque de distinci¨®n en todas sus acciones, impregn¨® anoche las gradas del Camp Nou. El Bar?a volvi¨® a embriagar a su afici¨®n y a todos los buenos catadores de f¨²tbol. Sigui¨® aferrado al tren de la Liga y le puso un poco m¨¢s de sal y pimienta al partido que hoy dirimir¨¢n el Deportivo y el Tenerife.Romario hab¨ªa prometido goles y se fue del campo en camilla. Pero all¨ª estaba Txiki Begiristain para marcarlos en sociedad con Laudrup. Ambos dinamitaron el partido en un abrir y cerrar de ojos y dejaron al Valencia con la cl¨¢sica cara de tonto que se le pone a cualquier equipo cuando sale dispuesto a hacer su faena con honestidad y las recibe todas en el mismo carrillo.
Y es que lleg¨® el Valencia al Camp Nou dispuesto a reflejar sobre su alfombra verde la personalidad de su t¨¦cnico, Guus Hiddink. El compatriota de Johan Cruyff, con el finiquito en el bolsillo, intenta convencer al nuevo Consejo de Administraci¨®n del club valencianista de que la soluci¨®n pasa por ¨¦l. Sus argumentos son valientes, pero los resultados muy pobres. Jugarle al Bar?a con tanto descaro le cost¨® anoche muy caro.
La obligada ausencia de Koeman por sanci¨®n resolvi¨® a Cruyff la papeleta de los extranjeros. Lo vio tan claro el t¨¦cnico azulgrana, que incluso se permiti¨® el lujo de dosificar los esfuerzos de Amor para dar entrada a Begiristain, al que siempre tiene en la rec¨¢mara para los partidos de guante blanco. Txiki no fall¨®. Agazapado, en el medio campo, siempre a la sombra de los delanteros, solt¨® dos finos zapatazos, previa asistencia de Laudrup, que electrocutaron al Valencia a la media hora de juego.
Armado desde atr¨¢s, con Guardiola totalmente libre de movimientos y sin que nadie le molestara, el Bar?a recuper¨® el encanto de ese f¨²tbol r¨¢pido, electrizante, producto de los tuyas-m¨ªas de unos jugadores que no est¨¢n hechos para hacer de carteros. Piensan, pisan y pasan, y al final acaban atropellando al contrario si ¨¦ste les da tantas facilidades como el Valencia.
Boby Robson, t¨¦cnico del Oporto, el rival azulgrana en la semifinal de la Copa de Europa, miraba con lupa todas las acciones del colectivo azulgrana. Posiblemente pens¨® que su equipo no se parece ni en pintura al Valencia, que se diluy¨® con su f¨²tbol espeso, y mucho m¨¢s al tener el marcador en contra.
Hiddink tambi¨¦n entendi¨® que hab¨ªa que recomponer l¨ªneas y tras el descanso dej¨® en el vestuario a un colombiano apellidado Aristiz¨¢bal, al que algunos denominan El Escorpi¨®n, que en el f¨²tbol espa?ol parece no tener fuerzas para picar de forma letal. En su lugar sali¨® el joven G¨¢lvez con hambre de bal¨®n. Este cambio, unido a la espectacular salida del terreno de juego de Romario, tras una entrada de Mendieta, descentr¨® un tanto al Bar?a, que encaj¨® el consabido gol de Fernando.
Bast¨® que Cruyff echara mano de hombres de refresco de la talla de Amor y Eusebio para frenar a un rival que se le comenzaba a subir a las barbas. Si a esto se a?ade la circunstancia de la expulsi¨®n de Tom¨¢s por doble amonestaci¨®n, se entender¨¢n las razones por las que Stoichkov dispuso de dos claras ocasiones de gol, producto de un f¨²tbol din¨¢mico, r¨¢pido e imaginativo. El b¨²lgaro no fall¨® en el tercer remate. Y entonces el Camp Nou suspir¨®.
La hinchada cul¨¦ se peg¨® al transistor para conocer el alcance de la lesi¨®n de Romario, que se fue tieso, muy tieso, en camilla sin haber podido cumplir su promesa de marcar ante el Valencia. El brasile?o no tiene una cuenta secreta y es consciente de haber abierto una que se estanc¨® en 27 goles.
A Cruyff no le preocupa. A falta de Romario, ah¨ª est¨¢ Begiristain, y en caso de duda, ah¨ª est¨¢n los goles a bal¨®n parado de Koeman. Pero quiz¨¢ deber¨ªa preocuparle la ausencia para el pr¨®ximo ejercicio de un hombre llamado Michael Laudrup. El dan¨¦s es la aportaci¨®n esencial para que el perfume del Bar?a sea embriagador. Y no est¨¢ para jubilaciones forzosas como la famosa modelo y actriz Isabella Rosellini.
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