"Felipe Gonz¨¢lez es ya una caricatura de gobernante"
A pocas horas de un debate trascendental sobre el estado de la naci¨®n, el n¨²mero dos del PP acusa a Felipe Gonz¨¢lez y al PSOE de propiciar la corrupci¨®n al suprimir los controles de la Administraci¨®n para prevenir comportamientos irregulares.
Ingeniero de Caminos, asturiano, aunque nacido en Madrid hace 46 a?os, empez¨® de ¨²nico concejal de Alianza Popular en Gij¨®n (Asturias) y escal¨® todos los niveles de responsabilidad hasta la secretar¨ªa general de su formaci¨®n pol¨ªtica, renovada en Partido Popular. Est¨¢ casado, con cuatro hijos, pero en tr¨¢mite de separaci¨®n. La entrevista se celebr¨® el jueves, en el despacho que suele ocupar en el Congreso de los Diputados el presidente del Partido Popular, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.
Pregunta. La corrupci¨®n vuelve. ?Por qu¨¦ ahora?
Respuesta. No ha dejado de estar presente desde que el poder socialista, con su hegemon¨ªa parlamentaria, convalid¨® el vale todo y lo puso de manifiesto con el esc¨¢ndalo Rumasa. Intentar ahora distinguir el caso Rold¨¢n o el caso Rubio de Filesa, Juan Guerra o la reprivatizaci¨®n de Rumasa me parece un error. Son manifestaci¨®n del mismo fen¨®meno, del clima de impunidad con que los socialistas han viciado el ambiente pol¨ªtico.
P. Y a ustedes les viene muy bien...
R. Para todos es una p¨¦sima noticia. El ambiente de falta de escr¨²pulos en el ejercicio del gobierno y la sensaci¨®n de que puede ser generalizado da?an el prestigio institucional del sistema y nos afectan a todos. A nosotros nos duele. Y nos preocupa cada vez m¨¢s que lo haya favorecido el estilo de gobierno de Felipe Gonz¨¢lez. Esto es mucho m¨¢s importante que el an¨¢lisis de las consecuencias que indirectamente pueden favorecer al Partido Popular en sus expectativas electorales.
P. ?Tienen la sensaci¨®n de que el Gobierno est¨¢ acorralado y reacciona con dificultad?
R. No quiere reaccionar, hay una clara falta de voluntad pol¨ªtica. Es muy dificil que de los mismos que han generado las causas y favorecido el caldo de cultivo salga ahora el esp¨ªritu de regeneraci¨®n capaz de atajar el problema. El causante del mal no puede ser nunca el que aporta la soluci¨®n, por falta de legitimidad e, incluso, de sinceridad. Gonz¨¢lez primero neg¨® todo y hace menos de un a?o calific¨® de estupideces las acusaciones de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y luego fabric¨® el discurso de la ¨¦tica y el impulso democr¨¢tico. Ahora es consciente de que est¨¢ prisionero de sus actos y no puede liderar la lucha contra la corrupci¨®n.
P. Sin embargo, la Fiscal¨ªa General del Estado y la Agencia Tributaria est¨¢n investigando. Ha habido una reacci¨®n.
R. No tiene credibilidad. ?Por qu¨¦ en el caso de Mariano Rubio s¨ª y en todos los dem¨¢s no? Simplemente ahora conviene, por razones de imagen, aparentar que se impulsan acciones a remolque de la indignaci¨®n p¨²blica. Si se quiere ser activo contra la corrupci¨®n hay que utilizar todos los resortes del poder en todos los casos, esc¨¢ndalos e irregularidades conocidos.
P. Cuando el Partido Popular emplaza al presidente del Gobierno para que asuma su responsabilidad, ?a qu¨¦ se refiere exactamente?
R. Gonz¨¢lez preside un ¨®rgano colegiado de gobierno que toma las decisiones, no es la c¨²spide de un sistema presidencialista cuyas responsabilidades se pueden separar en otro escal¨®n siguiente. Es tan responsable como los dem¨¢s miembros del ¨®rgano colegiado de los actos del Gobierno y de sus conductas. La gran mentira consiste en atribuirse a s¨ª mismo la infalibilidad y separarse de la responsabilidad colegiada para imput¨¢rsela a los ministros. No tiene derecho a pedirles cuentas ante la opini¨®n p¨²blica a los ministros, sino que tiene el deber de dar cuentas a la opini¨®n p¨²blica de lo que hacen los ministros. Esa es la diferencia.
P. ?Le van a exigir esa responsabilidad en el debate sobre el estado de la naci¨®n?
R. No debemos anticipar acontecimientos ni invertir el orden parlamentario. Primero le corresponde a Gonz¨¢lez explicar la situaci¨®n y sus alternativas. En funci¨®n de eso, el PP, como primer partido de la oposici¨®n, y Aznar, como su l¨ªder, plantear¨¢n lo que consideren su deber.
P. Hace un a?o dec¨ªa: "Con la corrupci¨®n se acaba en 24 horas". Adem¨¢s de pedir cabezas, ?qu¨¦ se puede hacer desde la oposici¨®n?
R. Aquella frase se puede reiterar. Gonz¨¢lez ha favorecido esta situaci¨®n porque se ha excluido de toda responsabilidad y ha dejado a sus compa?eros de Gobierno y de partido actuar bajo el manto de la impunidad, dando por supuesto que ser socialista era garant¨ªa de ¨¦tica. Son afirmaciones demostrables. Aqu¨ª ha habido disminuci¨®n sistem¨¢tica y constante de los controles objetivos para prevenir, corregir y perseguir las conductas irregulares. Con el pretexto de la eficacia se ha dado m¨¢s facultades discrecionales a los ministros para manejar m¨¢s recursos presupuestarios. La Intervenci¨®n General del Estado, en la pr¨¢ctica, ni controla ni inspecciona nada. Todav¨ªa hace poco tiempo Gonz¨¢lez y el PSOE han rechazado propuestas del Partido Popular para devolverle objetividad y control a las decisiones del Gobierno. No quieren controles, quieren seguir funcionando con el dedo. Se quiso presumir que el dedo de un socialista era un dedo de santo, y ahora se ve que es tan humano como el de cualquiera. Unos cuantos ya lo han utilizado en beneficio propio.
P. Los socialistas ganaron las elecciones gracias a la promesa del impulso democr¨¢tico de aportar transparencia a la vida p¨²blica. ?En qu¨¦ ha quedado?
R. Los socialistas ganaron las ¨²ltimas elecciones gracias a la ¨²ltima gran operaci¨®n de nacionalizaci¨®n de la verdad promovida por Gonz¨¢lez. La suprema expresi¨®n del intento de controlarlo todo es la voluntad de nacionalizar la verdad, a trav¨¦s del control de la radio y la televisi¨®n p¨²blicas. El ¨¦xito de Felipe Gonz¨¢lez fue el gran enga?o nacional en virtud del cual fue capaz en las ¨²ltimas horas de darle la vuelta a una situaci¨®n que se hac¨ªa irreversible: los males del pa¨ªs vendr¨ªan de la mano de la oposici¨®n, que iba a bajar las pensiones, recortar el subsidio de paro y aumentar el desempleo, mientras de su mano vendr¨ªa el pacto social, el pleno empleo y la garant¨ªa de estabilidad social. Pero en menos de un a?o el cr¨¦dito de Gonz¨¢lez ha ca¨ªdo considerablemente, su palabra ya no vale casi nada y sus mentiras hoy son patentes. S¨®lo queda un reducto incondicional de forofos capaces de seguirle en sus mentiras.
P. Le preguntaba por el impulso democr¨¢tico.
R. Tiene mucho que ver. Los primeros que no nos creemos la sinceridad de aquellos anuncios somos nosotros, pero hemos actuado de buena fe, nos hemos sentado en la mesa y hemos agotado las posibilidades de llegar a un acuerdo porque la sociedad necesita una regeneraci¨®n de sus instituciones. Al final nos hemos estrellado con el muro de la evidencia, el discurso era que cambie todo para que no cambie nada. Ha quedado reducido todo a un mero ejercicio de permanencia en el poder. Gonz¨¢lez hoy ya es una caricatura de gobernante que busca la legitimidad de ejercicio. Tiene la de origen, sin duda, en los votos y en los apoyos de CiU y el PNV, pero un pol¨ªtico democr¨¢tico se legitima todos los d¨ªas afrontando los problemas de los ciudadanos. Esa legitimidad la ha perdido. Su ¨²nico esfuerzo es seguir en el poder.
P. Pero el impulso democr¨¢tico algo deb¨ªa haber aportado frente a la corrupci¨®n. ?Por qu¨¦ no. ha sido posible?
R. Ya se ha visto. Cuando se intenta adelantar un paso en el funcionamiento de las comisiones de investigaci¨®n en el Congreso de los Diputados, los socialistas, que hasta ahora ten¨ªan la gillotina de la mayor¨ªa para yugularlas, quieren a?adir otra, la coincidencia con las investigaciones judiciales. Si aprob¨¢ramos la propuesta del PSOE, hoy mismo tendr¨ªa que dejar de funcionar la comisi¨®n Rold¨¢n. ?Eso es lo que espera la sociedad de los que
"Felipe Gonz¨¢lez es ya una caricatura de gobernante"
proclaman el impulso democr¨¢tico? No se nos puede pedir que con el discurso de la transparencia ayudemos a aumentar la opacidad.
P. Llama la atenci¨®n lo poco que han hablado del congreso del PSOE.
R. Es normal, s¨®lo nos hemos referido a las cuestiones que afectan al inter¨¦s general. El agravamiento de la divisi¨®n interna, por ejemplo, afecta a la estabilidad del Gobierno y a su capacidad de actuaci¨®n. En la confrontaci¨®n interna no entramos.
P. ?Tiene la impresi¨®n de que el congreso socialista abre posibilidades para reparar la fractura interna?
R. Al contrario, estamos ante un proceso de ruptura de la cohesi¨®n que se puede presentar adornada como una pugna ideol¨®gica o de poder, pero es consecuencia de la constataci¨®n extendida de fracaso. Hoy el PSOE produce decepci¨®n creciente. Las disputas son consecuencia de la sensaci¨®n de fracaso y, al mismo tiempo, impulsan la estrategia de la derrota.
P. Mientras el Gobierno apunta que hay recuperaci¨®n econ¨®mica ustedes lo niegan. ?Ni sobre las realidades econ¨®micas objetivas pueden ponerse de acuerdo?
R. Me parece que hay muy poca dicusi¨®n en la calle sobre el hecho de que estamos en la peor crisis econ¨®mica desde la restauraci¨®n democr¨¢tica. Conviene no caer en las trampas. Felipe Gonz¨¢lez le dec¨ªa a Adolfo Su¨¢rez que era incompatible con la democracia porque llevaba al pa¨ªs a los dos millones de parados. Ahora no puede decirle al pa¨ªs que no se autoflagele porque est¨¢ llegando a los cuatro millones de parados.
P. ?Pero salimos o no de la crisis?
R. La pregunta es si vivimos de la inercia de los dem¨¢s pa¨ªses o, adem¨¢s, hacemos nuestra propia aportaci¨®n. En el exterior hay indicios positivos que llegar¨¢n aqu¨ª, pero tambi¨¦n es evidente que la pol¨ªtica econ¨®mica interior es un lastre. Hace mucho tiempo se ha reconocido el d¨¦ficit p¨²blico como el c¨¢ncer de la econom¨ªa espa?ola, lo que la ha colocado a la cabeza de la crisis en Europa. Pues bien, el a?o 1993 es el de mayores desviaciones presupuestarias que recuerdan los Gobiernos socialistas.
P. Su an¨¢lisis es bastante tenebroso. ?No temen que una visi¨®n tan negativa acabe perjudicando tambi¨¦n a la oposici¨®n?
R. Lo peor que se le puede hacer a un pa¨ªs es enga?arle. Mientras se le diga a la sociedad que el Gobierno hace todo lo posible y la sociedad se resigne a convivir con la situaci¨®n, nadie va a dar los pasos necesarios para salir de la crisis. ?sa es la gran responsabilidad del PP, sacudirse cualquier complejo y decir la verdad. Esa va a ser nuestra legitimidad cuando pidamos esfuerzos o sacrificios.
P. Si ganan las europeas y le quitan la mayor¨ªa absoluta al PSOE en Andaluc¨ªa, ?no puede haber inestabilidad en el Gobierno?
R. Si ganamos, ser¨ªa el respaldo m¨¢ximo a la estrategia que hemos desarrollado y la ratificaci¨®n definitiva como partido ganador. Sobre la estabilidad del Gobierno, la pregunta hay que hac¨¦rsela a Jordi Pujol. Gonz¨¢lez gobierna cada d¨ªa con el plazo que le da Pujol. ?Hasta d¨®nde va a soportar el desgaste CiU? Hay que pregunt¨¢rselo a ¨¦l.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.