Los inconvenientes del culto a la piel
Los expertos advierten contra el aumento de las alergias producidas por Ios cosm¨¦ticos
Cualquier cosm¨¦tico que se aplique en la piel puede provocar alergias, pero si su efecto beneficioso vale1a pena y el sector de poblaci¨®n afectado es muy minoritario, el riesgo se asume como normal. El verdadero inconveniente se presenta a la hora de determinar qu¨¦ productos contienen el compuesto concreto que ha producido la reacci¨®n al¨¦rgica: el hecho de que no se detallen todos los componentes de cada cosm¨¦tico dificulta el trabajo de los dermat¨®logos y condena al paciente a una probable repetici¨®n de su dolencia.Seg¨²n Antonio Aguirre, del hospital de Cruces, en Bilbao, "¨¦ste es un problema fundamental que hay que resolver con urgencia, porque en la ¨¦poca de culto al cuerpo en la que nos encontramos, con tantos cosm¨¦ticos en el mercado, las reacciones al¨¦rgicas cada vez son m¨¢s frecuentes".
"El aumento en el consumo de cosm¨¦ticos corre paralelo al incremento de casos de alergias", afirma Dolores Guimaraens, dermat¨®loga del hospital Cl¨ªnico de Madrid. "Y se extiende tambi¨¦n el tipo de poblaci¨®n afectada. Por ejemplo, con las l¨ªneas de cremas y perfume masculinas empezamos a tratar hombres con alergias tradicionalmente f¨¦meninas".
Directiva europea
Una directiva europea obligar¨¢ a partir de 1998 a que en el etiquetado de cualquier cosm¨¦tico figuren todos sus componentes. Hasta ese momento, los dermat¨®logos se ver¨¢n obligados "a ponernos en contacto con los laboratorios para que indiquen si el producto utilizado por el paciente contiene efectivamente el compuesto que nuestras pruebas previas identifican como causante de la alergia. Lo normal es que colaboren, pero tambi¨¦n hay veces en las que alegan que es secreto profesional", dice Guimaraens.
Con el mismo escollo tropiezan Antonio Aguirre y Eduardo Fonseca, dermat¨®logos en el hospital La Paz, de Madrid, que cuando prescriben productos a sus pacientes recurren estrictamente a l¨ªneas cosm¨¦ticas de laboratorios farmac¨¦uticos de venta s¨®lo en farmacias, en las que s¨ª est¨¢ clara la composici¨®n. Ambos especialistas coinciden en que los principales causantes de alergias son los excipientes, que pueden llegar a ser hasta 20 o 30, y no los principios activos.
"Los compuestos a los que hay m¨¢s sensibilizaciones son los perfumes y conservantes, sobre todo los antioxidantes y bactericidas, que hacen que el producto permanezca inalterable durante a?os", explica Guimaraens. Esta especialista destaca entre los conservantes el kathon, el quaternium 15 y el formol; las fragancias m¨¢s problem¨¢ticas suelen ser la canela, el clavillo y los c¨ªtricos. La parafenilendiamina de los tintes para el cabello es otra sustancia cr¨ªtica. Antonio Aguirre menciona, adem¨¢s, las sensibilizaciones a los filtros solares, concretamente a la oxybenzona, que comienzan a incluirse en la composici¨®n de las cremas de uso diario.
El Grupo Espa?ol de Dermatitis de Contacto, al que pertenecen Guimaraens y Aguirre junto con otros 11 dermat¨®logos, ha elaborado recientemente una relaci¨®n con las 23 sustancias m¨¢s susceptibles de provocar alergias. En la pr¨®xima reuni¨®n del grupo, cada experto presentar¨¢ sus estad¨ªsticas de incidencia y se preparar¨¢ un documento general. En principio no se considera que ninguna de ellas deba ser retirada del mercado o revisada su concentraci¨®n permitida, como ocurri¨® en su d¨ªa con el kathon.
"La legislaci¨®n actual permite concentraciones muy bajas de este potente bactericida, muy usado en champ¨²s, cremas, mascarillas, lociones o pa?uelos h¨²medos", explica Guimaraens.
"Aunque sigue causando problemas, no tiene nada que ver con el boom de hace ocho a?os, cuando los pacientes ten¨ªan que ser ingresados por dermatitis graves diseminadas por todo el cuerpo dif¨ªciles de controlar. Con este compuesto, el grupo s¨ª tuvo que presionar para que se modificara a egislaci¨®n", contin¨²a. "Ahora ser¨ªa alarmista aconsejar, en general, usar cosm¨¦ticos que no lleven perfume, porque la alergia es muy selectiva y no afecta a todo el mundo, pero si se consiguiera que todos los componentes se detallaran en el envase se evitar¨ªan conflictos".
Productos hipoal¨¦rgicos
No basta; opina Guimaraens, el t¨¦rmino "hipoal¨¦rgico" rese?ado en cosm¨¦ticos fabricados sin algunos de los alerg¨¦nicos m¨¢s frecuentes. "Puede resultar enga?oso, porque eso no quiere decir que sea utilizable por cualquier paciente al¨¦rgico. El producto puede no contener perfumes, pero la reacci¨®n puede ser producida por el formol, por ejemplo", afirma esta especialista. "Adem¨¢s, con la presi¨®n publicitaria de tantos productos nuevos, el paciente, a menudo, no se conforma con usar un ¨²nico producto de por vida, el que le prescribe el m¨¦dico, y muchas veces los vemos de vuelta en la consulta con el mismo problema".
Los s¨ªntomas m¨¢s frecuentes de las alergias a los cosm¨¦ticos son a aparici¨®n de prurito (irritaci¨®n), granos y peque?as vesiculaciones que se rompen y acaban descarn¨¢ndose. La raz¨®n de que determinadas personas sean m¨¢s sensibles a ciertos productos se desconoce, y adem¨¢s la reacci¨®n puede presentarse tras muchos a?os de uso de un mismo perfume o crema.
La identificaci¨®n de la sustancia alerg¨¦nica se hace a trav¨¦s de pruebas de contacto con, muchos compuestos candidatos como causa del problema. "El estudio suele ser complejo, porque cada producto lleva decenas de componentes y hay muchas cosas que usamos la vez", se?ala Guimaraens. Seg¨²n Antonio Aguirre, es muy frecuente incluso no dar con la verdadera causa de la alergia.
"Lo normal", indica Guimaraens, "es sospechar del producto aplicado donde ha aparecido la lesi¨®n, pero no siempre la relaci¨®n es directa. Una dermatitis en las axilas puede ser debida al desodorante, pero tambi¨¦n a un colorante textil, a una fibra...".
"En ocasiones hay lesiones que pueden producir una gran confusi¨®n, como cuando la alergia se manifiesta en los p¨¢rpados pero la paciente no ha empleado ning¨²n tipo de cosm¨¦tico. En estos casos puede ser, por ejemplo, la laca de u?as la culpable del problema, en alg¨²n roce de los dedos con los p¨¢rpados", explica esta especialista.
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