Impotencia asesina
LOS TERRORISTAS mataron ayer a un hombre en Barcelona e hirieron a varias personas m¨¢s, transe¨²ntes que pasaban por el lugar donde hicieron estallar sus artefactos. Eso es todo lo que hicieron: sembrar el dolor a voleo, y no denunciar o demostrar algo. S¨ªntoma s¨®lo de la impotencia de sus autores, los atentados de ETA carecen de otro significado que el obvio de que son capaces de matar: para que se hable de ellos, para probar que existen, para que no les olvidemos. Pero no son los mensajes pol¨ªticos que acompa?ar¨¢n a la reivindicaci¨®n de este nuevo crimen lo que recordaremos, sino s¨®lo que mataron y que pueden volver a hacerlo. Como hace a?os que nadie se toma en serio sus ideas, intentan que al menos se teman sus actos. Eso les da sensaci¨®n de importancia, y no digamos a los que les jalean en las manifestaciones. Pero esa omnipotencia abstracta de unas siglas que se atribuyen el derecho a matar es proporcional a la impotencia concreta de unos sujetos que ya s¨®lo asesinando consiguen ser tomados en consideraci¨®n.El presidente del PNV dijo el otro d¨ªa por televisi¨®n que el problema de ETA "en cuanto fen¨®meno pol¨ªtico" estaba "terminado". As¨ª es en cierto modo, pero para que tal cosa signifique el fin de la violencia a¨²n resta que los propios terroristas se convenzan de ello: que comprendan que sus asesinatos y destrozos -14 atentados en lo que va de a?o, con tres v¨ªctimas mortales- son in¨²tiles: que
no influir¨¢n lo m¨¢s m¨ªnimo en las decisiones pol¨ªticas. Y para ello, nada tan ¨²til como demostrar que, efectivamente, as¨ª es: que nadie intentar¨¢ sacar partido de los cr¨ªmenes de ETA utiliz¨¢ndolos como elemento de presi¨®n o factor de confrontaci¨®n entre fuerzas democr¨¢ticas, y, sobre todo, que nadie dar¨¢ oportunidad a los terroristas de interpretar sus palabras como una justificaci¨®n impl¨ªcita del recurso a m¨¦todos extraconstitucionales para conseguir sus objetivos. ?sa es la verdadera actuaci¨®n pol¨ªtica, complementaria de la policial, que queda por hacer para acabar con ETA.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.