Mafalda recibe el doctorado de Umberto Eco
La criatura de Quino cumple 30 a?os y entra a formar parte de la cultura del siglo XX
Mafalda, la ni?a m¨¢s sabia del mundo, la fil¨®sofa bajita de cabeza gorda y enorme lazo que odiaba la sopa, cumple 30 a?os. Dej¨® de ser dibujada por su progenitor, Quino -Joaqu¨ªn Salvador Lavado, nacido en Mendoza, Argentina, en 1932, hijo de republicanos espa?oles- en 1973 pero sus reflexiones de ni?a-adulta del 68 han sido reeditadas innumerables veces y las televisiones auton¨®micas espa?olas van a empezar a exhibirla en dibujos animados.El cumplea?os de Mafalda se celebr¨® anteanoche en Mil¨¢n. Umberto Eco, Rom¨¢n Gubern, Marcello Bernardi -considerado el n¨²mero uno de la pediatr¨ªa italiana- y Fulvia Serra, editora de la revista Linus, oficiaron la ceremonia junto a Quino.
El C¨ªrculo de la Prensa de Mil¨¢n rebosaba de mafald¨®filos confesos. El acto hab¨ªa sido organizado por el Instituto Cervantes, la editorial Bompiani, el Instituto de Periodismo Carlo de Martino y la Agencia Quipos, responsable de haber tra¨ªdo a Mafalda a Europa -desembarc¨® por primera vez en Italia- en 1968.Umberto Eco, primer editor de Mafalda en este pa¨ªs, hab¨ªa dicho ya entonces: "Mafalda es un h¨¦roe de nuestro tiempo... Y como nuestros hijos est¨¢n a punto de convertirse, por elecci¨®n nuestra, en muchas Mafaldas, no es imprudente tratar a ¨¦sta con el respeto que merece un personaje real".
El autor de El nombre de la rosa compar¨® los dibujos de Schulz, el mundo Charlie Brown, "interior, psicoanal¨ªtico, sin adultos, aldeol¨®gico, atemporal y de un pa¨ªs donde vota menos del 50% de los ciudadanos", con la homenajeada criatura de Quino, habitante de un mundo opuesto, "proyectado hacia la sociedad y hacia los dem¨¢s, en el que los ni?os se miden con los adultos, intentan imitarlos en las tiendas y en las discusiones pol¨ªticas, y que es no ya suramericano, sino argentino y, por tanto, t¨ªpicamente europeo".
"Mafalda se hizo popular entre nosotros", a?adi¨® el semi¨®logo y escritor, "porque sus planteamientos ante la vida son europeos. Por eso el primer volumen en Italia se llam¨® Mafalda la contestataria en un momento en que la juventud protestaba. Pero si llega a venir 10 o 20 a?os despu¨¦s no hubiera cambiado nada, porque yo creo que Mafalda no tiene ideolog¨ªa: pod¨ªa ser una lectora del Che, pero hasta hace un mes hubiera sido tambi¨¦n liguista [de la Liga Norte]. Hoy no, porque la Liga est¨¢ en el poder y ella est¨¢ contra ¨¦ste".
Umberto Eco asegur¨® que, pese a todo, no le importaba nada Mafalda, ante la injusticia que, en su opini¨®n, se est¨¢ cometiendo con su autor. E imagin¨® una enciclopedia del a?o 2040, con dos posibles explicaciones bajo la voz "Quino": "Autor e inventor del c¨¦lebre personaje de comic Mafalda. Hizo despu¨¦s algunos agradables vol¨²menes de cartoons". O la segunda: "Dibujante y moralista del siglo XX. En sus cartoons ha dado una visi¨®n lun¨¢tica y surrealista de los aspectos cotidianos de la vida ¨ªnfima de nuestros tiempos; adem¨¢s, hizo un dibujo popular en su ¨¦poca de nombre Mafalda". Eco dijo que prefer¨ªa que Quino fuese recordado en esta segunda acepci¨®n de vi?etista.
Nunca supusieron ni Mafalda ni su hermano Guille o sus amigos el existencialista y poeta Felipe y los conformistas Manolito y Susanita que para el catedr¨¢tico de la Universidad de Barcelona y actual director del Instituto Espa?ol de Cultura de Roma, Rom¨¢n Gubern, la aversi¨®n de Mafalda hacia la sopa no es otra cosa que el rechazo del l¨ªquido amni¨®tico del vientre materno por parte de la peque?a inconformista, su oposici¨®n a la regresi¨®n fetal, adem¨¢s de advertir en Mafalda "un s¨ªndrome de Peter Pan positivo, la ni?a que no quiere hacerse mayor para no entrar en el mundo vicioso y corrupto de los adultos".
Quino se asombr¨® mucho de algunas de las cosas que hab¨ªa o¨ªdo, y afirm¨®: "Quiero decir que en estos momentos no me preocupa tanto el 300 cumplea?os de Mafalda como el cumplesiglos de la derecha en todo el mundo". La Italia presente que en breve ser¨¢ gobernada por Berlusconi, Bossi y Fini le tribut¨® una calurosa ovaci¨®n.
Babelia
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