El Gobierno golpea dos veces

Cuando cre¨ªa que me estaba reponiendo psicol¨®gicamente del duro golpe asestado por la nunca esperada, por mi parte, reacci¨®n gubernamental con la puesta en la calle de la Ley de Aprendizaje, cierto d¨ªa de sol primaveral, y como de costumbre, baj¨¦ a comprar el peri¨®dico para ponerme al d¨ªa de las noticias m¨¢s calientes del Pa¨ªs de los Conejos, y nunca mejor dicho, puesto que de saber la sorpresa que me aguardaba en las p¨¢ginas de ¨¦ste me hubiera quedado en la madriguera. Nada m¨¢s abrir el peri¨®dico me encuentro la foto del ministro de Econom¨ªa, Pedro Solbes, lo que me incita a leer la noticia que la acompa?aba. Tom¨¦ aire y me arm¨¦ de gallard¨ªa, la suficiente para digerir unas l¨ªneas que muy f¨¢cilmente me podr¨ªan obstruir el sue?o. El acierto fue pleno. Solbes plantea redistribuir las cuotas sociales entre empresarios y trabajadores. Hasta esos momentos, todo bien. Pero mi intrincado camino por aquellas l¨ªneas me aclara que lo de "entre empresarios y trabajadores" s¨®lo quedar¨ªa en "trabajadores". Antes de continuar me gustar¨ªa aclarar que s¨®lo era un planteamiento para que no haya cabida al error interpretativo. Nuevamente el trabajador es el "tato del pa¨ªs". Habr¨ªa, dice el ministro, que equiparar las cuotas a la Seguridad Social al nivel europeo. ?Qu¨¦ decir ante ello? Pues nada. Muy bien. Pero, se?ores, equiparemos equitativamente, hag¨¢moslo tambi¨¦n con la renta per c¨¢pita.-