"Lo que m¨¢s tem¨ªa era aburrirme", dice Preston, bi¨®grafo de Franco
La incomodidad que produce la constataci¨®n de que una median¨ªa como Franco se mantuviera 40 a?os en el poder, y en un periodo en el que Espa?a vivi¨® su transformaci¨®n m¨¢s radical, es lo que ha propiciado que haya sido un ingl¨¦s, Paul Preston, el autor de la biograf¨ªa del dictador, hasta la fecha, seg¨²n dijo anoche el historiador Santos Juli¨¢ en la presentaci¨®n de Franco, caudillo de Espa?a (Grijalbo), en la Residencia de Estudiantes. Aunque "lo que m¨¢s tem¨ªa era aburrirme", dijo Preston al final del acto, el trabajo de investigaci¨®n sobre la vida de Franco termin¨® por resultar apasionante. "Despu¨¦s de tantos a?os de convivencia con Franco ya no s¨¦ qui¨¦n soy".Esta incomodidad ha llevado a los espa?oles a la negaci¨®n del personaje Franco, y a explic¨¢rselo como "la culminaci¨®n de un fracaso hist¨®rico" en el que Franco ser¨ªa el ¨²ltimo eslab¨®n. As¨ª, "Franco ha servido m¨¢s para explicar el pasado que para entender el futuro", a la vez que imbuy¨® la mirada de los espa?oles de "una carga de fatalidad de la que no podemos seguir presos". Seg¨²n Juli¨¢, Franco no fue una necesidad hist¨®rica, sino el ¨²ltimo intento de negar el dinamismo que se ven¨ªa anunciando con el liberalismo del siglo XIX, incluso desde la Restauraci¨®n. En definitiva, como demostraron los acontecimientos desde 1960, Franco suspendi¨® la historia, pero no la detuvo.
Para Juan Pablo Fusi, autor igualmente de un ensayo biogr¨¢fico sobre el personaje, en Espa?a falta un debate sobre la significaci¨®n hist¨®rica del franquismo, similar al que se est¨¢ realizando en Europa sobre Hitler y Mussolini.
Abusos
El periodista y editor Javier Pradera record¨® que los. espa?oles de hasta 19 a?os no conocieron a Franco, y aquellos menores de 33 lo conocieron mal, para ayudar a explicarse algunos de los cambios electorales recientes. "No quiero insinuar que los abusos del presente deban ser excusados en el recuerdo de los del pasado, y no creo que el recuerdo del franquismo deba ser usado contra la derecha", pues ¨¦sta ha hecho p¨²blica su fe democr¨¢tica, dijo. Pero, a?adi¨®, es necesario que los j¨®venes conozcan los extremos de desvar¨ªo y crueldad a que puede llegar una dictadura. Tambi¨¦n advirti¨® contra la posibilidad de que ciertos movimientos, xen¨®fobos y racistas, y que reivindican a otros dictadores como Mussolini y P¨¦tain, puedan llegar a Espa?a.
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