Castigar a Touvier
PAUL TOUVIER, antiguo colaborador de los nazis durante la ocupaci¨®n de Francia, responsable de una represi¨®n implacable en la regi¨®n de Ly¨®n contra la resistencia, es un caso paradigm¨¢tico de colaboracionista en el peor sentido de este t¨¦rmino. Su trayectoria en la Francia de posguerra es curiosa y significativa. Tras la liberaci¨®n fue condenado a muerte dos veces, pero escap¨® a la justicia. Vivi¨® clandestinamente durante largos periodos con la ayuda de conventos y otras instituciones de la Iglesia cat¨®lica. Obtuvo m¨¢s tarde la gracia del presidente Pompidou -presionado por personalidades de la Iglesia- y volvi¨® a vivir con su familia. Sin embargo, despu¨¦s de una nueva detenci¨®n y de un proceso de gran resonancia que acaba de concluir, ha sido condenado a cadena perpetua. ?C¨®mo se explica esta condena por un crimen -la ejecuci¨®n de siete jud¨ªos- que cometi¨® hace 50 a?os, cuando la mayor parte de sus delitos ha prescrito? La ejecuci¨®n de los siete jud¨ªos en Rillieux le Pape (cerca de Ly¨®n) entra en lo que, tras el desastre moral que fue para la humanidad el holocausto, se definieron como "cr¨ªmenes contra la humanidad", para los cuales no hay prescripci¨®n. Es una anomal¨ªa del derecho que se justifica por el car¨¢cter monstruoso que tuvieron los cr¨ªmenes nazis, llevados a cabo al servicio de planes ideol¨®gicos de exterminio de los pueblos. El centro del debate en el Tribunal de Versalles -que ha juzgado a Touvier- ha sido confirmar que ¨¦ste hab¨ªa cometido un crimen. contra la humanidad. La acusaci¨®n del fiscal se centr¨® precisamente en ese aspecto.
En la opini¨®n p¨²blica francesa muchas voces protestan contra la condena de una persona de 79 a?os por un crimen cometido hace 50. No s¨®lo los peri¨®dicos de extrema derecha como Action Fran?aise y los ¨®rganos de Le Pen, sino personas de izquierda preocupadas por lograr la reconciliaci¨®n que entierre los recuerdos de la guerra. La condena de Touvier plantea un problema moral serio, exige una profunda reflexi¨®n que la encuadre en una realidad francesa totalmente distinta del camino que los espa?oles hemos seguido para alcanzar la democracia. En Espa?a la reconciliaci¨®n ha sido una condici¨®n ineludible para recuperar la libertad.
En el pa¨ªs vecino, el choque de la Resistencia y de la Francia de Vichy, entregada a los nazis, se decidi¨® por la victoria aliada de 1945. Todo el edificio jur¨ªdico de la nueva Francia surgi¨® de los principios democr¨¢ticos que esa victoria revitaliz¨®. Y la condena de los franceses que fueron instrumento de los alemanes para perseguir a los franceses resistentes ha sido un principio constitutivo de la nueva legalidad. La condena de Touvier desborda el aspecto individual. Su absoluci¨®n hubiera implicado poner la legalidad francesa actual al mismo nivel de aquellos que colaboraron con el hitlerismo y sus atrocidades.
Asistimos hoy a un rebrote de la ideolog¨ªa que inspir¨® a Touvier: ocurre en Alemania, Francia, Serbia, Rusia, Italia y otros muchos pa¨ªses. Los cr¨ªmenes en los que particip¨® Touvier son excepcionales. La persecuci¨®n de los mismos tambi¨¦n debe serlo. Porque la impunidad de aqu¨¦llos supone tanto un insulto para v¨ªctimas, supervivientes y toda la humanidad como un acicate para los que quieren reinstaurar esos patios experimentales de los horrores. No se trata de castigar a un anciano, se trata -algo que este pa¨ªs impidi¨® hacer con el nazi Degrelle- de ratificar que nunca m¨¢s se permitir¨¢ que pase lo que entonces pas¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.