El Tribunal Supremo reclama al Congreso la declaraci¨®n de Esparza a la "comisi¨®n Rold¨¢n"

El maremoto que Jorge Esparza, administrador de Luis Rold¨¢n y director comercial de la constructora Huarte, levant¨® en la noche del jueves en la comisi¨®n Rold¨¢n origin¨® ayer oleadas que rozaron el conflicto entre el poder legislativo y el judicial. Ana Mar¨ªa Ferrer, titular del juzgado n¨²mero 16 de Madrid, que instruye diligencias contra el ex director de la Guardia Civil, envi¨® por la ma?ana a dos polic¨ªas para reclamar del Congreso la transcripci¨®n de las declaraciones deEsparza. El error de procedimiento de la juez lo subsan¨® ella misma con inusitada celeridad horas despu¨¦s, al conseguir que el presidente del Tribunal Supremo, Pascual Sala, enviase un escrito al del Congreso, F¨¦lix Pons, en el que pide la transcripci¨®n.

Los miembros de la comisi¨®n hab¨ªan acordado en la madrugada del jueves, por unanimidad, solicitar de F¨¦lix Pons que enviase inmediatamente al fiscal las declaraciones de Esparza y de Rold¨¢n, al entender que hay indicios suficientes para poner en marcha la maquinaria penal. Josep L¨®pez de Lerma, de Converg¨¨ncia i Uni¨®, presidente de la comisi¨®n investigadora, formaliz¨® por la ma?ana este tr¨¢mite con F¨¦lix Pons. Precisamente, mientras ¨¦l despachaba la petici¨®n de los comisionados, se produjo el revuelo por la presencia de los dos polic¨ªas, que caus¨® aut¨¦ntica sorpresa entre los parlamentarios de la comisi¨®n.El presidente de la comisi¨®n en funciones, el socialista Alvaro Cuesta, indic¨® a los agentes el camino del Registro del Congreso de los Diputados para que dejasen all¨ª su petici¨®n.

De la sorpresa se pas¨® al malestar en la direcci¨®n de la C¨¢mara cuando trascendi¨® la actuaci¨®n de la juez Ana Mar¨ªa Ferrer. Desde 1977, con precedentes en la legislaci¨®n de principios de siglo, las mesas del Congreso y del Senado han mantenido sin excepciones que cualquier relaci¨®n entre los poderes del Esta do, en este caso entre el Legislativo y el Judicial, deben establecerse siempre y necesariamente a trav¨¦s de sus presidentes.Malestar

El malestar se concret¨® en una llamada telef¨®nica desde la secretar¨ªa general del Congreso a la juez Ferrer para instruirla sobre la necesidad de que se dirigiese al presidente del Supremo, como as¨ª hizo, y fuese ¨¦ste quien solicitase de Pons la transcripci¨®n de las declaraciones de Esparza.

?lvaro Cuesta declar¨® que la juez, "probablemente alarmada por lo que ha le¨ªdo en la prensa, ha actuado con la diligencia normal en quien instruye la causa y lo ha hecho de oficio; eso entra en la pura normalidad porque es la obligaci¨®n del juez", aunque, inmediatamente, subray¨® que la magistrada hab¨ªa equivocado, simplemente, el procedimiento para obtener la informaci¨®n que requer¨ªa.

Jorge Esparza declar¨® en la tarde y noche del jueves ante la comisi¨®n durante unas ocho horas y asegur¨® que acudi¨® varias veces, entre febrero de 1990 y abril de 1993, a la Direcci¨®n General de la Guardia Civil para recoger de manos de Rold¨¢n bolsas y maletines con m¨¢s de 60 millones en met¨¢lico para las ampliaciones de Europe Capital, la empresa inmobiliaria de Rold¨¢n. Luego ingresaba tales cantidades en una cuenta del Banco Bilbao Vizcaya.

Pese a que algunas fuentes aseguraron el pasado jueves que la comisi¨®n hab¨ªa recibido ya las certificaciones acad¨¦micas de Rold¨¢n ¨¦stas no obran a¨²n en su poder.