Balladur anuncia un sondeo entre todos los j¨®venes para ver qu¨¦ piensan

El primer ministro franc¨¦s, Edouard Balladur, quiere saber qu¨¦ piensan los j¨®venes. Para ello va a preguntarles uno a uno: los siete millones de franceses que tienen entre 15 y 25 a?os recibir¨¢n un cuestionario en el que podr¨¢n especificar sus opiniones. El macrosondeo es un eco de la furia juvenil desatada en marzo por el Contrato de Inserci¨®n Profesional (CIP), una idea fallida que le cost¨® a Balladur muchos puntos de popularidad. El primer ministro intenta ahora reconciliarse con una juventud que le derrot¨® a fuerza de manifestaciones y que ha dejado de fiarse de ¨¦l.El macrosondeo fue anunciado el jueves por la noche durante un debate televisado en TF1, la cadena de mayor audiencia: de un lado, Balladur; del otro, doce ciudadanos de a pie. Fue, para Balladur, el punto de partida de una campa?a para la reconquista de la popularidad perdida. 58 de cada 100 franceses confiaban en el primer ministro en enero y s¨®lo 34 se declaraban insatisfechos. Ahora, s¨®lo 43 de cada 100 se mantienen fieles a Balladur, frente a 49 insatisfechos.

Un balance muy pobre para un hombre que aspira a suceder a Fran?ois Mitterrand como presidente de la Rep¨²blica en unas elecciones para las que falta s¨®lo un a?o.

Balladur, con la mirada puesta en los sondeos de popularidad, sac¨® de la chistera ante las c¨¢maras alg¨²n otro regalo: la donaci¨®n estatal de 100 millones de francos (unos 2.400 millones de pesetas) para la lucha contra el sida, por ejemplo, o un aumento de la ayuda econ¨®mica a las familias para la educaci¨®n de los hijos.

La impresi¨®n ofrecida por el primer ministro no fue, sin embargo, de las que vuelcan las urnas. Envarado, ligeramente pomposo, m¨¢s cerca de las cifras que de la realidad, Edouard Balladur dio la impresi¨®n de haber agotado para siempre la fascinaci¨®n que ejerci¨® sobre sus conciudadanos durante el primer a?o de mandato.