Lecciones de una crisis
La crisis de Banesto, sin duda la m¨¢s importante de las experimentadas en el seno del sistema financiero espa?ol, se presenta, tras su adjudicaci¨®n al Banco Santander, superada en algunos de sus tramos m¨¢s problem¨¢ticos. Se ha gestionado con celeridad, se ha obtenido un precio que, adem¨¢s de facilitar la objetividad de la decisi¨®n de adjudicaci¨®n, permite reducir el coste para los contribuyentes m¨¢s de lo esperado y, a pesar de ese incidente formal de ausencia de una firma, se ha llevado a cabo con transparencia. Condici¨®n esta ¨²ltima tanto m¨¢s necesaria cuanto m¨¢s en juego ha estado durante estas ¨²ltimas semanas la credibilidad de algunas de nuestras instituciones, en particular, la del Banco de Espa?a.Desde la propia decisi¨®n de sustituci¨®n del consejo de administraci¨®n de Banesto, el pasado 28 de diciembre, hasta el ¨²ltimo episodio del esc¨¢ndalo Ibercorp conocido esta semana, la principal instituci¨®n financiera del pa¨ªs no s¨®lo ha dispuesto de un protagonismo inusual, sino que lo ha hecho de la mano de acontecimientos que han generado un l¨®gico escepticismo entre los ciudadanos, cuando no una merma significativa del respeto hacia la misma. Es por ello que, lejos de dar por normalizada la situaci¨®n abierta tras la intervenci¨®n de Banesto, las entidades financieras y el Banco de Espa?a en primer lugar han de deducir de la misma algunas lecciones importantes, algunas de ellas aparentemente impl¨ªcitas en las declaraciones del gobernador, Luis ?ngel Rojo, en su ¨²ltima comparecencia en el Congreso de los Diputados.
Que la adjudicaci¨®n de Banesto al Banco de Santander no elimina los riesgos de inestabilidad adicional de nuestro sistema bancario es la primera de ellas. La situaci¨®n hoy del sistema bancario es sin duda mejor que la conocida el 28 de diciembre, pero en modo alguno es ¨®ptima. Las entidades de Europa continental son, junto a las japonesas, las que est¨¢n situadas en el escal¨®n inferior de la consideraci¨®n prospectiva que las agencias de calificaci¨®n crediticia formulan del conjunto de los pa¨ªses industrializados. Dentro de ellas, algunas, como las espa?olas, asisten no s¨®lo a un deterioro de la calidad de sus activos -de las inversiones crediticias, fundamentalmente- como consecuencia de los efectos de la recesi¨®n, tambi¨¦n sufren un preocupante estrechamiento de sus m¨¢rgenes de intermediaci¨®n resultante de ese continuo descenso en los tipos de inter¨¦s y de una agudizaci¨®n de la competencia, tambi¨¦n sin precedentes en este pa¨ªs.
El comportamiento de los mercados financieros, y en particular los de deuda, agudizan los otros tipos de riesgo, de precio, y las dificultades para reconducir las cuentas de resultados hacia niveles compatibles con una remuneraci¨®n adecuada del capital y del necesario saneamiento patrimonial.
Hoy se aprecian con mayor elocuencia algunas de las limitaciones estructurales de que ha adolecido en general el sistema financiero espa?ol, incluyendo entre ellas una protecci¨®n y una cartelizaci¨®n a todas luces excesivas que, entre otros efectos, ha derivado en una dif¨ªcil adecuaci¨®n a un entorno m¨¢s complejo y, en todo caso, m¨¢s dominado por nuevos factores de riesgo. Es relevante cuestionarse si los m¨¢ximos ¨®rganos de responsabilidad de las entidades bancarias han asumido esas nuevas circunstancias en las que ya se desenvuelve la actividad bancaria: Si se dispone de las capacidades organizativas y de direcci¨®n para afrontar las consecuencias de una econom¨ªa necesariamente menos bancarizada y m¨¢s decididamete orientada a la gesti¨®n de riesgos.
Tan importante como que esa conciencia del cambio de naturaleza en el negocio bancario sea asumida en las entidades es que lo hagan los procedimientos de supervisi¨®n y control de las autoridades, lo que no siempre ha de ser sin¨®nimo de una mayor intesidad, si ¨¦sta no se acompa?a de una mayor calidad y eficacia t¨¦cnica. No deja de ser parad¨®jico que uno de los sistemas bancarios hist¨®ricamente m¨¢s tutelados sea tambi¨¦n el que mayores y m¨¢s frecuentes dificultades ha experimentado en la historia reciente.
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