Las promesas de Berlusconi

(...) Berlusconi ha prometido un buen gobierno y (...) ha garantizado que no mezclar¨¢ intereses privados y p¨²blicos. Debemos fiarnos de sus palabras p¨®rque no hay mucho m¨¢s. (...) Los tres sabios encargados de proporcionar la separaci¨®n entre Palazzo Chigi, Fininvest y otras empresas berlusconianas podr¨¢n convertirse en garant¨ªa o abrirle la puerta, pero, hoy por hoy, no existe una garant¨ªa real. S¨®lo existe un acto de fe en la palabra dada.Los liguistas deber¨¢n tener una gran fe: hab¨ªan pedido una n¨ªtida separaci¨®n entre el empresario Berlusconi y el primer ministro, y s¨®lo han recibido promesas. Alianza Nacional, sin embargo, lo tiene m¨¢s f¨¢cil. (...) Ellos s¨ª son creyentes, en lo que todav¨ªa no creen es en que puedan sentarse a la mesa del Gobierno. (...) Respecto a los dem¨¢s creyentes, Berlusconi se ha dirigido a ellos con esta buena nueva: "?Sab¨¦is lo que espera la gente? Espera buenas cosas". (...)

Pero los Estados no se fundan sobre buenas promesas y la confianza en la palabra dada, por lo menos no los Estados modernos y democr¨¢ticos. Se rigen, por el contrario, por leyes y reglas. (...) Y la d¨¦mocracia no es promesa, es certeza. Se puede prometer reducir los impuestos y despu¨¦s no hacerlo por motivos econ¨®micos, lo que no se puede es prometer la separaci¨®n entre poderes y despu¨¦s ver si se puede hacer o c¨®mo hacerlo. (...)

29 de abril