Alvin Toffler: "Lo que tenemos son sistemas pol¨ªticos obsoletos"

En 1970, Alvin Toffler convirti¨® en best seller su libro El shock del futuro. Como un nuevo visionario, se adelant¨® al tiempo y muchas de sus profec¨ªas se cumplieron. Despu¨¦s escribi¨® La tercera ola (1980) y El cambio del poder (1990). Para continuar la trilog¨ªa no ha esperado diez a?os. El pr¨®ximo mi¨¦rcoles se publica en Espa?a Las guerras del futuro, en el que Alvin Toffler y su mujer Heidi trazan un panorama sombr¨ªo del porvenir, repleto de conflictos violentos. "Tenemos sistemas pol¨ªticos obsoletos, que no saben c¨®mo actuar en una sociedad de la informaci¨®n que sufre un creciente malestar", afirma el escritor.

"Creo que en el futuro vamos a ver muchos conflictos violentos, los llamemos o no guerras. La mayor¨ªa de ellos ser¨¢n peque?os y circunscritos a zonas determinadas de ciertos Estados, y no hay ninguna raz¨®n para pensar que los dem¨¢s pa¨ªses tengan que intervenir. Incluso Estados Unidos no puede prevenir estos conflictos, ni deber¨ªa implicarse en ellos". Este es el complicado panorama que Alvin y Heidi Toffler pronostican en su ¨²ltimo libro, Las guerras del futuro, que saldr¨¢ a la venta en Espa?a el pr¨®ximo mi¨¦rcoles.Los Toffler, que celebraban el pasado 29 de abril -¨¦l en Washington, con un grupo de periodistas espa?oles, y ella en Los ?ngeles- su 44? aniversario de boda, han acu?ado modelos y expresiones imprescindibles en los an¨¢lisis de futurolog¨ªa. Su ¨²ltima obra es una prolongaci¨®n de la trilog¨ªa que les ha hecho famosos -El shock delfuturo, 1970; La tercera ola, 1980, y El cambio del poder, 1990- y el modelo que aplica es el mismo: los conflictos resultantes del "choque de las olas" que corresponden a los diferentes modelos de civilizaci¨®n -el agrario, el industrial y el que se basa en la informaci¨®n y el conocimiento- y las nuevas herramientas de an¨¢lisis que deben emplearse.

Alvin Toffler cree que la mayor¨ªa de los pol¨ªticos "no tienen ni la m¨¢s remota idea" de c¨®mo responder a los nuevos desaf¨ªos de la tercera ola. "Lo que tenemos son sistemas pol¨ªticos obsoletos que no saben c¨®mo actuar en la sociedad de la informaci¨®n, una sociedad que sufre un creciente malestar y altos niveles de imprevisibilidad". Una soluci¨®n -aunque Alvin Toffler reconoce que no tiene respuestas para la mayor parte de los problemas que plantea- ser¨ªa que "los sistemas pol¨ªticos actuales pasen por un proceso de perestroika, porque est¨¢n fundados sobre conceptos de la ¨¦poca de la industrializaci¨®n y la mayor¨ªa de la gente ya no cree en esos conceptos". Toffler compara la paciente labor de Gramsci y el peri¨®dico L'Unit¨¢ con la fulgurante carrera pol¨ªtica de Berlusconi y su uso electoral de la televisi¨®n para ilustrar la velocidad de los cambios, y advierte contra la rapidez de respuestas a las crisis que los medios de comunicaci¨®n exigen a los gobernantes.

Burocracia

Otro de los objetivos de las cr¨ªticas de Toffler es la ONU: "Naciones Unidas tiene 175 pa¨ªses, la mayor¨ªa de los cuales son o dictaduras o sistemas corruptos, y ¨¦sos son los responsables de las decisiones. No tengo mucha confianza en la ONU: es una organizaci¨®n t¨ªpica de la segunda ola, con un enorme exceso de burocracia". Toffler sugiere que cualquier cambio en la estructura de Naciones Unidas debe integrar al mundo empresarial, a las grandes religiones y a los organismos no gubernamentales: "La reestructuraci¨®n deber¨ªa contar con todo aquello que represente a las verdaderas fuerzas en el mundo".

En Las guerras del futuro, los Toffler plantean una renovaci¨®n de las armas intelectuales necesarias para hacer la paz. En la transici¨®n de la ¨¦poca industrial a la era de la comunicaci¨®n, "la mayor parte de lo que sabemos sobre la guerra y la antiguerra est¨¢ peligrosamente anticuado. No se trata de juzgar moralmente el odioso hecho de la guerra, sino de llevar a cabo un replanteamiento de las relaciones entre la guerra y una sociedad que cambia a toda velocidad".

Toffler cree que el papel jugado por norteamericanos y europeos en el conflicto de Bosnia es "escandaloso, si no criminal", y que, entre otras cosas, Occidente ha enviado este mensaje a mil millones de musulmanes: "Nos da igual que se¨¢is extremistas o moderados, religiosos o laicos: no os vamos a defender". "Se ha hablado mucho de levantar el embargo de armas sobre los musulmanes, y no hemos hecho nada para levantar el embargo de comunicaciones que sufren los bosnios: no les hemos dado faxes, ni ordenadores, ni tecnolog¨ªa con la que puedan contar al mundo su situaci¨®n". De Bosnia a Somalia, de las guerras, con publicidad a las guerras an¨®nimas -"nunca he visto nada sobre las cosas terribles que pasan en Sud¨¢n"-, Alvin Toffler sentencia: "El ¨¢ngulo de la c¨¢mara, y no el del ca?¨®n, es el que determina la prioridad pol¨ªtica".

Toffler esquiva graciosa pero firmemente toda pregunta relacionada con Espa?a y es voluntariamente vago con respecto a Cuba -"Fidel deber¨ªa dejar paso a una generaci¨®n m¨¢s joven"-, pero no tiene pelos en la lengua al hablar del Gobierno norteamericano: "Lo ¨²nico que le preocupa a Clinton es lo que van a contar los telediarios de la noche".