Torras tiene un d¨¦ficit Patrimonial de 152.566 millones, lo que sit¨²a al grupo en quiebra t¨¦cnica

El informe de los interventores judiciales de la suspensi¨®n de pagos del Grupo Torras estima en 152.566 millones el d¨¦ficit patrimonial del holding. Las p¨¦rdidas acumuladas (197.000 millones) y las deudas superan ampliamente a los activos, lo que sit¨²a a Torras en quiebra seg¨²n la ley de Sociedades An¨®nimas, a menos que el Grupo KIO lo evite a trav¨¦s de una ampliaci¨®n de capital. Los interventores critican la ocultaci¨®n sistem¨¢tica de datos practicada por Javier de la Rosa y su equipo y afirma que desde 1989 la contabilidad del grupo no reflejaba la realidad.

El agujero (desfase entre activo y pasivo) de 152.566 millones de pesetas equivale a ocho veces el volumen de su capital social actual, que es de 19.000 millones de pesetas, mientras que las reservas eran de 40.000 millones de pesetas. Seg¨²n la ley de Sociedades An¨®nimas, esta situaci¨®n obligar¨ªa al titular del juzgado n¨²mero 20 de Madrid, que instruye la suspensi¨®n de pagos, a dictar la quiebra y la consiguiente liquidaci¨®n del Grupo Torras, a no ser que su accionista, el grupo Kuwait Investment Office (KIO), decidiera cubrir el agujero con una macroampliaci¨®n de capital. Esta hip¨®tesis est¨¢ completamente descartada, de acuerdo con las fuentes consultadas, pr¨®ximas a los actuales gestores de Torras.

124 p¨¢ginas

El informe de los interventores es absolutamente cr¨ªtico con el anterior equipo gestor de la so ciedad, encabezado por su ex vicepresidente Javier de la Rosa. El documento, compuesto de 124 p¨¢ginas, m¨¢s otro centenar de anexos, del que se ha entregado al juez una primera versi¨®n provisional, afirma que diferentes operaciones realizadas por Javier de la Rosa empobrecieron al Grupo Torras y lo colocaron en una situaci¨®n financiera dif¨ªcil mucho antes de que la crisis del Grupo Torras fuera evidente para la opini¨®n p¨²blica.

Concretamente, el informe se?ala que ya en 1990, es decir dos a?os antes de que el Grupo KIO destituyera al equipo de Javier de la Rosa, "el nivel de endeudamiento de la compa?¨ªa y del grupo de filiales, al 30 de junio de 1990, coloc¨® al Grupo Torras en una situaci¨®n extraordinariamente delicada".

Las deudas en ese momento eran ya de 110.000 millones de pesetas, de los que 84.000 millones de pesetas ten¨ªan vencimiento a corto plazo, lo que generaba gastos financieros anuales de 10.000 millones. Estas cifras no incluyen la deuda de las empresas filiales como Torras Hostench London, cuyos cr¨¦ditos en esa fecha sumaban otros 65.000 millones de pesetas.

De este modo, los interventores ponen en duda el argumento de que la falta de nuevas aportaciones monetarias del Grupo KIO precipit¨® la crisis de Torras y su consiguiente suspensi¨®n de pagos en diciembre de aquel mismo a?o. Este argumento ha sido esgrimido reiteradamente por Javier de la Rosa.

"Gastos ficticios"

?C¨®mo fue posible mantener la situaci¨®n a pesar de que las dificultades aparecieran ya en 1990? En primer lugar manipulando los libros de cuentas. Los interventores explicitan claramente que desde 1989 la contabilidad del grupo no reflejaba la realidad: "Ni de los registros contables de la empresa, ni de sus cuentas anuales se pod¨ªa deducir la verdadera situaci¨®n de la empresa, ni por tanto la imagen fiel de su estado patrimonial, ya que si bien exist¨ªa una contabilidad formal, la misma no registraba la totalidad de las transacciones y compromisos adquiridos por sus administradores en nombre de la sociedad".

En los libros de contabilidad de la sociedad se inclu¨ªan "gastos ficticios" y, en cambio, no figuraban ni "los compromisos de compra de acciones propias, as¨ª como de garant¨ªas otorgadas en beneficio de sociedades participadas (...) La firma de contratos de alta direcci¨®n y de servicios con cl¨¢usulas indemnizatorias elevad¨ªsimas, sin reflejo en las cuentas anuales ni en la memoria, son una muestra m¨¢s del proceder en esta materia", seg¨²n se recoge en el informe elaborado por los interventores judiciales.