Fin de trayecto
El Parlamento Europeo celebra su ¨²ltimo pleno con la ampliaci¨®n como plato fuerte
Los 518 diputados del Parlamento Europeo (PE) celebran esta semana en Estrasburgo la ¨²ltima sesi¨®n plenaria de la legislatura m¨¢s intensa y apasionante de toda su historia. Desde que fueron elegidos en junio de 1989 se han producido dos hechos trascendentales para el futuro del continente, que han orientado decisivamente el rumbo de la Euroc¨¢mara: el fin del comunismo y la aprobaci¨®n y ratificaci¨®n del Tratado de Maastricht. El ¨²ltimo acto de la legislatura comporta la ratificaci¨®n de los tratados de adhesi¨®n de Austria, Finlandia, Suecia y Noruega, en la que los europarlamentarios pondr¨¢n a prueba su capacidad de resistencia ante la presi¨®n de los Estados.Esta legislatura empez¨® con una cantinela que ya empieza a ser cl¨¢sica: "?ste ser¨¢ un Parlamento constituyente". Termina, sin embargo, con sabor de frustraci¨®n y de derrota que no esconde casi ning¨²n grupo parlamentario. Maastricht no ha sido el salto cualitativo que demandaban los europarlamentarios y en el final de legislatura, en cambio, el PE se ve obligado a forzar la mano al Consejo de Ministros para obtener el compromiso de una mayor participaci¨®n en las decisiones de la Uni¨®n bajo amenaza de no aprobar en caso contrario los tratados de adhesi¨®n de los cuatro candidatos.
El PE ha ampliado sus poderes en el ¨²ltimo a?o de la legislatura, al entrar en vigor el Tratado de Maastricht, pero se ha tratado de una ampliaci¨®n m¨¢s virtual que real. Tiene ahora mayor mayor capacidad de influir sobre la normativa comunitaria mediante el procedimiento de codecisi¨®n o de triple lectura que sustituye en numerosas materias al de anterior procedimiento de cooperaci¨®n. Se ampl¨ªa tambi¨¦n la obligatoriedad de los dict¨¢menes parlamentarios para los acuerdos internacionales y la ciudadan¨ªa europea.
La nueva legislatura ser¨¢ en realidad la que significar¨¢ la plena aplicaci¨®n de las nuevas competencias, empezando por la votaci¨®n de confianza a que deber¨¢ someterse la Comisi¨®n Europea antes de empezar su mandato. El resultado de las elecciones europeas, los d¨ªas 9 y 12 de junio, condicionar¨¢ as¨ª la elecci¨®n del presidente de la Comisi¨®n, prevista en principio para la cumbre europea de Corf¨² (Grecia). Por ejemplo, si el nuevo hemiciclo tiene una coloraci¨®n fuertemente federalista, es dif¨ªcil que los Doce propongan el nombre de una personalidad como Leon Brittan, perteneciente a un pa¨ªs euroesc¨¦ptico, que cuenta con dos derogaciones permanentes al Tratado de Maastricht en moneda ¨²nica y en pol¨ªtica social.
?ste es tambi¨¦n el ¨²ltimo PE elegido por censos nacionales de ciudadanos. En la pr¨®xima legislatura funcionar¨¢ la ciudadan¨ªa de la Uni¨®n, que permite participar en las elecciones europeas en el pa¨ªs de residencia. Ha sido la tercera legislatura de elecci¨®n directa. Hasta 1979, el PE era una asamblea de parlamentarios nombrados por los parlamentos nacionales. Para Espa?a, que ingres¨® en la CE a mitad de la legislatura(1984-1989), la legislatura que termina es la primera completa en la que participan sus europarlamentarios.
Los espa?oles han tenido un papel destacado en este periodo legislativo. El socialista Enrique Bar¨®n fue el presidente del PE desde junio de 1989 hasta diciembre de 1991, fecha en la que fue sustituido por el popular alem¨¢n Egon Klepsch. Bar¨®n pas¨® a presidir a continuaci¨®n la Comisi¨®n de Asuntos Exteriores. El diputado de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, Fernando P¨¦rez Royo, fue vicepresidente. Ahora lo es el socialista Josep Verde i Aldea.
Durante esta legislatura, el PE ha visto confirmadas como definitivas sus tres sedes, en Bruselas, Luxemburgo y Estrasburgo, hasta ahora oficiosas. Las sesiones mensuales se celebran en el hemiciclo prestado por el Consejo de Europa en la capital de Alsacia, mientras que en la capital belga se celebran peque?as sesiones suplementarias. El grueso de los servicios se halla en Luxemburgo.
La consolidaci¨®n. de una irracionalidad de tal envergadura se produjo en el Consejo Europeo de Edimburgo, en diciembre de 1992, pero no termin¨® con la guerra entre belgas y franceses por quedarse definitivamente con el PE. En 1993 se estren¨® parte del nuevo edificio de Bruselas, conocido popularmente como el Capricho de los Dioses, y muy recientemente la Mesa del PE ha firmado el contrato de arrendamiento para un nuevo edificio en Estrasburgo.
Finalmente, el PE ha crecido durante este periodo, desde los 518 diputados actuales hasta los 567 de la pr¨®xima legislatura, tras producirse la unificaci¨®n alemana. Pero el nuevo PE contar¨¢ con esta cifra durante muy poco tiempo, pues la ampliaci¨®n llevar¨¢ el n¨²mero de los esca?os hasta 647 como m¨¢ximo si ingresan los cuatro y hasta 583 si ingresara tan s¨®lo uno de los dos m¨¢s peque?os. Tambi¨¦n crecer¨¢ la babel que es la Euroc¨¢mara, desde las actuales 9 lenguas oficiales hasta 12, con la llegada del noruego, el sueco y el finland¨¦s.
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