Revoluci¨®n terap¨¦utica contra la depresi¨®n
Un nuevo f¨¢rmaco hace efecto a lo pocos d¨ªas, incluso en enfermos resistentes a otros tratamientos
Pas¨® de la atracci¨®n por la muerte a la vida en apenas cuatro d¨ªas. La paciente ten¨ªa 50 a?os y se encontraba ingresada en el Hospital de Sant Pau de Barcelona, bajo permanente vigilancia, por el alto riesgo de suidicio. A los 35 a?os hab¨ªa tenido la primera crisis depresiva grave y a partir de los 45 las crisis se hab¨ªan sucedido, sin que los tratamientos consiguieran sacarla del pozo. Llevaba ya dos tandas de electrochoques -el ¨²ltimo recurso en psiquiatr¨ªa cuando fallan los f¨¢rmacos- y no hab¨ªa mejorado en absoluto. Al contrario. Su idea de morir era cada vez m¨¢s posesiva. Hasta que fue incluida en el estudio piloto para probar una nueva sustancia, el pindolol. A los seis d¨ªas obten¨ªa ya el alta, libre de s¨ªntomas. El hallazgo de este f¨¢rmaco como tratamiento r¨¢pido y eficaz contra la depresi¨®n ha revolucionado el mundo de la psiquiatr¨ªa, no s¨®lo porque act¨²a con mayor rapidez, sino porque es eficaz incluso en enfermos que no mejoran con los tratamientos disponibles. (Ver EL PA?S del 29 de abril). Seis de cada 100 personas sufren a lo largo de su vida al guna crisis de depresi¨®n mayor, una patolog¨ªa mental grave que puede llevar al suicidio. La padecen el doble de mujeres que hombres: se estima que una m¨²jer tiene a lo largo de su vida un 20% de posibilidades de te ner una depresi¨®n aguda. En Espa?a, 2,4 millones de personas van a sufrir una crisis de presiva severa a lo largo de su vida. Si tenemos en cuenta que los tratamientos ahora disponibles no son eficaces en el 30% de los casos, significa que unas 700.000 personas podr¨¢n beneficiarse de una posibilidad terap¨¦utica de la que hasta ahora carec¨ªan. "Todav¨ªa tenemos que esperar los resultados de un nuevo ensayo cl¨ªnico confirmatorio, pero si es as¨ª, en poco m¨¢s de un a?o podr¨¢ generalizarse el tratamiento", afirma Francesc Artigas, del Centro de Investigaci¨®n y Desarrollo del CSIC, que ha dirigido la investigaci¨®n, financiada por el Fondo de Investigaciones Sanitarias.
Agujero profundo
Pero la utilidad social del nuevo f¨¢rmaco va m¨¢s all¨¢ del tratamiento de los pacientes resistentes: hasta ahora, en el paciente m¨¢s afortunado el tratamiento no surt¨ªa efecto hasta las cuatro o seis semanas de haberse iniciado. Con el agravante de que durante la, primera fase, el propio tratamiento induc¨ªa una agudizaci¨®n de los s¨ªntomas depresivos. "Ese efecto de empeoramiento durante las primeras semanas se debe a que los f¨¢rmacos antidepresivos provocan un incremento de la liberaci¨®n de serotonina, necesaria para hacer remitir la depresi¨®n, pero al mismo tiempo producen una inhibici¨®n del mecanismo el¨¦ctrico que mueve la actividad neuronal, por lo que el efecto beneficioso quedaba bloqueado. S¨®lo a largo plazo se restablece la actividad neuronal normal, y entonces el tratamiento surte efecto. Nosotros partimos de la hip¨®tesis de que el pindolol pod¨ªan actuar sobre la segunda parte del proceso, favoreciendo la actividad neuronal desde el primer momento, y as¨ª se ha demostrado".Los enfermos que han participado en el estudio piloto han podido comprobar la rapidez de su efecto. As¨ª lo atestigua una mujer de 38 a?os, casada y con un hijo, que hab¨ªa sufrido su primer episodio de depresi¨®n en 1988. En diciembre de 1992 recay¨® y su estado empeor¨® r¨¢pidamente. La idea de permanecer seis semanas en aquel estado aterrorizaba a su familia. A los seis d¨ªas de tomar pindolol estaba ya en casa, sin s¨ªntomas de depresi¨®n.
"La respuesta ha sido igual en los pacientes resistentes que en el resto de enfermos: los s¨ªntomas han remitido totalmente en el plazo de seis d¨ªas en el 70% de los casos", afirma Enric ?lvarez, psiquiatra de Sant Pau. La posibilidad de una mejor¨ªa inmediata puede evitar mucho sufrimiento. El problema de la depresi¨®n aguda es que la de sesperanza es permanente y la pulsi¨®n de muerte muy frecuente. La depresi¨®n es un trastorno grave del estado de ¨¢nimo que incluye una fuer te p¨¦rdida de la autoestima, sentimientos de culpa y sensaci¨®n, de fracaso personal que hace que la persona pierda todo inter¨¦s por la vida. Se acompa?a casi siempre de trastornos f¨ªsicos que abarcan desde la aton¨ªa sexual al insomnio, la ansiedad o la imposibilidad de con centrar la atenci¨®n. "Ca¨ª, al suelo de repente y entre mi marido y mi hijo no pod¨ªan levantarme. Era como si la tierra me atrajera hacia un agujero profundo", explica una mujer de 36 a?os que sufri¨®, de repente, una crisis depresiva. De pronto, actividades o relaciones que antes colmaban de satisfacci¨®n, no le producen ya placer alguno y desaparecen por completo las peque?as y grandes recompensas que la vida ofrece por vivir. La muerte aparece pronto como la ¨²nica salida para escapar del sufrimiento ps¨ªquico, por eso, en un elevado porcentaje de enfermos, la depresi¨®n se acompa?a de ideas de suicidio. "Desgraciadamente, muchos de los suicidios que se producen son de presiones no tratadas", afirma Enric ?lvarez.
La posibilidad de confundir los s¨ªntomas con anemias, cansacio y problemas hormonales retrasa muchas veces el diagn¨®stico. Se desconocen las causas de este trastrono que tiene un comprobado mecanismo fisiol¨®gico. Est¨¢ claro que interviene un componente hereditario pero se desencadena por factores internos o externos desconocidos.
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