El Mapei bloquea la carrera
Van Poppel gana el 'sprint' de Valencia en v¨ªsperas de los Pirineos
La hija de Maurizio Fondriest naci¨® el d¨ªa que su padre ganaba la Mil¨¢n-San Remo y el ciclista italiano la llam¨® Victoria. Ayer Tony Rominger tuvo un hijo y, cauteloso, ni le ha puesto Victorio ni Victorino, ni V¨ªctor. Le ha llamado Robin, no s¨¦ sabe si por admiraci¨®n al bandido de los bosques de Sherwood o simplemente por su eufon¨ªa. No se ha arriesgado con un nombre de celebraci¨®n y eso que tiene m¨¢s de media victoria en el bolsillo. Y con el equipo que gasta, a¨²n m¨¢s.Si en Benidorm el corredor suizo entrecerr¨® la puerta de la sorpresa y dej¨® la Vuelta lista para el bloqueo, la v¨ªspera pirenaica comenz¨® a cumplirse la tarea. Como si se entrenaran para una contrarreloj colectiva, los corredores del Mapei llevaron al pelot¨®n sin aliento en los momentos clave de ayer. No hubo resquicio para la salida individual: marcaron una ley que se plasm¨® en la media m¨¢s elevada de lo que va de Vuelta. Dejaron a todos que se pelearan en el sprint.
Juan Carlos Gonz¨¢lez Salvador, el peque?o sprinter bilba¨ªno, apareci¨® hace una semana con la cabeza rapada. El pelo ha vuelto a crecerle con rapidez y cu¨¢ndo se le dice que se lo vuelva a rapar, que si no no gana, ¨¦l responde que le da igual, que ni con melena ni a cero da una. Se sent¨ªa cansado antes de salir y a punto estuvo de contradecirse. Por lo menos qued¨® segundo detr¨¢s de Van Poppel, que no es moco de pavo. Y m¨¢s en una recta como la de Valencia. 800 metros anchos para que pudiera desplegar la potencia de sus 186 cent¨ªmetros de altura y 80 kilos de peso en todo su esplendor. Sin cuestas ni curvas y contracurvas. Ninguna habilidad era necesaria m¨¢s all¨¢ que la de lanzarse en el momento oportuno y dejar que las piernas lo hicieran todo. El corredor holand¨¦s, de 31 a?os, lograba as¨ª su novena victoria en las Vueltas que ha disputado, rompiendo moment¨¢neamente el empate a ocho que consigui¨® Rominger en Benidorm.
"Resignaci¨®n e inteligencia", anuncia M¨ªnguez, pero el director del Banesto lo dice con las gafas de sol puestas y no se le pueden ver los ojos. Luego se las quita y te mira fijamente para prometerte que no miente. "Lucha", promete S¨¢iz, que queda mucha Vuelta. "Tranquilidad", pide Juan Fern¨¢ndez, que esto va bien pero a¨²n no ha terminado. La etapa reina de los Pirineos se afronta por parte de los principales equipos con una cara muy distinta.
Las sutilezas t¨¢cticas entran en juego. "La de Sierra Nevada", dice Montoya, "fue sencilla de controlar para el Mapei. Era un comienzo llano y luego una larga subida de 30 kil¨®metros. El que iba, iba, y el que no, se quedaba. En Andorra ser¨¢ diferente. Hay mucho terreno para intentar poner en apuros a Rominger".
El Banesto no jugar¨¢, anuncian en su cuartel, ninguna baza espec¨ªfica. Todos trabajar¨¢n para todos, los cuatro ciclistas, buenos escaladores, que tiene entre los 10 primeros de la general. Ni Zarrabeitia, ni Delgado, ni Montoya, ni Aparicio tendr¨¢n, en principio, m¨¢s trabajo que el de estar ah¨ª arriba. El ONCE anuncia el regreso de Rinc¨®n -el colombiano, decepcionante en Benidorm, tendr¨¢ libertad de acci¨®n ante Rominger- y la mejor¨ªa de Z¨¹lle. Y el Mapei, Juan Fern¨¢ndez, espera sacar provecho de todo.
"Correremos con una ventaja", dice el cauto director granadino. "Entre los dem¨¢s se van a pegar por la segunda plaza y por los triunfos de etapa. Entonces, el Banesto, por ejemplo, que no ha ganado a¨²n ninguna etapa, montar¨¢ toda una estrategia no para hundirme a Rominger, sino para conformarse con la etapa, lo que pueden lograr lo mismo con cinco segundos que con un minuto. Creo que s¨®lo atacar¨¢n en el ¨²ltimo kil¨®metro".
Eso si les deja Rominger. "No es que quiera ganarlo todo", dice Fern¨¢ndez, pero las etapas, la monta?a y la regularidad llegan por a?adidura a su trabajo". Y por su filosof¨ªa. "Es m¨¢s f¨¢cil jugar al ataque que a la defensiva. Y si yo ataco, entonces los otros tendr¨¢n que defenderse". A lo que a?ade Fern¨¢ndez: "Si todo va bien, normal, si no pasa nada extra?o, lesiones, ca¨ªdas o catarros, Rominger saldr¨¢ de los Pirineos con un par de minutos m¨¢s de avance.
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