Mirador en la frontera para un fil¨®sofo sin tumba
Walter Benjamin, muerto en Portbou en 1940, tendr¨¢ un monumento medio siglo despu¨¦s
El pensador alem¨¢n Walter Benjamin fue una de las miles de personas que entre 1936 y 1945 atravesaron la frontera pirenaica en uno u otro sentido huyendo de la persecuci¨®n. El fil¨®sofo berlin¨¦s, nacido en 1892, termin¨® sus d¨ªas en Portbou el 26 de septiembre de 1940, aprisionado entre la Gestapo nazi y la Espa?a de Franco. A?os despu¨¦s, sus restos fueron a parar a la fosa com¨²n, pues nadie pagaba las tasas de su tumba.El pr¨®ximo 15 de junio, la localidad catalana inaugurar¨¢ un homenaje al ilustre exiliado: unas escaleras de hierro que bajan del cementerio hasta el mar, como un angosto mirador fronterizo. Hasta ahora, s¨®lo una placa colocada a principios de los a?os ochenta recordaba al fil¨®sofo fallecido. El monumento, titulado Passatges, es obra del arquitecto israel¨ª Dani Karavan. Su construcci¨®n fue impulsada por el anterior presidente de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Richard von Weizs?cker, ha sido preparada por la Asociaci¨®n de Instituciones Culturales Independientes de Bonn y la han costeado la Generalitat catalana, varios Estados federales alemanes y numerosas empresas y donantes particulares. En la ceremonia de inauguraci¨®n intervendr¨¢n el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y los ministros presidentes, de los Estados alemanes de Baden-W¨¹rtemberg y Hesse. Tambi¨¦n se espera la asistencia de Lisa Fittko, quien en 1940 ayud¨® a Benjamin a pasar de Francia a Espa?a.
Dani Karavan, el arquitecto que concibi¨® el homenaje a Walter Benjamin, se resiste a hablar de monumento. Su obra no s¨®lo rinde tributo al pensador y poeta de la escuela de Francfort, renombrado por su sagaz an¨¢lisis social y ling¨¹¨ªstico de la obra de arte, sino que recuerda a todas las personas para quienes la frontera era la puerta de la libertad, pero tambi¨¦n del exilio.
El monumento-homenaje que se inaugurar¨¢ el d¨ªa 15 consiste en un angosto t¨²nel de escaleras que bajan desde el cementerio de Portbou hasta el mar, frente a unas rocas que sobresalen de las aguas. Son 80 escalones recubiertos de hierro cort¨¦n, al igual que las paredes. El hierro tiene una capa de ¨®xido lo bastante densa como para que no progrese la corrosi¨®n a causa del salitre. En la construcci¨®n ha colaborado el arquitecto catal¨¢n Pere Gaspar, quien concibi¨® los revestimientos de hormig¨®n y el sistema de drenajes que soportan las escaleras.
Los ¨²ltimos d¨ªas de Walter Benjam¨ªn en Portbou han sido objeto de controversia hist¨®rica. De acuerdo con algunas versiones, el fil¨®sofo se quit¨® la vida por temor a que las autoridades espa?olas lo entregaran a la Gestapo. Sin embargo, una entrada en el registro de la parroquia de la localidad da cuenta del entierro del fil¨®sofo en un nicho del cementerio y atribuye su muerte a una "hemorragia cerebral". Tambi¨¦n consta en los archivos que, en 1945, el cuerpo fue trasladado a la fosa com¨²n porque nadie pagaba la tumba.
Estos y otros testimonios de los ¨²ltimos d¨ªas de Benjam¨ªn se recogen en la pel¨ªcula La ¨²ltima frontera, realizada en 1991 por Manuel Cuss¨®-Ferrer a partir de un gui¨®n realizado con Pilar Parcerisas. El filme, de 80 minutos, fue seleccionado para el F¨®rum del Festival de Berl¨ªn de 1992 y desde entonces se ha exhibido en todo el mundo. La galer¨ªa Joan Gaspar de Barcelona inaugur¨® ayer una exposici¨®n vinculada al homenaje de Portbou en la que se muestran fotograf¨ªas del monumento realizadas por Bernhard Schurian, obras de Francesc Abad y Pere Noguera y se proyecta la pel¨ªcula. El sonido de la exposici¨®n, que estar¨¢ abierta hasta el 17 de mayo, lo proporciona la ¨²nica grabaci¨®n conservada de los 85 cuentos que Benjamin escribi¨® en los a?os treinta para la Frankfurter Rundfunk.
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