Auto de fe

LA ESCENOGRAF?A montada el n?¨²¨¦rcoles por la noche para detener a Mariano Rubio y Manuel de la Concha, llevarlos ante el juez y conducirlos a las cinco de la madrugada a la prisi¨®n de Carabanchel s¨®lo se explica desde un estado de histeria colectiva agravada por la fuga de Luis Rold¨¢n. El ep¨ªlogo de la conferencia de prensa de los fiscales alcanz¨® ciertos tintes de auto de fe incompatibles con el Estado garantista que nos hemos dado en la Constituci¨®n. Es improbable que el fiscal general convenciese a nadie de que no ha habido oportunismo. Que la sospecha de una posible fuga est¨¦ apoyada en unos billetes de avi¨®n con destino a Ibiza fue un estrambote digno de toda la actuaci¨®n anterior.Es cierto que los esc¨¢ndalos pol¨ªticos que proliferan en las ¨²ltimas semanas han provocado una alarma social innegable. Es cierto tambi¨¦n que la fuga de Rold¨¢n ha da?ado seriamente la credibilidad de un ministerio encargado de velar por la seguridad y, por tanto, de detener a los presuntos delincuentes. Pero una vez conocido que los dos acusados estaban sometidos a vigilancia -en el caso de Rold¨¢n se argument¨® que no hubiera sido legal-, ser¨ªa tremendo que la desconfianza en la polic¨ªa llegase al punto de no poder asegurar durante 12 horas que los acusados no iban a fugarse.

La decisi¨®n judicial de enviarlos a prisi¨®n no es arbitraria, puesto que est¨¢ contemplada en la ley para delitos penados con prisi¨®n mayor. Pero a nadie se le escapa que en la rigurosa decisi¨®n del juez ha podido influir tambi¨¦n el s¨ªndrome Rold¨¢n y el contexto social en el que se han producido los hechos. Sin tales circunstancias hubiera sido m¨¢s que probable la libertad provisional bajo fianza de los afectados. Por aguda que sea la crisis pol¨ªtica que vive este pa¨ªs, las garant¨ªas individuales no pueden entrar en juego y el leg¨ªtimo derecho de defensa debe servir para restablecer la normalidad del proceso. A la fiscal¨ªa debe ped¨ªrsele celeridad en todos los casos. El futuro deber¨¢ probar que esta investigaci¨®n no ha sido flor de un d¨ªa para limpiar un poco el patio en la v¨ªspera de la comparecencia del presidente.