La lecci¨®n de Imola

La mayor¨ªa de nosotros se alegra de poder ver a trav¨¦s del sugestivo y as¨¦ptico ojo de la televisi¨®n las competiciones automovil¨ªsticas, porque nos imaginamos que los pilotos podr¨¢n escapar con vida incluso de los accidentes m¨¢s terribles. Las muertes de los pilotos Ayrton Senna y Roland Ratzenberger en Imola han supuesto un espantoso recordatorio del peligro. Pero ?qu¨¦ pasar¨¢ en el futuro? La soluci¨®n no est¨¢ en prohibir este deporte. Los deportistas conocen los riesgos y tienen todo el derecho de asumirlos; y las autoridades tienen la obligaci¨®n de protegerlos de este innato instinto ( ... ) de tratar de ir m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites de lo posible.El compromiso, tanto para los pilotos como para el consejo rector de la Federaci¨®n Internacional de Automovilismo (FIA), es el de trabajar juntos para conseguir un equilibrio entre velocidad y seguridad. ( ... ) Y esto se conseguir¨¢ a trav¨¦s de un an¨¢lisis racional de lo que ha sucedido en Imola. ( ... ) Pero hay una tendencia entre los organismos deportivos a cerrarse en banda cuando se enfrentan a la cr¨ªtica. Las medidas de emergencia anunciadas en Par¨ªs hacen esperar que la FIA no cometa ese error. Pero esto es ¨²nicamente un primer paso. ( ... ) S¨®lo cuando la responsabilidad por los tr¨¢gicos acontecimientos de Imola sea aclarada y se tomen todas las medidas necesarias para que no vuelvan a repetirse, las carreras automovil¨ªsticas justificar¨¢n la confianza de sus seguidores.

8 de mayo