El gran golf vuelve al Club de Campo de Madrid
El Open de Espa?a comienza ma?ana con Olaz¨¢bal, Ballesteros, Langer y Els en liza
Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal, ya en maestro. Severiano Ballesteros, redivivo. La 68? edici¨®n del Peugeot Open de Espa?a de golf, que vuelve desde ma?ana hasta el domingo alClub de Campo Villa de Madrid, no podr¨ªa haber encontrado mejor publicidad. El triunfo en abril del vasco en el Masters de Augusta, su estreno en el Grand Slam, y el del c¨¢ntabro la semana pasada en elprestigioso Open ingl¨¦s de Saint Mellion luego de 26 meses de traves¨ªa del desierto, lo realzan. El sueco Joakim Haeggman defiende el t¨ªtulo, que se cotiza a 83.330 libras (16,6 millones de pesetas).
El practicante, el aficionado y, simple ente, el curioso tienen ante si una espl¨¦ndida semana de golf. Olaz¨¢bal, a sus 28 a?os, puede re¨ªrse ya de aquel comentario . mordaz de su ayudante cuando fue eliminado del Open Brit¨¢nico de 1993: "No necesita un psic¨®logo, sino un psiquiatra". Su reciente victoria en el Masters le ha reconciliado consigo mismo despu¨¦s de la frustraci¨®n en que le sumi¨® su derrota final en el de 1991 ante el gal¨¦s Ian Woosnam. As¨ª, aspira a obtener su primer ¨¦xito en el de Espa?a, una competici¨®n en la que la suerte no le ha acompa?ado.Ballesteros, a sus 37 a?os, ha respirado de nuevo en Saint Mellion tras la larga asfixia a que le someti¨® la p¨¦rdida de confianza en su swing y los dolores de espalda por culpa de sus desgastadas v¨¦rtebras. Lo suyo fue como la pescadilla que se muerde la cola: precisaba entrenarse m¨¢s para recuperar su toque caracter¨ªstico, pero, si lo hac¨ªa, se resent¨ªan sus m¨²sculos. Ahora, luego de una invernal preparaci¨®n f¨ªsica m¨¢s fuerte de lo acostumbrado, parece dispuesto a demostrar que todav¨ªa le queda mucha cuerda e incluso especula ya con lograr su sexto t¨ªtulo grande -tiene tres del Open Brit¨¢nico (1979, 1984 y 1988) y dos del Masters (1980 y 1983)-.
Con ellos van a rivalizar, entre otros, el alem¨¢n Bernhard Langer, vencedor en Augusta en 1985 y 1993; el escoc¨¦s Sandy Lyle, que gan¨® en 1988 despu¨¦s de haberse impuesto en el British en 1985; el escoc¨¦s Colin Montgomerie, el n¨²mero uno del circuito europeo en la temporada pasada; el sueco Joakim Haeggman, el campe¨®n vigente; el ingl¨¦s Peter Baker y el italiano Constantino Rocca, tambi¨¦n componentes del equipo de Europa en la ¨²ltima Copa Ryder (el apasionante enfrentamiento bienal con el de Estados Unidos), as¨ª como el surafricano Ernie Els, que, a sus 24 a?os, se perfila como una de las grandes alternativas inmediatas, y los restantes espa?oles, entre los que Ignacio Garrido, a sus 22, ha debutado con fuerza en el tour.
Canchas gratis
Se tendr¨¢ acceso al Club de Campo por la entrada del kil¨®metro 3 de la carretera de Castilla y se han dispuesto aparcamientos dentro debidamente se?alizados y autobuses para ir de una zona a otra del recorrido. Los billetes costar¨¢n 1.000 pesetas el jueves y el viernes y 1.500 el s¨¢bado y el domingo, si bien habr¨¢ un abono para los cuatro d¨ªas por 3.500 y los ni?os menores de 12 a?os no pagar¨¢n.
Un aliciente suplementario para el p¨²blico ser¨¢n los 31 stands instalados en el ¨¢rea de exposiciones y en los que, por supuesto, se podr¨¢n adquirir art¨ªculos relacionados con el golf, desde juegos de palos hasta insignias. Tambi¨¦n habr¨¢ dos canchas, gratuitas, para que quien se anime haga sus pinitos con los hierros entre las manos. Una marca comercial, Gatorade, habilitar¨¢ en su recinto un green artificial para ensayar los putts (los golpes que llevan la pelota hasta el agujero) y los que m¨¢s afinen recibir¨¢n camisetas y otra serie d¨¦ premios.
Advertencias elementales
Si nunca ha acudido a un torneo de golf, conviene que tenga en cuenta estas advertencias elementales:> Vista ropa ligera -con una gorrilla para protegerse del sol o una prenda de abrigo, seg¨²n las circunstancias- y lleve un calzado deportivo o c¨®modo porque tiene ante s¨ª varios kil¨®metros campo a trav¨¦s y no precisamente llanos. Aunque hay restaurantes y puestos de bocadillos y bebidas, una cantimplora de agua y unos sandwiches siempre son ¨²tiles, m¨¢xime si le acompa?an ni?os.
> Prov¨¦ase a la entrada de un horario de salidas de los golfistas y de un mapa del recorrido: una referencia para sus movimientos puede ser la casa-club, pero recuerde que preguntando se llega a Roma.
> Siguiendo un partido, atienda las indicaciones de los empleados. Camine por fuera de las cuerdas que delimitan las calles de los hoyos y s¨®lo cuando los jugadores lo hagan. No hable ni se mueva cuando se dispongan a dar un golpe. Por su propia seguridad, dadas las irregularidades del terreno, no corra jam¨¢s.
> En los greens procure no ponerse enfrente de la l¨ªnea de tiro, o sea por la que tenga que rodar la bola hasta el agujero. En cualquier caso, mantenga silencio y una completa quietud porque es el ¨¢rea en que los golfistas requieren mayor concentraci¨®n mental. Algunos, como Severiano Ballesteros o Colin Montgomerie, suelen enfadarse mucho si se les perturba y pueden producirse situaciones desagradables.
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