Boltanski vende su obra a 40 duros
El artista franc¨¦s expone ropa usada en Barcelona
Esta ma?ana seguramente habr¨¢ cola ante la entrada de la Fundaci¨®n Espai Poblenou de Barcelona. En su mayor¨ªa ser¨¢ gente del barrio, que entrar¨¢ por primera vez en este centro de arte contempor¨¢neo para comprar, al m¨®dico precio de 200 pesetas, porciones de esculturas del artista franc¨¦s Christian Boltanski. Claro que las esculturas est¨¢n hechas con miles de piezas de ropa de segunda mano, perfectamente utilizables, y una gran mayor¨ªa del p¨²blico sencillamente aprovechar¨¢ la ganga. La gente entrar¨¢, se encontrar¨¢ con una primera instalaci¨®n en la planta baja consistente en una sala con las paredes forradas con fragmentos del mapa callejero de Barcelona y el sonido persistente de una grabaci¨®n de la radio de la polic¨ªa. En el piso superior, un gran espacio con montones de ropa de segunda mano que podr¨¢ remover y escoger. Se han editado 5.000 bolsas dise?adas por el artista en las que est¨¢ inscrito su nombre, y cada visitante tiene derecho, previo pago de 40 duros, a escoger entre los montones y llenar la bolsa, una por cabeza."La fundaci¨®n est¨¢ en un barrio popular, pero no hay comunicaci¨®n con la gente del barrio, no la conocen. Quer¨ªa lograr que los vecinos entraran en la fundaci¨®n. Hemos distribuido publicidad en los buzones y el mercado avisando de que pueden comprar ropa barata", comenta Boltanski. "Claro, para mucha gente esto ser¨¢ como un almac¨¦n, pero tambi¨¦n es una exposici¨®n. Me gusta esa dualidad. Lo que antes era ropa ahora es una escultura, pero en el futuro volver¨¢ a ser ropa".
Cementerios
Para Boltanski, por ejemplo, toda esta ropa es como un cementerio. "No sabemos si esta ropa pertenec¨ªa a gente muerta, pero en cualquier caso era de alguien que existe o ha existido. Para m¨ª este montaje tiene relaci¨®n con el holocausto y con Bosnia, pero esto es mi idea, la gente puede pensar otra cosa, tambi¨¦n es una cosa ¨²til y barata. Es una obra abierta". Puede parecer una excentricidad, pero seg¨²n Boltanski una parte importante del arte contempor¨¢neo es una idea, una regla, y la obra, la forma concreta, es lo de menos. "Da igual si yo estoy aqu¨ª o no, si tiene una forma u otra, la idea es la misma aunque cambies la ropa y tome otra forma", afirma.
"Lo que yo busco es la emoci¨®n de la gente, me interesa conmoverla. En cierta manera, es algo teatralizado, y el p¨²blico es actor, participa en la obra. Intento hacer cosas comprensibles para la mayor¨ªa de la gente. En este montaje, por ejemplo, todos pueden plantearse la pregunta de qui¨¦n ha llevado eso antes". La muerte, la memoria, los restos de la vida y del destino de mucha gente son el material b¨¢sico de la obra de Boltanski. "En mis obras siempre tengo la idea de mucha gente con historias diferentes. Aunque en esta obra, en cierta manera, tambi¨¦n se incluye la idea de una cierta resurrecci¨®n, porque esta ropa que aqu¨ª est¨¢ muerta resucita cuando alguien se la pone".
A juicio de Boltanski, ateo, la idea de la muerte es algo plano, podrido, sin esperanza. Cuando alguien muere pasa de ser un sujeto a ser un objeto, y de los objetos, de los restos que quedan tras la desparici¨®n de alguien, de muchos alguien, habla gran parte de su obra. "Nac¨ª, despu¨¦s de la guerra, en una familia jud¨ªa, y a mi alrededor mucha gente hablaba del holocausto. Me marc¨® la idea de que el mundo exterior puede ser muy malo, que te pueden matar en cualquier momento y la realidad es peligrosa". En su opini¨®n, en el final del siglo han ca¨ªdo las grandes utop¨ªas -la creencia en el progreso de la humanidad y en los beneficios de la ciencia-, y esto ha dejado al hombre desconcertado.
"El fin del comunismo es una cosa muy grave, tambi¨¦n para el arte. Sin utop¨ªa no hay vanguardia, no se busca un mundo mejor. Ahora estamos perdidos, y lo ¨²nico que podemos hacer es peque?as cosas, como vender ropa barata. La ¨²nica utop¨ªa posible es la individual", concluye Boltanski.
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