El cuarto pulso in¨²til
El resultado del desaf¨ªo en la calle que los sindicatos lanzaron al Gobierno con la huelga general del pasado 27 de enero contra la reforma laboral ha sido similar al de los tres anteriores. In¨²til. Ninguna de las cuatro huelgas generales que, de forma conjunta o por separado, han convocado los dos sindicatos mayoritarios contra los gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez han servido para cambiar sustancialmente o retirar los proyectos legales que criticaban.La inminente entrada en vigor de los proyectos de ley de la actual reforma laboral supondr¨¢, entre otros puntos, la ampliaci¨®n de las causas para el despido objetivo que pasan de las dos actuales -econ¨®micas y tecnol¨®gicas- a cuatro -las anteriores m¨¢s las organizativas y de producci¨®n-, al tiempo que se dan mayores m¨¢rgenes a los empresarios para decidir esos despidos, o la movilidad geogr¨¢fica de los miembros de sus plantillas, sin incurrir en fraude de ley. En esa ventaja para los empresarios ha sido fundamental el papel de Converg¨¨ncia i Uni¨® en el tr¨¢mite parlamentario de la reforma.
Adem¨¢s, en las empresas de menos de cinco trabajadores todos los despidos ser¨¢n considerados individuales.
El otro punto fundamental de la protesta de los sindicatos contra este nuevo marco laboral son los contratos de aprendizaje, que ya se usan desde el pasado mes de enero, y a los que las centrales pronto tildaron de contratos basura. Estos contratos se destinan a j¨®venes mayores de 16 a?os y menores de 25, aunque no sea su primer empleo: Su duraci¨®n abarcar¨¢ entre seis meses y tres a?os y la retribuci¨®n a los j¨®venes ser¨¢ del 70% del salario m¨ªnimo el primer a?o de vigencia, el 80% el segundo y el 90% el tercero, salvo para los menores de 18 a?os, para los que el m¨ªnimo es del 85%.
La reforma tambi¨¦n rompe el marco estatal establecido hasta ahora para la negociaci¨®n colectiva al permitir el descuelgue auton¨®mico y mantiene el pacto que sobre elecciones sindicales alcanz¨® el Gobierno en su d¨ªa con los dos sindicatos mayoritarios.
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