70% de los ingleses est¨¢ a favor de la medida que autoriza a la polic¨ªa de Londres a llevar armas

El mito de la polic¨ªa desarmada que ha hecho c¨¦lebres a los bobbies de Londres tiene los d¨ªas contados. Un mundo violento exige una polic¨ªa al estilo estadounidense, armada hasta los dientes, dispuesta a repeler los ataques de una creciente y cada vez m¨¢s agresiva delincuencia.As¨ª lo ha entendido el responsable supremo de la polic¨ªa metropolitana de la capital del Reino Unido, Paul Condon, que acaba de autorizar a una parte de los agentes a sus ¨®rdenes a llevar un Smith and Weson al cinto durante las horas de patrulla.

Pese a la pol¨¦mica social desatada por esta medida, una encuesta del Instituto Gallup hecha p¨²blica ayer, con ocasi¨®n de la Conferencia anual de la Polic¨ªa celebrada en Brighton, revela que el 70% de los ciudadanos de Inglaterra y Pa¨ªs de Gales son partidarios de que los agentes de las fuerzas de seguridad lleven la pistola al cinto.

La decisi¨®n afecta, de momento, ¨²nicamente a los patrulleros que velan por la seguridad de Londres a bordo de los llamados Veh¨ªculos de Respuesta Armada.

Hasta ahora, apenas cinco unidades -a partir de ahora ser¨¢n doce veh¨ªculos-, vigilaban la ciudad con las armas perfectamente guardadas en un departamento met¨¢lico. Utilizarlas, les exig¨ªa a los agentes pedir una autorizaci¨®n expresa.

Agentes indefensos

Pero las estad¨ªsticas han dado al traste con las tradiciones. En los ¨²ltimos diez a?os el n¨²mero de delitos perpetrados, por delincuentes armados aument¨® en Inglaterra y Gales espectacularmente, hasta superar los 13.000 incidentes anuales.El a?o pasado, por ejemplo, se registraron 18.000 ataques en ambas zonas del pa¨ªs contra polic¨ªas supuestamente indefensos.

Para Paul Condon, presionado por los dos ¨²ltimos asesinatos de polic¨ªas ocurridos en Londres desde febrero pasado, las razones de la medida son de ¨ªndole puramente defensiva. "No puedo pedirles a los agentes que desarrollen su trabajo sin la protecci¨®n debida", dijo el lunes al presentar los modelos de armas ante los periodistas.

Sin embargo, parte de la opini¨®n p¨²blica brit¨¢nica, especialmente la clase pol¨ªtica, ha acogido con disgusto la noticia. "?Es el final del amigable bobby?", se preguntan algunos.

El ministro del Interior, Michael Howard, se ha apresurado a negarlo con energ¨ªa. "Estamos muy lejos todav¨ªa de una polic¨ªa armada", dijo.

Lo curioso del caso es que son los propios agentes los m¨¢s reacios a convertirse en un cuerpo armado al estilo de sus colegas del otro lado del Atl¨¢ntico y, en realidad, de casi todos los pa¨ªses del mundo.

La misma encuesta Gallup ha encontrado una. respuesta bastante tibia en los miembros de los cuerpos de seguridad. S¨®lo el 45% de los interrogados sobre la cuesti¨®n, son partidarios de llevar armas. ?Razones? La mayor¨ªa cree que su uso s¨®lo provocar¨¢ una escalada de la violencia y una mayor tendencia a armarse por parte de los delincuentes. Otros temen que muchos de sus compa?eros no est¨¦n psicol¨®gicamente preparados para tener en sus manos y usar un elemento tan radicalmente disuasorio.

Un amplio sector es partidario de armarse ¨²nicamente con los nuevos juguetes ofrecidos a Scotland Yard por el Ministerio del Interior: una nueva y m¨¢s contundente porra de material acr¨ªlico, nuevos chalecos protector es y unos controvertidos sprays rellenos de gas pimienta. Un arsenal menos contundente que las armas de fuego, pero m¨¢s acorde con las tradiciones que pesan tanto en el Reino Unido.