Ellos y nosotros
La patria de los gitanos no tiene los mismos l¨ªmites que la nuestra, aunque la nuestra les encierre. Lo suyo son caminos, de polvo y asfalto, pero tambi¨¦n de la sangre: rutas del parentesco, de familias y clanes, de apellidos, foman un mapa que s¨®lo ellos conocen y que se superpone al que est¨¢ en los libros como dibujado en un papel de seda. Tambi¨¦n transitan por senderos impuestos, huyendo del hambre y de la intolerancia.Europa se ha vuelto un lugar inh¨®spito para su etnia, y el normal que reclamen el derecho a moverse libremente por un territorio que proclamamos unido y libre. La realidad es que se les acosa, se les expulsa. Y no se les entiende.
Siglos de separaci¨®n entre las dos culturas, la paya y la gitana; siglos de opresi¨®n de la primera sobre la segunda. El resultado es que nosotros les conocemos poco o nada, y que ellos, conoci¨¦ndonos m¨¢s -el rat¨®n tiene que estudiar los movimientos del gato, para no dejarse atraparnos quieren poco.
Son la minor¨ªa de espa?oles menos respetada y m¨¢s desprotegida. Sombras oscuras en asentamientos de chabolas de f¨¢cil siembra para el delito, parias de la venta ambulante perseguidos por los municipales, verg¨¹enza para nosotros- de ni?os gitanos rechazados en los colegios, cr¨®nica de sucesos, carne de ca?¨®n.
Otras minor¨ªas se organizaron para hacer frente a su indefensi¨®n, pero a ellos les resulta m¨¢s dif¨ªcil, por su nomadismo y porque son muy pocos, comparativamente -electoralmente, no interesan a ning¨²n grupo pol¨ªtico-, y porque les resulta dif¨ªcil adaptarse a medidas de integraci¨®n que no respetan su cultura. Que se re¨²nan en un Congreso, en esta Andaluc¨ªa que, sin la aportaci¨®n gitana, perder¨ªa la mitad del color de su bandera, deber¨ªa servimos tambi¨¦n a los payos para abandonar los prejuicios y la ignorancia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.