Cartas in¨¦ditas de Jung muestran su rivalidad con su maestro Freud

"No he podido leer su ¨²ltimo libro, ese ¨¢rido racionalismo que utiliza me ha atacado toda la vida los nervios". 'Es demasiado bidimensional para m¨ª. Es la misma psicolog¨ªa que practicaba Kafka, al que tambi¨¦n encuentro insoportable". Carl Gustav Jung (1875-1961) no recurr¨ªa precisamente a la diplomacia a la hora de opinar sobre su maestro, Sigmund Freud. Estas frases extra¨ªdas de la correspondencia que el psicoanalista suizo mantuvo con su disc¨ªpula Jolande Jacobi desde 1928 hasta su muerte en 1961, son un buen ejemplo de ello. Las cartas ser¨¢n subastadas en Londres pr¨®ximamente.

Pero adem¨¢s la correspondencia constituye una pieza esencial para juzgar las tensiones entre las dos m¨¢ximas y divergentes figuras del psicoan¨¢lisis. Se trata de 87 cartas in¨¦ditas -56 manuscritas, 31 mecanografiadas- que la casa Sotheby's de Londres espera vender por no menos de cinco millones de pesetas.Muchas de las cartas de Jung enviadas a la doctora h¨²ngara Jacobi pretend¨ªan aclarar conceptos de su pensamiento con destino al libro La psicolog¨ªa de, C. G. Jung que Jacobi preparaba en esos a?os. De hecho, Jung tuvo siempre m¨¢s ¨¦xito que Freud con los colegas de sexo femenino, autoras, varias de ellas, de libros sobre el maestro.

Despu¨¦s de a?os de mantener una estrecha amistad y colaboraci¨®n, la ruptura entre Sigmund Freud y su disc¨ªpulo y heredero, Carl Gustav Jung -20 a?os m¨¢s joven que el psicoanalista vien¨¦s- se acab¨® casi violentamente al filo del inicio de la Primera Guerra Mundial. Jung, que hab¨ªa sido la esperanza de Freud, no s¨®lo por su talento sino por tratarse de un cualificado m¨¦dico no jud¨ªo, empez¨® a sentirse cada vez m¨¢s inc¨®modo con la sistematizaci¨®n y el dogmatismo del corpus doctrinario de Freud. Al tiempo que aumentaba su fascinaci¨®n por asuntos tan heterodoxos como la parapsicolog¨ªa, numerolog¨ªa o la sincronicidad.

Una de sus cartas a la doctora Jacobi resume las diferencias entre ambas actitudes con un crudo tono casi despectivo: "Freud tiene una doctrina. Yo no la tengo, me limito a describir los hechos. No intento teorizar a prop¨®sito de la neurosis, me limito a describir lo que ocurre en las personas neur¨®ticas; no tengo una teor¨ªa de los sue?os, s¨®lo describo mi m¨¦todo y los resultados que obtengo con ¨¦l... No uso la asociaci¨®n libre en el an¨¢lisis de los sue?os, procedo de una manera circular como lo hace el Talmud, cada sue?o tiene su propio significado..."

Jung aport¨® al psicoan¨¢lisis la teor¨ªa de los arquetipos y del inconsciente colectivo y jam¨¢s comparti¨® la profunda aversi¨®n de Freud hacia la religi¨®n. S¨ª coincidieron ambos en percibir el peligro del ascendente nazismo en Alemania. En una de las cartas que ser¨¢n subastadas por Sotheby's, fechada en 1933, Jung dice: "estamos asistiendo a una escalada sin precedentes del puer eternus (es decir el eterno ni?o, arquetipo jungiano referido en este caso a Adolf Hitler), cuyas consecuencias son impredecibles". Y a?ade: "sus opiniones en pol¨ªtica exterior ser¨ªan c¨®micas si no provocaran un entusiasmo tan peligroso".