Di¨¢logo en Oslo

LAS CONVERSACIONES en Oslo de Yasir Arafat y del ministro isrel¨ª de Exteriores, Sim¨®n Peres, no s¨®lo han servido para superar el conflicto surgido a causa de unas declaraciones del jefe de la OLP en Sur¨¢frica, sino que han supuesto un impulso adicional para los preparativos de las etapas del proceso de paz ulteriores a la retirada israel¨ª de los territorios ocupados. Ese conflicto no era balad¨ª: la derecha israel¨ª ha difundido unas cintas en las que se oye a Arafat, ante un p¨²blico de musulmanes surafricanos, llamar a la yihad, Rabin reaccion¨® duramente con palabras de ruptura. Sin embargo, la explicaci¨®n de Arafat (yihad no significa necesariamente guerra santa, y ¨¦l habl¨® en un sentido religioso, preconizando una cruzada espiritual) ha sido aceptada por el Gobierno israel¨ª, lo cual ha permitido seguir las negociaciones.En una ¨¦poca anterior es muy probable que esta ambig¨¹edad sobre un t¨¦rmino tan delicado hubiese puesto en entredicho las conversaciones, o causado su interrupci¨®n. Que esta vez se haya superado con relativa rapidez se debe sobre todo a la naturaleza nueva de las relaciones entre Israel y la OLP: ahora, m¨¢s que lo dicho por los dirigentes, lo que cuenta es la realidad que se est¨¢ transformando en Gaza y Jeric¨®. La evacuaci¨®n israel¨ª se ha realizado, la transici¨®n se plasma en hechos concretos, con la presencia ahora de las autoridades y la polic¨ªa palestinas sobre el terreno. Dentro de un mes, Arafat estar¨¢ instalado en Jeric¨®. El cambio est¨¢ en marcha, y no puede ya supeditarse a una palabra m¨¢s o menos desafortunada.

Por otro lado, lo que el incidente s¨ª ha puesto de relieve es la gravedad que tendr¨¢ el destino de Jerusal¨¦n cuando llegue el momento de abordarlo. A¨²n que da tiempo, pero conviene que desde ahora los pa¨ªses deseosos de contribuir a la paz, y sobre todo EE UU, el principal mediador, se preparen para ablandar las intransigencias y superar los numerosos y muy arraigados recelos y malentendidos.

En todo caso, hoy el hecho esencial es que el cambio en Gaza y Jeric¨® marcha bien a pesar de los conflictos inevitables. Todos lo reconocen. Este resultado positivo permite a Peres y a Arafat seguir adelante en el, desarrollo del proceso de retirada de las tropas israel¨ªes. El punto esencial del di¨¢logo de Oslo est¨¢ en el acuerdo para emprender en Washington, en breve plazo, una nueva negociaci¨®n para la transferencia del poder en los otros territorios ocupados. Se afronta as¨ª la evacuaci¨®n israel¨ª de toda Cisjordania.

La experiencia de Gaza y Jeric¨® ser¨¢ una gran ayuda para resolver los problemas en zonas mucho m¨¢s extensas y m¨¢s pobladas. En esta negociaci¨®n tendr¨¢ especial relevancia el problema de los asentamientos jud¨ªos en tierras palestinas. La experiencia demuestra que son focos de resistencia al proceso de paz y de ataque contra los palestinos, muchas veces fuera del control del Gobierno israel¨ª.