La diplomacia de Estados Unidos muestra una apertura hacia el futuro papel de los islamistas en Argelia

La Administraci¨®n del presidente estadounidense, Bill Clinton, se est¨¢ preparando para el eventual ascenso al poder de los islamistas en Argelia al adoptar una pol¨ªtica que evite que EE UU sea acusado de ser el Gran Sat¨¢n como ya ocurri¨® en Ir¨¢n, con la habitual ret¨®rica antioccidental de los movimientos revolucionarios isl¨¢micos. La aproximaci¨®n norteamericana a Argelia implica la aceptaci¨®n de una potencial rep¨²blica revolucionaria isl¨¢mica. Sin embargo, la Administraci¨®n Clinton sigue intentando mantener a Ir¨¢n aislado econ¨®mica y militarmente.Altos funcionarios de EE UU admiten que no existe m¨¢s opci¨®n que reconocer la fuerza del islamismo en Argelia, ya que el Gobierno est¨¢ perdiendo terreno frente a los integristas en una guerra brutal.

EE UU ha presionado al Gobierno argelino a fin de que respete los derechos humanos y privatice la econom¨ªa, con objeto de atraer a los ciudadanos hacia v¨ªas de di¨¢logo. ?sta es la misma pol¨ªtica que aplicar¨ªa a los islamistas si llegasen al poder. As¨ª se evitar¨ªan en el futuro las acusasiones de aplicar un doble rasero.

Los analistas de Washington no esperan que se produzca un efecto domin¨® si Argelia se convierte en un pa¨ªs islamista, aunque este hecho podr¨ªa animar a otros movimientos isl¨¢micos en Egipto, T¨²nez y, quiz¨¢s, Marruecos. En resumen, la nueva doctrina de EE UU rechaza que un ¨¦nfasis en los valores tradicionales isl¨¢micos "entre inevitablemente en conflicto con Occidente".