Sin tirarse al monte
En un art¨ªculo reci¨¦n publicado en Le Monde, Michel Bole-Richard, corresponsal en Madrid del diario franc¨¦s, ha elogiado el buen funcionamiento de la democracia espa?ola en la crisis desencadenada por los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n ligados a la larga gesti¨®n gubernamental socialista. "Espa?a escribe, "da un hermoso ejemplo de su madurez democr¨¢ticaEs cierto que algunos columnistas y tertulianos est¨¢n volviendo a sacar los pies del tiesto. La Espa?a ultra, la que, desde la izquierda o la derecha, siente unas irrefrenables ansias de tirarse al monte, sobrevive a trav¨¦s de esos apocal¨ªpticos. Pero ese fen¨®meno, inquietante pervivencia de la combinaci¨®n de falangismo y anarquismo que destruy¨® la II Rep¨²blica, no ha contagiado a las instituciones, ni a los principales dirigentes. Ni se han producido alteraciones del orden p¨²blico, ni rebeliones en la Administraci¨®n, ni se han cruzado otros exabruptos que los normales en cualquier parlamento vivaz. Y, como subraya Bole-Richard, la prensa ha actuado con gran libertad, los debates parlamentarios han sido serios y se han producido numerosas dimisiones.
Aunque un pel¨ªn sopor¨ªferas, las intervenciones televisivas de Gonz¨¢lez y Aznar en la pen¨²ltima. medianoche, debieron sosegar a los que temen que los espa?oles se enzarcen otra vez en peleas inciviles. Ambos estuvieron serenos y moderados. Gonz¨¢lez neg¨® que la derecha sea un peligro para la democracia y pidi¨® a los suyos que no usen el inmovilista argumento del miedo. Aznar dej¨® sentado que asistimos a una crisis del Gobierno y del partido del Gobierno, y no a una crisis del sistema. Y, como es su deber, hizo un canto de las virtudes de la alternancia, algo que ocurre peri¨®dicamente en las democracias sin que el cielo se derrumbe.
Si Gonz¨¢lez logra calmar la demagogia frente populista de algunos de los suyos y Aznar consigue que sus cuadros m¨¢s vocingleros dejen de dar pretextos a esa demagogia, la campa?a, aun que dura, no desbarrara.
Gonz¨¢lez est¨¢ en su derecho al insistir que las pr¨®ximas elecciones son europeas y que la legitimidad para gobernar hasta 1997 se la dio una mayor¨ªa de espa?oles en las legislativas del pasado junio. Pero en Antena 3 acept¨® que "una cat¨¢strofe electoral" le obligar¨ªa a "una reflexi¨®n", se supone que sobre su continuidad en La Moncloa. ?Qu¨¦ ser¨ªa una "cat¨¢strofe"? Los socialistas sit¨²an el list¨®n en torno a unos 10 puntos de ventaja para los populares, y ¨¦stos dan la impresi¨®n de que arrojar¨ªan las campanas al vuelo a partir de unos cuantos votos de diferencia. M¨¢s templados, los analistas de los institutos de sondeo consideran que, dado el car¨¢cter de las europeas unos comicios en los que se aparca el criterio del voto ¨²til para primar el de castigo al gobernante, una ventaja del PP inferior a 5 puntos no ser¨ªa un desastre para el PSOE. Por contra, una victoria del PP de entre 5 y 10 puntos representar¨ªa una severa advertencia a Gonz¨¢lez
Aznar tambi¨¦n est¨¢ en su derecho al reclamar "una lectura pol¨ªtica en clave interna" de las europeas. La prueba de que no andamos tan lejos de nuestros vecinos europeos es que el euroescepticismo y la prioridad dada a las preocupaciones nacionales no son fen¨®menos espec¨ªficamente espa?oles. Los brit¨¢nicos y los alemanes, por s¨®lo citarlos a ellos, tambi¨¦n se expresar¨¢n prioritariamente el 12 de junio sobre el porvenir de John Major y Helmut Kohl.
Pensando en Espa?a y pensando en el porvenir de la izquierda, los socialistas deber¨ªan ir preparando su estrategia para salir de la escena gubernamental. En la noche del jueves, su principal aliado, Jordi Pujol, les tir¨® un dardo al afirmar que sienten "horror" ante la posibilidad de perder el poder y que el temor a la alternancia es una muestra de "ininadurez democr¨¢tica". Pensando en Espa?a y pensando en culminar su conquista del electorado centrista, los populares deben refrenar su impaciencia, moderar a¨²n m¨¢s su tono y tender puentes hacia los nacionalistas catalanes y vascos. Como acaban de proponer en este peri¨®dico Juan Luis Cebri¨¢n y Miguel Herrero de Mi?¨®n, unos y otros deber¨ªan ser capaces de pactar a partir del 13 de junio una salida consensuda a la crisis.
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