UVI de aves rapaces

Tienen todos los instrumentos necesarios para hacer pruebas anal¨ªticas, placas con rayos X y quir¨®fano para cirug¨ªa, como cualquier hospital. Pero hasta hace dos a?os, Jes¨²s Cuenca, propietario de la cl¨ªnica canina Aries de Alcorc¨®n (140.000 habitantes), animado por tres monitores ambientales del grupo Ibernat, no se decidi¨® a utilizar las posibilidades m¨¦dicas de su sanatorio para atender urgencias de fauna salvaje: "Estaba hasta el gorro de ver perros. Llevo 15 a?os cuid¨¢ndolos y me apetec¨ªa hacer otra cosa".Nunca cierran. Siempre hay un veterinario de guardia a cualquier hora del d¨ªa y de la noche. "Esto es como una UVI, siempre disponibles", dice Cuenca. "Ahora mismo, junto con otro quir¨®fano que ha montado Grefa (grupo ecologista), somos los ¨²nicos que operamos animales salvajes, especialmente aves rapaces". Juanjo y Ra¨²l, de Ibernat, asienten con la cabeza las palabras del "jefe", como le llaman.

Por sus manos han pasado ya m¨¢s de un centenar de animales. "Casi todos con el mismo cuadro m¨¦dico: disparos, atropellos o choques contra tendidos el¨¦ctricos", explica Juanjo Cicu¨¦ndez, "el experto", como le bautiza Cuenca. Tambi¨¦n han probado la camilla del quir¨®fano zorros, jinetas y "hasta una pit¨®n", dicen.

Sin ninguna ayuda econ¨®mica, "todo lo pagamos con lo que sacamos de los perros", dice Cuenca, obran el milagro de recuperar por 5.000 o 10.000 pesetas lo que en Estados Unidos costar¨ªa medio mill¨®n. S¨®lo el 30% de sus enfermos con plumas vuelven a volar; el otro 70% llegan a la cl¨ªnica irrecuperables y se desv¨ªan a otros centros para utilizarlos de sementales o divulgaci¨®n.

Ellos mismos elaboran sus propias tablas anal¨ªticas, "aunque nos mandan trabajos que hacen en Minessotta para tener una referencia". Tanto la Fundaci¨®n Jos¨¦ Mar¨ªa Blach, como Brinzal, Grefa, Cicas y dem¨¢s grupos ecologistas que trabajan con rapaces, conocen de sobra Aries. "La Polic¨ªa Municipal de Alcorc¨®n y el Seprona (Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza de la Guardia Civil) tambi¨¦n nos mandan aves", recuerda Juanjo,

Seg¨²n llegan a la cl¨ªnica, las aves est¨¢n 24 horas en observaci¨®n. "se les hacen pruebas de heces, garganta, etc¨¦tera", instruye Cuenca. Luego, dormidas, se les hace una radiograf¨ªa. "Ah¨ª se decide si se opera o recibe tratamiento sintom¨¢tico", contin¨²a el jefe. Si se toma la primera opci¨®n, el posoperatorio durar¨¢ 25 d¨ªas; si no, en una semana ya estar¨¢n listas. "Se les hacen otras placas y se' derivan, o bien al centro de divulgaci¨®n, o a voladeros, para que se recuperen".

Diez cajones de madera son las habitaciones de los plum¨ªferos. Cada vez que hay un nuevo paciente se desinfectan. "Para manejar las aves hay que ponerse guantes y limarles las u?as" dice Juanjo.

El ¨²ltimo enfermo que ha pasado por la cl¨ªnica ha sido un milano real, hembra, de tres a?os. Se llama Iber. Ingres¨® hace un mes con una intoxicaci¨®n y ayer se le solt¨®. Un d¨ªa antes de volver a su h¨¢bitat pas¨® por el quir¨®fano para un implante de pluma. "Un poco de cola, con una broca fina, y en 20 minutos ya est¨¢".