Solzhenitsin afirma que Rusia es una "seudo democracia" y critica las reformas de Yeltsin
ENVIADA ESPECIAL Alexandr Solzhenitsin se incorpor¨® ayer a la vida pol¨ªtica interna de Rusia con una dura cr¨ªtica a la reforma descerebrada que inici¨® el economista Yegor Gaidar en 1.992 y una denuncia de la indiferencia ante el destino de los rusos que viven en las rep¨²blicas de la desaparecida URSS, especialmente en Kazajst¨¢n. En la primera rueda de prensa tras el retorno, el escritor se neg¨® expl¨ªcitamente a dar su opini¨®n sobre el presidente Bor¨ªs Yeltsin, pero coment¨® con pesadumbre los procesos ocurridos desde que el comunismo se desmoron¨® en 1991. "No tenemos una democracia..." [en Rusia], dijo, antes de a?adir: "Esto es una seudo democracia".
La salida del comunismo ha sido "torpe" y "destructiva", dijo SoIzhenitsin, para quien las ra¨ªces de todos los males de Rusia tienen que ver con esta ideolog¨ªa. "A¨²n no han dejado el poder todos los que deb¨ªan. La gente no controla su destino. No tenemos democraciaLos altos precios de los v¨ªveres en un mercado local fueron uno de los primeros impactos vivos que recibi¨® Alexandr Is¨¢yevich de su pa¨ªs, tras 20 a?os, de exilio. "Se me salieron los ojos de las ¨®rbitas", exclam¨®. Seg¨²n Solzhenitsin, desde 1986 en Rusia no se ha hecho una reforma econ¨®mica entendida como un sistema de medidas interrelacionadas. Lo que hay, dijo, son dos elementos se arados, a saber: una liberalizaci¨®n de precios sin destruir los monopolios, y una privatizaci¨®n enga?osa y depredadora, sin control social alguno.
"Padecemos bajo los escombros del comunismo", dijo el escritor, que pidi¨® tiempo para reforzar, verificar o corregir las opiniones que ya tiene formadas sobre el m¨¢ximo l¨ªder ruso. Desde Mosc¨², Yeltsin le envi¨® ayer un telegrama de bienvenida, en el que le pide que ponga su talento y su experiencia de historiador y de pensador al servicio de Rusia. Saliendo al paso de los reproches de haber regresado tarde, Solzhenitsin, que tiene 75 a?os, afirm¨® que su vuelta es oportuna y su presencia necesaria ahora que la gente puede pensar ya en su destino, una vez pasada "la espuma asquerosa de la porquer¨ªa".
El autor de Archipi¨¦lago Gulag fue especialmente duro con Mija¨ªl Gorbachov, a quien critic¨® por diversos motivos, incluido el intento de demorar lo m¨¢s posible la publicaci¨®n de sus obras en Rusia. El escritor calific¨® de "hip¨®crita" al ¨²ltimo l¨ªder sovi¨¦tico y le acus¨® de haber perdido siete a?os durante los cuales, dijo, su preocupaci¨®n principal hab¨ªa sido dejar colocada a la nomenklatura comunista.
Solzhenitsin arremeti¨® contra las fronteras entre Rusia y KazaJst¨¢n, a su jucio un producto artificial de las concepciones comunistas de Lenin. Tambi¨¦n acus¨® a Nursult¨¢n Nazarb¨¢yev, el presidente de Kazajist¨¢n, de querer someter a la mayor¨ªa rusa de esa rep¨²blica a la minor¨ªa ¨¦tnica kazaja y calific¨® de "bandidismo" las recientes elecciones parlamentarias en ese pa¨ªs.
El escritor no quiere ocupar ning¨²n puesto pol¨ªtico, pero s¨ª pretende desempe?ar un papel en el futuro del pa¨ªs con sus ideas. La reconciliaci¨®n nacional no es, seg¨²n dijo, la firma de un documento condicionado y dudoso, sino algo m¨¢s profundo que exige "una purificaci¨®n espiritual a trav¨¦s del arrepentimiento".
Extendiendo el ¨ªndice con gesto amenazador, el antiguo maestro rural critic¨® ayer los anglicismos que los rusos -"como monos"- han incorporado a su vocabulario cotidiano, comenzando por voucher (bono) de privatizaci¨®n, siguiendo con holding (consorcio) y rating (valoraci¨®n). Sumamente impermeable a la influencia occidental, el escritor se reafirm¨® como ruso y explic¨® que sus hijos, ciudadanos norteamericanos, no participan en la vida pol¨ªtica de aquel pa¨ªs.
Un hotel con cucarachas
Solzhenitsin ha satisfecho su deseo de conocer c¨®mo viven sus conciudadanos de a pie aloj¨¢ndose en el hotel VIadivostok, por cuyas habitaciones se pasean tranquilamente las cucarachas y que carece de un restaurante propiamente dicho. La direcci¨®n del hotel no pudo lograr que las autoridades de la ciudad restablecieran el servicio de agua caliente en honor al ilustre hu¨¦sped. Cuatro barrios de este puerto del Pac¨ªfico carecen actualmente de agua caliente debido a la reparaci¨®n anual del sistema centralizado de suministro.SoIzhenitsin comi¨® ayer en uno de los dos vagones de tren que el Gobierno ruso ha puesto a su disposici¨®n y que se encuentran aparcados en una de las v¨ªas del ferrocarril transiberiano. Los vagones, provistos de todo tipo de comodidades, son semejantes a los que sol¨ªan usar los ministros sovi¨¦ticos y albergar¨¢n a la familia Solzhenitsin y a un equipo especial de la BBC durante el periplo por el interior de Rusia que iniciar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas y que puede durar hasta mitad del verano, seg¨²n manifest¨® Sergu¨¦i, uno de los empleados de la caravana.
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