Palestina, en marcha
LA NUEVA vida en las zonas palestinas de las que se ha retirado el Ej¨¦rcito de ocupaci¨®n israel¨ª se organiza bajo serias dificultades. No puede sorprender. Hay en esas zonas grupos radicales como Ham¨¢s, enemigos de la paz y de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), que quieren hacer fracasar esta primera experiencia de autogobierno palestino; son los que organizan atentados contra los colonos israel¨ªes. Tambi¨¦n entre estos hay grupos que aspiran a impedir por la violencia que puedan asentarse las nuevas autoridades palestinas. Pero tambi¨¦n es cierto que los palestinos avanzan por ahora sin cat¨¢strofes traum¨¢ticas en su proyecto de crear las primeras bases de una autoridad nacional propia.Cada atentado en Gaza o Jeric¨® levanta entre la poblaci¨®n de Israel protestas airadas, que los grupos anti¨¢rabes extremistas magnifican y utilizan para presionar a Rabin, exigiendo una conducta m¨¢s en¨¦rgica, incluida la anulaci¨®n de los acuerdos de El Cairo y operaciones militares. Esas actitudes calan en el Gobierno de Rabin. El ministro de la Polic¨ªa, Moshe Shahal, declar¨® en fecha reciente que Israel podr¨ªa suspender el proceso de aplicaci¨®n de los acuerdos de El Cairo si segu¨ªan los atentados.
En este clima, el Gobierno israel¨ª organiz¨®, en la noche del 20 al 21 de mayo, el rapto de Al¨ª Dirani, uno de los jefes del Hezbol¨¢ (un grupo islamista radical), a unos 100 kil¨®metros al interior del territorio liban¨¦s. Debilitar a ese grupo no le viene mal a la OLP, puesto que Dirani es uno de los l¨ªderes de la desestabilizaci¨®n del proceso de paz. Pero, sin duda, es Siria la v¨ªctima m¨¢s directa de esa Operaci¨®n israel¨ª.
No se puede poner en el mismo plano los atentados que golpean a los jud¨ªos en Gaza o Jeric¨® y esa operaci¨®n de comando del Ej¨¦rcito israel¨ª ordenada personalmente por Rabin. De hecho, viola toda la legalidad internacional. Con esta operaci¨®n, de la que Rabin espera obtener informaci¨®n sobre la suerte de un soldado israel¨ª desaparecido en combate, el primer ministro israel¨ª no refuerza precisamente su autoridad moral para exigir a Arafat que cumpla los textos firmados.
Arafat, por su parte, ha constituido su Gobierno en T¨²nez, a falta de algunos ministros, y ha anulado en Gaza y Jeric¨® toda la legislaci¨®n israel¨ª. Es un gesto que, si bien se explica en el plano pol¨ªtico, (?c¨®mo van a aplicar las nuevas autoridades las leyes de Israel?), en el plano jur¨ªdico podr¨ªa generar el caos, ya que no existe una legislaci¨®n anterior. No parece l¨®gico que se remonte a una mezcla de disposiciones legales de los imperios otomano y brit¨¢nico.
Todo ello confirma la necesidad de superar esta etapa inevitable de provisionalidad y de preparar, como subrayaron en su ¨²ltimo encuentro Arafat y Peres, la retirada de las tropas y administraci¨®n israel¨ª de otras zonas de los territorios ocupados, y que la autoridad palestina se establezca en un ¨¢mbito suficiente para organizar la aplicaci¨®n de las competencias que le corresponden.
En la situaci¨®n presente, lo fundamental es evitar que pueda descarrilar el tren por causas secundarias, que no ata?en al objetivo fundamental de establecer la paz. Es por ello muy lamentable que las relaciones entre Arafat y Rabin hayan sufrido un deterioro serio en los ¨²ltimos tiempos. Despu¨¦s del esfuerzo de conciliaci¨®n que ambos hicieron en El Cairo, ahora dan la impresi¨®n de hablar en muchos casos pensando m¨¢s en aplacar -o gustar- a sus extremistas respectivos. Cuando Arafat llama a la yihad (guerra santa) en Sur¨¢frica o cuando Rabin amenaza a Arafat y felicita al comando que rapt¨® al l¨ªder de Hezbol¨¢ no se est¨¢, favoreciendo el clima necesario para este duro, tortuoso pero imprescindible proceso de paz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Franja Gaza
- Opini¨®n
- Yasir Arafat
- Cisjordania
- OLP
- Pol¨ªtica exterior
- Territorios palestinos
- Israel
- Negociaciones paz
- Oriente pr¨®ximo
- Conflicto ¨¢rabe-israel¨ª
- Geopol¨ªtica
- Proceso paz
- Asia
- Organizaciones internacionales
- Gobierno
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n Estado
- Conflictos
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica