Corazoncito caliente del rodeo

La cantante country m¨¢s popular en Espa?a comenz¨® en Vitoria su gira europea. No empez¨® mal. Ante un p¨²blico previamente entregado a la c¨¢lida voz de la sure?a (Birmingham, Alabama, 1947), Emmylou Harris se mostr¨® en todo su esplendor, haciendo gala de sus grandes posibilidades t¨¦cnicas, tanto para las baladas como para el country-rock o el blues blanco m¨¢s puro. El concierto estuvo dividido en cuatro partes bien diferenciadas y que fueron acentuando el delirio de la concurrencia que llenaba el Mendizorroza.La primera parte, con Roses in the snow como apertura, gracias a un interesante d¨²o con Carl Jackson, abri¨® la caja de los recuerdos; esto es, una selecci¨®n de los viejos ¨¦xitos de Eminylou, en la que no pudieron faltar Hello stranger, Amarillo o Poncho y lefty. Todas las versiones convenientemente remozadas con un sonido bastante duro y estupendamente marchoso de los Nash. En esta primera parte, Harris todav¨ªa tuvo tiempo para rendir un homenaje al rey del bluegrass, Bill Monroe, y a "demostrar", con Blue Kentucky girl, "c¨®mo se canta blues en Kentucky".

Alta temperatura

La segunda parte estuvo centrada en los trabajos aportados por su ¨¢lbum de 1992. Cuando, con una voz cada vez m¨¢s unida a la banda y al p¨²blico, comenz¨® a desgranar las primeras estrofas de Guitar town, la temperatura subi¨® -bastantes grados. A ello contribuy¨® notablemente el acompanamiento de los Nash (a resaltar el virtuosismo de Al Perkins al dobro), que encandil¨® al p¨²blico m¨¢s joven.La tercera parte estuvo dedicada a la promoci¨®n de su ¨²ltimo album, Cowgirl's prayer, a¨²n no publicado en Espa?a, y que ella misma ha definido como un album m¨¢s cercano al folk que al country, lo cual no le ha impedido situarse en buenos lugares dentro de Ias listas de ¨¦xito de la m¨²sica campera en Estados Unidos.

Pero Emmylou vio claramente que los m¨¢s j¨®venes estaban por, la juerga t¨ªpica de un s¨¢bado noche y no tuvo ning¨²n reparo en modificar su estrategia en la cuarta y ¨²ltima parte. Comenz¨® por dejar a la banda que siguiera los pasos de Vassar Clements con improvisaciones del estilo de jazz-country, primero, y luego lanz¨¢ndose por la v¨ªa del rhythm and blues. Todo ello para llegar a un final totalmente espont¨¢neo en el que no falt¨®un recuerdo a Patsy Cline y a las peticiones de los espectadores.

En definitiva, Emmylou Harris ha demostrado que mantiene todas las virtudes musicales que le han convertido a lo largo de estos a?os en la Sweetheart of the rodeo (Corazoncito caliente del rodeo).