"Es ingenuo pensar que la liberalizaci¨®n de la droga har¨¢ desaparecer las mafias"
Todav¨ªa no sabe d¨®nde tendr¨¢ su despacho ni d¨®nde se ubicar¨¢ dentro de la a¨²n confusa estructura del superministerio de Justicia e Interior. Pero se le nota ilusionado con su nueva tarea de viceministro. Carlos L¨®pez Ria?o, de 54 a?os, militante socialista con m¨¢s de un cuarto de siglo de antig¨¹edad, se ha hecho cargo de la Secretar¨ªa el e Estado del Plan Nacional sobre Drogas, Conservar¨¢ su esca?o de diputado, aunque deja de ser portavoz a juat, su grupo parlamentario. Especialmente satisfecho se siente de que en su toma de posesi¨®n estuvieran sus viejos compa?eros de la corriente Izquierda Socialista, junto al, superministro Juan Alberto Belloch.Pregunta. Su antecesor, el Baltasar Garz¨®n, era aparentemente m¨¢s dado a dedicarse a la represion del narcotr¨¢fico que a la prevenci¨®n o rehabilitaci¨®n de los toxic¨®manos. ?Va a continuar ¨²s-ted con esta l¨ªnea?
Respuesta. Yo no quiero in clinarme ni por una cosa 1 ni por otra. Pretendo lograr un equilibrio entre ambos aspectos.
P. En cualquier caso, parece que es totalmente opuesto a la liberalizaci¨®n de la droga o a que haya una mayor permisividad legal.
R. No soy contrario a algo que, la sociedad decidiera democr¨¢ticamente. Pero si lo soy de quienes suscitam debates prematuros o con datos insuficientes, que s¨®lo sirven para. confundir a la opini¨®n p¨²blica. Yo me pregunto: ?Sabemos, cu¨¢les son los efectos reales de: la liberalizaci¨®n de la droga?.?hemos analizado el coste econ¨®mico y social que se producir¨ªa si un mayor n¨²mero de personas optase libremente por su consumo? Yo no tengo una respuesta clara. Y, adem¨¢s, siempre habr¨¢ gente que exija que el Estado atienda a los marginados.
P. ?C¨®mo y d¨®nde cree que se puede articular ese debate social que usted propugna sobre este asunto de la legalizaci¨®n o no de las drogas?
R. Me parece que un buen lugar para hablar de este fen¨®meno ser¨ªa el Parlamento, aprovechando los debates que se van a suscitar con el nuevo C¨®digo Penal, lo que dar¨¢ ocasi¨®n a que los grupos parlamentarios y los diversos sectores sociales expongan sus ideas. Eso es algo que yo deseo sinceramente. Y con esos elernentos podremos seguir avanzado respecto a cu¨¢l es el conjunto de resoluciones que podemos poner en marcha.
P. ?La liberalizaci¨®n y la despenalizaci¨®n total de la droga supondr¨ªa la desaparici¨®n de las grandes mafias que controlan ahora este negocio?
R. A m¨ª me parece que no. Creo que la despenalizaci¨®n del comercio de sustancias como la hero¨ªna o la coca¨ªna suscitar¨ªa un nuevo comercio il¨ªcito obre otras susancias m¨¢s peigrosas y de mayor riesgo social. Es ingnuo pensar que las grandes bandas organizadas han a desaparecer s¨®lo porque nosostros tomemos una decisi¨®n. Y m¨¢s a¨²n si esa decisi¨®n la adopta solamente Espa?a...
P. ?Qu¨¦ ocurrir¨ªa entonces?
R. Pues que estas bandas se pasar¨ªan a las llamadas drogas de dise?o, las drogas sint¨¦ticas. Las mafias siempre encuentran una brecha para seguir con el negocio.
P. Una reciente sentencia de la Audiencia Nacional sosten¨ªa que el ¨¦xtasis es una droga que no causa grave da?o a la salud. Otras sentencias judiciales sostienen lo contrario. ?No creest¨¢ un tanto desorientada sobre los efectos de los estupefacientes?
R. Es posible que la opini¨®n p¨²blica est¨¦ desconcertada. Yo me propongo mpezar a halar con experos de las faculades de Medicia o de Farma?a, adem¨¢s de on otros exvertos, para tratar de clarificar este aspecto.
P. Mientras tanto? usted est¨¢ decidido a luchar contra el narcotr¨¢fico ?no?
R. Perseguir el narcotr¨¢fico es algo que nos imponen las leyes democr¨¢ticas y es imprescindible atender esa solicitud. Y se pueden hacer muchas m¨¢scosas de las que se han hecho hasta ahora. La sociedad tiene que generar un rechazo a este fen¨®meno que nos impide el desarrollo de la libertad. Yo har¨¦ un esfuerzo de coordinaci¨®n y de di¨¢logo con las comunidades aut¨®nomas y con los dem¨¢s paises de la Uni¨®n Europea.
P. ?Intentar¨¢ tambi¨¦n mejorar la coordinaci¨®n entre la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y las dem¨¢s fuerzas policiales?
R. Eso es imprescindible.Pero tambi¨¦n hay que lanzar un mensaje de credibilidad hacia los agentes que luchan contra la droga, que se mueven en un mundo muy peligroso y lleno de tentaciones.
P. El ministro Juan Alberto Belloch pretendi¨® hace unos d¨ªas resucitar una nueva versi¨®n del famoso art¨ªculo de la patada en la puerta ideado por el ex ministro del Interior J¨®se Luis Corcuera. ?Es necesario este art¨ªculo para luchar eficazmente contra la droga?
R. Es importante, tener un instrumento legal que permita emplear mayor contundencia en la persecuci¨®n de este delito. Pero no me corresponde a mi estudiar su formulaci¨®n.
P. ?Es partidario entonces de emplear la ley Corcuera contra la droga?
R. Yo no digo eso. Lo que s¨ª digo es que sise puede llegar a formular un instrumento legal que, respetando los derechos constitucionales, sirva para obtener mayores rendimientos, hay que intentarlo. El narcotr¨¢fico es una forma de delincuencia moderna a la que posiblemente haya que combatir acudiendo a nuevos instrumentos.
P. ?Son suficientes los mecanismos legales ya existentes contra el lavado de dinero procedente del tr¨¢fico de drogas?
R. La norma es muy reciente y estamos ahora empezando a caminar por esa v¨ªa. Si el tiempo demuestra que hay alguna laguna, habr¨¢ que subsanarla.
P. Todo el mundo parece proclive a que se ayude a los toxic¨®manos. Sin embargo, luego hay muchos ciudadanos que no quieren tener en su calle un centro de reuni¨®n de ex toxic¨®manos.
R. Eso demuestra que hay una desinf¨®rmaci¨®n profunda. Porque est¨¢ demostrado que donde hay un centro de ex drogadictos hay menor riesgo de delincuencia. Es preciso insistir para que la sociedad cuente con suficientes elementos de juicio sobre este tema. Si la gente lo conociera, no se opondr¨ªa visceralmente.
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