Desestabilizaci¨®n
CON EL general asesinado ayer se elevan a cinco las v¨ªctimas mortales de ETA en los dos ¨²ltimos meses. Pero lo que esta ofensiva revela no es tanto que ETA est¨¦ m¨¢s fuerte como que el Estado est¨¢ m¨¢s d¨¦bil. Los terroristas se han dado cuenta. A comienzos de mayo, el portavoz de Herri Batasuna (HB) anunciaba una intensificaci¨®n de la "estrategia de desestabilizaci¨®n", porque "todos los acontecimientos que est¨¢n ocurriendo nos llenan de raz¨®n para exigir una profunda transformaci¨®n del sistema. Nos proponemos intensificar la lucha para tumbar este sistema pol¨ªtico". El sistema que ETA pretende tumbar es el democr¨¢tico, acogi¨¦ndose esta vez -como lo hizo en el comunicado difundido ayer- a la corrupci¨®n y a la supuesta degradaci¨®n de las instituciones. Ya lo intent¨® a finales de los setenta con su campafia de atentados contra miembros de las Fuerzas Armadas. Desestabilizar a ¨¦stas, y con ellas a la democracia, fue el objetivo que estuvieron a punto de lograr con la colaboraci¨®n de Tejero y otros.En una entrevista emitida por la televisi¨®n alemana, y cuyo contenido reproduc¨ªa hace poco el diario Egin, un portavoz de los terroristas se jactaba del car¨¢cter selectivo de las acciones de ETA: "?D¨®nde se ha visto morir a tantos militares de alta graduaci¨®n?", preguntaba ret¨®ricamente el tonto de guardia, orgulloso de la haza?a de que tuvieran esa profesi¨®n algo m¨¢s del 10% de las m¨¢s de 700 v¨ªctimas de ETA. "Nuestro objetivo", a?ad¨ªa, "han sido siempre los que oprimen a nuestro pueblo". El atentado de ayer se produce un d¨ªa despu¨¦s de que los amigos de ETA convocasen una manifestaci¨®n contra el "terrorismo de Estado", al que atribuyen la responsabilidad de los "atentados indiscriminados" que el domingo mutilaron en Vizcaya a dos mujeres y un hombre.
Tal vez no fuera cosa de ETA, pero en manera alguna constituye un argumento el que lo diga HB: hoy mismo hace un a?o, el 2 de junio de 1993, cuatro d¨ªas antes de las elecciones legislativas, ETA asesin¨® en San Sebasti¨¢n a un joven toxic¨®mano. Desde HB se atribuy¨® el atentado a los enemigos de la causa vasca, que pretend¨ªan peiJudicar sus candidaturas. ETA tard¨® casi tres meses en reconocer su autor¨ªa. Acab¨® haci¨¦ndolo en un, comunicado que public¨® Egin. Y mucho menos es un argumento contra la responsabilidad de ETA, como pretende HB, el "car¨¢cter indiscriminado" de los atentados del domingo. Entre 1978 y 1991, un total de 21 menores de edad fallecieron a causa de atentados de ETA. Pero si ese memorial de cr¨ªmenes no bastase, los propios terroristas ridiculizaron ayer a sus valedores tratando de culminar su haza?a mediante el estallido de un coche bomba colocado en una calle de Madrid frente a dos guarder¨ªas. La vida de un etarra "vale cien veces m¨¢s que la de un hijo de txakurra ", escrib¨ªa hace dos a?os un miserable, despu¨¦s de que una bomba matase a un ni?o de dos a?os en Erandio.
?Acaso no fue ¨¦se un atentado indiscriminado? ?No lo fue el de Hipercor o los realizados contra los cuarteles de Vic o Zaragoza? ?Y las cartas bomba que circulan de mano en mano antes de estallar, por ejemplo, en las de la madre de un funcionario de prisiones? ?Qu¨¦ diferencia existe entre las bombas colocadas el domingo en la playa de La Arena, en Muskiz, Vizcaya, y las que cada temporada tur¨ªstica estallan en las playas y hoteles del Mediterr¨¢neo? ?Tienen esos atentados otra intenci¨®n que la de "sembrar el p¨¢nico entre la poblaci¨®n" que la coordinadora KAS atribu¨ªa ayer mismo a los producidos el domingo?
La hip¨®tesis, invocada por Ardanza, que atribuye los atentados del domingo a los llamados grupos Y, es veros¨ªmil. Son grupos de simpatizantes, no conectados org¨¢nicamente, encargados de operaciones de sabotaje. Sus miembros son reclutados entre los elementos juveniles que destacan por su violencia en las manifestaciones. Un estudio del Gobierno vasco realizado hace dos a?os evaluaba en 1.344 millones de pesetas los da?os causados por esos grupos entre 1986 y 1991. Ardanza relacion¨® los atentados con el llamamiento a "intensificar la estrategia de desestabilizaci¨®n" del documento presentado el pasado d¨ªa 5 por HB.
La desestabilizaci¨®n pol¨ªtica por la que trabaja ETA pretende suscitar una respuesta incontrolada, no democr¨¢tica, de las instituciones, de manera que ¨¦stas se igualen a los terroristas en falta de legitimidad. Conf¨ªan en que esto haga posible una negociaci¨®n de igual a igual entre el Estado y ETA. La vuelta a esa l¨ªnea de finales de los a?os setenta es consecuencia de la confusi¨®n y desmoralizaci¨®n creada por la crisis pol¨ªtica actual, y en particular por el caso Rold¨¢n. La diferencia con aquellos a?os es que la democracia est¨¢ hoy consolidada y que el 23-F vacun¨® al Ej¨¦rcito contra tentaciones intervencionistas. Y que el 80% de los vascos considera a ETA el principal obst¨¢culo para el progreso de Euskadi.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.