Aprendiz de d¨¦spota
EL PRESIDENTE de Croacia, Franjo Tudjman, ha dado un giro de 180 grados en su pol¨ªtica en Bosnia Herzegovina. Su tentaci¨®n de emular al presidente serbio, Slobodan Milosevic -animado como estaba por la disposici¨®n occidental a aceptar las conquistas territoriales logradas por los serbios en los Estados vecinos-, le llev¨® a la ruptura el pasado a?o con el Gobierno de Sarajevo. El enfrentamiento con el Ej¨¦rcito bosnio, de mayor¨ªa musulmana, supuso una cat¨¢strofe para centenares de miles de croatas de Bosnia y tuvo que dar marcha atr¨¢s.Pero un hombre como Tudjman, guiado m¨¢s por la vanidad que por la lucidez y tan narciso pol¨ªticamente como falto de escr¨²pulos, ten¨ªa que buscar f¨®rmulas para escapar al reconocimiento de su error y a la explicaci¨®n de su enmienda. De ah¨ª la defenestraci¨®n de algunos de los personajes m¨¢s indeseables de una pol¨ªtica de contenido ultranacionalista y parafascista en la forma -como el dirigente croata bosnio Boban-, de la que Tudjman es el principal art¨ªfice. Mantiene, sin embargo, a personajes como el ministro de Defensa Susak, un croata que vivi¨® durante d¨¦cadas en Canad¨¢, que ha seguido una estrategia militar id¨¦ntica a la de las bandas paramilitares serbias responsables de la mayor parte de los cr¨ªmenes de guerra habidos en esta contienda. Las mayores barbaridades cometidas por unidades croatas son achacables a la direcci¨®n militar racista de Susak, este herzegovino de nefasta influencia sobre Tudjman.
Despu¨¦s de mucho aguantar, una facci¨®n de la Comunidad Democr¨¢tica Croata (HDZ), partido de Tudjman, ha decidido desvincularse de los m¨¦todos personalistas y dictatoriales del presidente y fundar su propio grupo. La nueva formaci¨®n est¨¢ encabezada por dos de los l¨ªderes m¨¢s significados de la transici¨®n croata, Josip Manolic y Stipe Mesic, presidentes hasta ahora de las dos C¨¢maras del Parlamento de Zagreb. Tudjman ha reaccionado como sabe: persiguiendo a los m¨¢s d¨ªscolos y alternando amenazas con ofertas de cargos y prebendas a los que supone menos resistentes. Su represi¨®n de la prensa independiente contin¨²a. La grotesca manipulaci¨®n de la informaci¨®n en los medios p¨²blicos es una ofensa a todos aquellos que lucharon -y muchos murieron- por una Croacia democr¨¢tica. Este anciano tan s¨®lo parece ya ambicionar ser fotografiado con poses y atuendos parecidos a los de Tito, facilitar a su familia y amigos un r¨¢pido m¨¦todo de enriquecimiento personal y aparecer como h¨¦roe de la naci¨®n croata en libros de historia tan distorsionados como su propia visi¨®n del pasado.
Su hom¨®logo serbio, Slobodan Milosevic, con quien ha tratado, de repartirse Bosnia, le ha enga?ado siempre porque el l¨ªder serbio maneja como nadie en la regi¨®n el ritmo de los acontecimientos. Tudjman, sin embargo, es una persona limitada, que cay¨® sobre Croacia como una losa y desacredit¨® a este reci¨¦n nacido Estado cuando m¨¢s necesitaba el apoyo de las democracias.
El aparato del HDZ bajo Tudjman ha reforzado su presi¨®n intimidatoria sobre la sociedad civil. Ahora Tudjman amenaza con asumir poderes especiales hasta las pr¨®ximas elecciones en caso de que la descomposici¨®n de su partido contin¨²e. Es de esperar que sean cada vez m¨¢s los que sigan a Mesic y a Manolic en su alejamiento de este aprendiz de d¨¦spota. Y es de desear que militares y civiles croatas lleguen pronto a la conclusi¨®n de que Tudjman es la elecci¨®n m¨¢s desafortunada que pueden tomar para incorporar a Croacia definitivamente a la comunidad de Estados democr¨¢ticos.
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