Los m¨¦dicos del Ram¨®n y Cajal piden reducir "a m¨ªnimos" la actividad de cirug¨ªa cardiaca
Ignacio Iribarren, responsable del Insalud en Zaragoza, nuevo gerente del hospital
La junta de m¨¦dicos del hospital Ram¨®n y Cajal de Madrid pide la reducci¨®n "a m¨ªnimos" de la actividad de cirug¨ªa cardiaca, tras analizar el funcionamiento de algunos servicios que han generado pol¨¦mica. Por otra parte, Ignacio Iribarren, de 37 a?os y hasta ayer director provincial del Insalud en Zaragoza, ha sido nombrado gerente del centro. Sanidad pretende as¨ª cerrar una larga crisis del servicio de cirug¨ªa cardiaca de este hospital, que estall¨® en un esc¨¢ndalo de denuncias y llev¨®, la semana pasada, al cese del anterior gerente y la separaci¨®n de tres m¨¦dicos.
En medios hospitalarios. se cuestiona el fin de la pol¨¦mica. La junta facultativa sigue considerando que se practica "un excesivo n¨²mero de cirug¨ªas de alto riesgo".La junta facultativa urge la convocatoria de la plaza de jefe de servicio de cirug¨ªa cardiaca de adultos, hoy en funciones, y recomienda que el departamento se mantenga en situaci¨®n de "funcionarniento basal", disminuyendo su actividad asistencial "a m¨ªnimos". La junta t¨¦cnico asistencial del hospital Ram¨®n y Cajal ha constituido una comisi¨®n de investigaci¨®n sobre el funcionamiento de algunos servicios que han resultado pol¨¦micos en los ¨²ltimos meses. Tras entrevistar a un total de 28 facultativos, sus conclusiones rebaten las acusaciones de que m¨¦dicos en pr¨¢cticas hayan realizado operaciones de alto riesgo en solitario y de que sus jefes se hayan lucrado a costa de adjudicarse sus guardias.
Estos profesionales critican la postura del Insalud ante el hecho de que los m¨¦dicos becarios cobraran las guardias a trav¨¦s de sus superiores, ya que ellos legalmente no pueden hacerlo. "Hay que llamar la atenci¨®n sobre el contraste parad¨®jico entre la normalidad con que ven este hecho los profesionales y el esc¨¢ndalo oficial con el que lo suele ver la Administraci¨®n (que por lo dem¨¢s lo conoce y lo tolera habitualmente)", recalcan. El jefe del servicio en funciones se ha visto envuelto en un expediente informativo por este motivo.
Patolog¨ªa de grupo
En documento se sugiere que las carencias econ¨®micas se suplen mediante becas y ayudas para formaci¨®n de las casas comerciales, circunstancia que a los m¨¦dicos les parece preocupante. Por ello piden "la introducci¨®n de formas m¨¢s realistas en la retribuci¨®n de los m¨¦dicos".
El informe lamenta que las irregularidades aireadas en los medios de comunicaci¨®n hayan partido del propio servicio de cirug¨ªa cardiaca de adultos, al que diagnostican "una aut¨¦ntica patolog¨ªa de grupo casi desde sus or¨ªgenes". La junta considera, y as¨ª lo ha expresado por escrito, que "los doctores Castor Franco, Wilson Ramon y Carlos Boedo deben ser separados del Hospital Ram¨®n y Cajal de forma definitiva".
Por decisi¨®n del Insalud, Carlos Boedo ha sido suspendido temporalmente de su actividad, aunque no de su sueldo, a la espera de que se resuelva su expediente. Un informe firmado por tres jefes de servicio recomienda su separaci¨®n por incapacidad profesional. Con los otros dos facultativos se ha llegado a una soluci¨®n pactada, que en el caso de Castor Franco consiste en un traslado voluntario por un a?o al hospital de la Princesa. Wilson Ramos est¨¢ en el hospital Cl¨ªnico en comisi¨®n de servicios por seis meses. El director del Insalud en Madrid, Antol¨ªn Rodr¨ªguez, no se pronuncia sobre la posible vuelta de estos m¨¦dicos, a los que reconoce como "una fuente de discrepancia inmensa dentro del servicio".
La junta de m¨¦dicos ha hecho ver en su informe que las actuaciones administrativas han sido in¨²tiles para solucionar el problema durante demasiado tiempo. Los expedientes han sido ineficaces, el recurso a las comisiones de servicio, caprichoso, y la inhibici¨®n ante diversas denuncias, irresponsable".
Los facultativos reconocen como hecho objetivo "la alta mortalidad del servicio", que, a su juicio, es debida "a un excesivo n¨²mero de cirug¨ªas de alto o muy alto riesgo". Estiman que ello provoca una "descoordinaci¨®n" con la secci¨®n de anestesia y la Unidad de Vigilancia intensiva, que recomiendan igualmente remodelar.
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