"Escribir es un estado de gracia"
El pasado fin de semana, en la Feria del Libro de Madrid, firm¨® unos 800 ejemplares de Territorio comanche y otros tantos de sus otras novelas. Ha sido, durante 21 a?os, reportero y corresponsal de guerra, y desde hace mes y medio es su propio patr¨®n. "Estoy abandonado a mis propios recursos", dice Arturo P¨¦rez-Reverte. Sus propios recursos: primero escribi¨® El h¨²sar, que no ley¨® casi nadie; luego, El maestro de esgrima, que se vendi¨® correctamente. La tabla de Flandes fue el ¨¦xito. La sac¨® Alfaguara: alrededor de 140.000 ejemplares; esta novela tir¨® de El maestro..., que reedit¨® la misma editorial. De la siguiente, El club Dumas, 150.000, y sigue. En total y apenas en cuatro a?os, ha vendido unos 600.000 ejemplares.Pregunta. ?C¨®mo se decidi¨® a escribir Territorio comanche?
Respuesta. Nunca pens¨¦ escribir sobre periodismo, pero el editor Julio Ollero me insisti¨® en que quer¨ªa algo para su nueva colecci¨®n y decid¨ª hacer algo simp¨¢tico sobre la profesi¨®n. Pensamos que iba a ser una cosa discreta y que no lo leer¨ªa nadie.
P. ?Discreta? Va por la s¨¦ptima edici¨®n.
R. Sin pretenderlo yo, han convertido este libro en un best seller. La pol¨¦mica con TVE ya pas¨®, pero se sigue vendiendo. Ni a prop¨®sito nos hubiera salido mejor. Debo estar agradecido a esos bobos que armaron tanto revuelo.
P. ?Era necesario poner tantos nombres y apellidos?
R. S¨ª. Es un libro de memorias. Adem¨¢s, de los 100 nombres que menciono, 97 salen en plan bien y simp¨¢tico.
P. ?Qu¨¦ se siente al haber abandonado un trabajo de toda la vida?
R. Espl¨¦ndido. Soy libre, abandonado a mis propios recursos. Me dedicar¨¦ plenamente a escribir. Mis libros est¨¢n funcionando muy bien, tanto en Espa?a como en el extranjero, y ya no es momento de parar una novela cuatro meses para marcharme a Ruanda. ¨²ltimamente mi tarea de escritor se hac¨ªa incompatible con el trabajo en TVE. Me lo han puesto facil¨ªsimo.
P. ?Qu¨¦ escribe ahora?
R. Mi pr¨®xima novela. La clave del asunto es la arquitectura barroca y transcurre en Sevilla en la ¨¦poca actual. Sus principales ingredientes son la inform¨¢tica, la vieja aristocracia andaluza, a la que pongo patas arriba, y la gran banca, pero no la de ahora, la banca cutre del pelotazo, sino la de toda la vida.
P. ?C¨®mo define sus novelas?
R. Hago literatura entretenida. Y, por supuesto, admito que me gustar¨ªa tener la prosa de Landero. Es extraordinaria, se reconoce en ella a Cervantes.
P. Usted se documenta mucho para escribir sus libros.
R. Escribir es un estado de gracia. Durante un a?o entero, me documento, leo, incluso hago fotos. Es la fase m¨¢s bonita, es como cuando te enamoras y todo es maravilloso. Esa fase de documentaci¨®n previa me divierte much¨ªsimo y ah¨ª le debo mucho al periodismo: me ha ense?ado a reunir informaci¨®n muy r¨¢pidamente. Despu¨¦s, cuando escribo la novela juego, invento, pero sobre una base s¨®lida.
P. ?Y la imaginaci¨®n?
R. Lo es todo. Un escritor con una prosa pobre y gran imaginaci¨®n puede escribir una novela brillante, pero jam¨¢s habr¨¢ nadie, por muy buena prosa que tenga pero sin imaginaci¨®n, que pueda hacer una buena novela.
P. Tira usted con bala.
R. Julio Llamazares dice que hay muchos gilipollas en la literatura espa?ola. Tiene raz¨®n. Creen que cualquier acto relacionado con el libro tiene que ser grave, trascendente, solemne, destinado a perpetuarse en la historia de la literatura y, adem¨¢s, quieren que los lean 150.000 lectores. Si yo respeto y leo la buena literatura, ?por qu¨¦ no pueden ellos hacer lo mismo?
P. ?Cu¨¢l es su mejor personaje?
R. Jaime Asterloa, el maestro de esgrima, es al que tengo m¨¢s cari?o. Es el ¨²nico hombre honrado que hay en mi narrativa. Cuando escrib¨ª esta novela yo era mucho m¨¢s ingenuo.
P. ?A qu¨¦ se refiere?
R. Simboliza todas las cosas que uno echa en falta en la sociedad actual, como la dignidad, la coherencia, la honradez. Quise crear un personaje que tuviese todas las virtudes que a m¨ª me gustar¨ªa tener. Jaime Asterloa es mi utop¨ªa, por eso es irrepetible.
P. ?Es hoy imposible la dignidad, la coherencia?
R. Me educaron en ciertos valores absolutamente in¨²tiles para el mundo en que iba a vivir. No los practico, pero quedan como referencia. Dar¨ªa cualquier cosa por poseerlos.
P. ?Por ejemplo?
R. Por ejemplo, dar¨ªa cualquier cosa por poder desafiar en duelo a Ram¨®n Colom.
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