Geniales travesuras

Cuando se tiene licencia para entrar y salir a antojo del para¨ªso terrenal jazz¨ªstico, cuando los grandes retos t¨¦cnicos se superan como simples chinitas del camino, cuando los largos a?os de estudios y duros ensayos desembocan en un producto del todo espont¨¢neo; entonces, aparentemente, poco queda por hacer... A menos que uno se llame Tete Montoliu.Los colosos musicales tienden a aligerar su equipaje cuando consideran que han tocado techo, quiz¨¢ en una b¨²squeda consciente o inconsciente de un nuevo punto de partida, y aspiran a alcanzar elevados grados de profundidad expresiva con medios m¨¢s modestos. Esta filosof¨ªa no va del todo con el car¨¢cter de Tete.A sus 61 a?os , en plena ma durez art¨ªstica, el pianista catal¨¢n no s¨®lo se niega en redondo a introducir cambios estructura] es en su estilo, sino que tampeco renuncia al m¨¢s nimio adorno de su exuberante forma de decir.

Cierto que el silencio es uno de sus aliados m¨¢s preciados y que saca extraordinario partide, a la econom¨ªa formal, pero brilla especialmente cuando redobla esfuerzos: entonces se le ve disfrutar de verdad, avivando el fuego musical con jubilosas paladas de notas maravillosamente orquestadas que caen justo donde m¨¢s falta hacen.

El jazz de Tete se basa en el humor, en el swing refinado pero denso, en el sentido del bues, en selectos repertorios y en mil virtudes complementarias. En su sesi¨®n inaugural del Caf¨¦ Central repas¨® piezas de distintos or¨ªgenes, intenciones y atm¨®sferas. T¨ªtulos como Bag's groove, irreconocible tras un tratamiento intensivo de acordes alterados, acentos por sorpresa y tempos doblados. Tete sonre¨ªa como un pilluelo complacido despu¨¦s de cada genial travesura, junto a sus dos inteligentes y atent¨ªsimos compa?eros.

El tr¨ªo se movi¨® con aplomo suicida sobre la cuerda floja de la improvisaci¨®n absoluta. No hab¨ªa tregua. Los papeles se intercambiaban seg¨²n la inspiraci¨®n del momento y se fund¨ªan firmemente decididos a no dejar decaer la intensidad del juego. Al final el acuerdo era un¨¢nime: austero o rumboso, discreto o llamativo, Tete Montoliu es un m¨²sico al margen de las reglas concretas. La ley es ¨¦l.