?Se puede ver un agujero negro?
?Se puede ver un agujero negro? Realmente no. Y es que esos extra?os objetos se caracterizan, precisamente, por no dejar escapar nada de lo que hay dentro del horizonte que los define, ni la luz ni ninguna otra forma de materia o radiaci¨®n. De ah¨ª su nombre, y de ah¨ª su invisibilidad.Un agujero negro es un objeto tan denso que su propia atracci¨®n gravitatoria impide el escape. Tan fant¨¢sticamente denso, que se sit¨²a fuera de la intuici¨®n y de la experiencia humanas. S¨®lo si la masa entera de la Tierra, por ejemplo, estuviera concentrada en una esfera. de apenas un cent¨ªmetro de radio, ser¨ªa un diminuto agujero negro.
Esa enorme concentraci¨®n de materia produce enormes distorsiones en la estructura del espacio-tiempo, de modo que las propiedades de la regi¨®n que ocupa son extra?as a nuestra experiencia cotidiana, desaf¨ªan nuestra imaginaci¨®n y nos hacen caer en paradojas y contradicciones. En todo caso, su estudio es complejo, requiere situarse en el marco de la relatividad general, que predice su existencia, e incluso de la mec¨¢nica cu¨¢ntica, que podr¨ªa modificar algunas de sus propiedades m¨¢s caracter¨ªsticas, como su completa negritud.
Su invisibilidad parad¨®jica, puesto que no se debe a la tenuidad de la materia que lo compone, sino a su inmensa concentraci¨®n, junto con su voracidad gravitatoria, que le permite tragar materia situada en sus proximidades y hacerla desaparecer literalmente de nuestra vista cuando traspasa su horizonte, ha popularizado el nombre y la idea misma de estos hipot¨¦ticos objetos, convirti¨¦ndolos en met¨¢fora com¨²nPero entonces, ?c¨®mo podemos verificar su existencia? Desde luego, no directamente, sino a trav¨¦s de los efectos sobre su entorno, que s¨ª nos son asequibles, deduciendo las propiedades del objeto que los produce, aunque ¨¦l mismo se nos escape. As¨ª, su existencia ser¨¢ dif¨ªcilmente establecida de modo definitivo; se ir¨¢ manifestando por acumulaci¨®n progresiva de evidencias independientes, incompatibles con cualquier otra explicaci¨®n.
Hace a?os que vienen estudi¨¢ndose ciertos sistemas binarios de dos estrellas, una de las cuales es invisible. A partir de las perturbaciones sobre el movimiento de la otra, puede determinarse su masa, que en algunos casos es el doble o el triple de la del Sol, Y su tama?o, de s¨®lo algunos kil¨®metros de di¨¢metro. Se tratar¨ªa, en este caso, del estadio final de la vida de una estrella muy masiva, compa?era de la que hoyes visible y que, tras completar su ciclo vital, colapsa produciendo una supernova dejando en su centro un n¨²cleo estelar inmensamente denso, un agujero negro.
Pero los cient¨ªficos piensan que en el centro de muchas galaxias pueden haberse formado, por acumulaci¨®n gravitatoria, agujeros negros muy masivos que absorben la abundante materia de su entorno. Hace unos d¨ªas se anunciaba una observaci¨®n realizada con el telescopio Hubble, felizmente reparado, del centro de una galaxia pr¨®xima (entiendan, por favor, lo que significa pr¨®xima en un contexto gal¨¢ctico). En dicha regi¨®n, que ya hab¨ªa atra¨ªdo la atenci¨®n de los cient¨ªficos por su tremenda actividad, puede verse un enorme torbellino de materia que gira r¨¢pidamente y parece ir precipit¨¢ndose hacia su invisible centro. La configuraci¨®n de lo observado requiere que en ese centro se encuentre un objeto compacto con una masa de algunos miles de millones de veces mayor que la del Sol. No podemos imaginar algo con esas propiedades que no sea un agujero negro. No es la primera ocasi¨®n en que el Hubble nos trae la imagen de algo que podr¨ªa ser un agujero negro, aunque s¨ª la m¨¢s concluyente. As¨ª, a medida que ¨¦ste mejore sus prestaciones y dirija su poderosa mirada hacia objetos similares, nuestra confianza en
u existencia ir¨¢ aumentando.
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