Hacia la gloria
Big Band de la Asociaci¨®n de M¨²sicos de Jazz de Madrid Sala Galileo Galilei. Madrid. 9 de junio.
Las grandes orquestas de jazz pueden aupar a la gloria art¨ªstica o arrastrar a la ruina econ¨®mica. Aunque tampoco es raro que lleven a ambas situaciones a la vez. A pesar de este riesgo, la Asociaci¨®n de M¨²sicos de Jazz de Madrid ha decidido montar una Big Band en toda regla (18 m¨²sicos).
La iniciativa despertaba, a priori, toda la atenci¨®n; tras comprobar el nivel alcanzado despu¨¦s de apenas tres meses de ensayos e intuir sus posibilidades futuras, merece, adem¨¢s, todo el apoyo. Miguel ?ngel Blanco, el valiente director de la orquesta, posee carisma, autoridad y talento; escribe arreglos qu¨¦ se ci?en a exigencias est¨¦ticas bien actuales sin olvidar la herencia del pasado y compone piezas que no desentonan.
La formaci¨®n tiene, cuando menos, un gran improvisador, el saxofonista Bob Sands, y un grupo de excelentes m¨²sicos capaces de resolver con soltura sus espacios solistas. Kevin Robb lo demostr¨® con el saxo alto en Nostalgia in Times Square, y Alejandro P¨¦rez hizo lo propio con el tenor en Lady bird. El trompetista Miguel Sanz Bartolom¨¦ hizo alarde de agudos sobre A night in Tunisia, mientras Jaime Muela menude¨® muestras de su polifacetismo con el tenor y la flauta.
Como invitado especial, y ya en la recta final de la sesi¨®n, Pedro Iturralde ejerci¨® de padrino rumboso y regal¨® dos sabrosos solos sobre Old friends y Better git it in your soul. Para entonces, el p¨²blico se declaraba adicto sin reservas. Si podr¨¢ disfrutar o no en el futuro de espect¨¢culos se mejantes, depende de que el pro yecto se consolide y alcance en un tiempo razonable la gloria art¨ªstica que promete.
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