"Alvarez del Manzano es de otro planeta"
A pesar de sus m¨¢s de veinte a?os de profesi¨®n y haber recibido numerosos galardones, se qued¨® de piedra cuando el pasado martes le comunicaron que el primer Premio de la Cr¨ªtica Teatral de Madrid al mejor actor de la temporada teatral 1993-1994 era para ¨¦l. Aquel d¨ªa subi¨® al escenario del Teatro Mar¨ªa Guerrero, donde interpreta Oleanna, de David Mamet, hasta el pr¨®ximo d¨ªa 24, con otro cuerpo. Se hizo actor "contra su familia", cuando se incorpor¨® a la Escuela de Cinematograf¨ªa y al Teatro independiente en 1970, en una ¨¦poca en la que este movimiento viv¨ªa un momento de esplendor. Hoy es un prestigiado actor de teatro, tambi¨¦n adscrito al nuevo cine espa?ol.Pregunta. ?Cu¨¢ndo dej¨® de pertenecer al teatro independiente?
Respuesta. Nunca. Creo que lo soy desde que a los siete a?os empec¨¦ a subirme a escenarios y hasta hace una hora, que he actuado en el Centro Dram¨¢tico Nacional. Mis pies y mi cabeza siguen estando en el teatro marginal.
P. ?S¨®lo cree en ese movimiento teatral?
R. No exactamente, pero ¨¦sa es la formaci¨®n que he recibido de gente como ?ngel Facio o Juan Margallo. Entonces s¨®lo hab¨ªa esa opci¨®n, junto con el vodevil o un teatro comercial que no me atra¨ªa, sin olvidar que en aquella ¨¦poca la ruptura entre un teatro y otro era muy grande y ahora no.
P. ?Qu¨¦ opina de que nombres del teatro de agitaci¨®n ahora sean grandes y famosas figuras como Els Joglars, Dagoll Dagom...
R. Ellos siguen dando guerra, lo que pasa es que ahora est¨¢n muy situados, aunque hay que reconocer que se ha perdido la relaci¨®n de complicidad con el p¨²blico.
P. ?Ya no hay revulsivos teatrales?
R. Ahora el relevo est¨¢ en las salas alternativas, aunque no se puede decir que hagan un teatro de agitaci¨®n, ya que ahora no es necesario que el teatro sea un arma.
P. ?Lo a?ora?
R. No. S¨®lo en la medida en que me fastidia mucho que Madrid no se haya convertido en una ciudad moderna, en la que, aunque haya 14 canales de televisi¨®n, las gentes acuden al teatro como en Nueva York, Par¨ªs, Londres, Roma, Mosc¨² o Buenos Aires.
P. ?Qu¨¦ hay de diferente en la gente de Madrid y de otras ciudades en su relaci¨®n con el teatro?
R. Aqu¨ª no sienten el teatro como en otros sitios, como una necesidad o un sitio de debate, donde con muy pocas pesetas se puede montar un foro de pol¨¦mica, un lugar en el que recibir sensaciones. El desprecio que percibo en la gente no es s¨®lo hacia nuestro teatro, sino tambi¨¦n hacia el cine espa?ol, y es profundamente injusto.
P. ?Cree que hay culpables?
R. La culpa puede estar en los medios, pero sobre todo en el hecho de que son muchos los adocenados. A veces hasta pienso que influye el que la izquierda ha perdido sus se?as de identidad.
P. ?Qu¨¦ piensa de que el teatro haya ocupado a lo largo del ¨²ltimo a?o muchos titulares por razones ajenas a lo art¨ªstico?
R. Eso tiene que ver con que Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, el alcalde de Madrid, es de otro planeta. Es normal que el mismo se?or que piensa que los emigrantes deber¨ªan quedarse en su casa crea que las gentes de teatro deber¨ªan dar la paliza s¨®lo a sus padres.
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