"Contemplar la misma cara d¨ªa a d¨ªa, durante un a?o, resulta asqueroso"

El 21 de julio de 1969, 600 millones de personas siguieron en directo la llegada del hombre a la Luna. Entre ellos, el hoy general Alex¨¦i Leonov, un cosmonauta ruso que no pudo anticiparse a los norteamericanos. Cuando se cumplen 25 a?os del acontecimiento, Leonov, el primer hombre que dio un paseo espacial, evoca as¨ª su m¨¢s larga misi¨®n espacial: "Contemplar d¨ªa a d¨ªa la misma cara, durante un a?o, resulta asqueroso".

Los sovi¨¦ticos no consiguieron alunizar antes que los norteamericanos por falta de dinero y de organizaci¨®n, explica Leonov. Los ingenieros sovi¨¦ticos repartieron sus esfuerzos entre dos proyectos espaciales con objetivo la Luna -uno pilotado y otro no-, por lo que tuvieron que dividir recursos humanos y econ¨®micos. Los estadounidenses concentraron sus efectivos en hacer realidad un sue?o: llevar un hombre a la Luna y devolverlo a casa sano y salvo, tal como hab¨ªa propuesto el presidente Kennedy. A pesar de perder la carrera del espacio, Leonov no guarda rencor contra los norteamericanos. "Pod¨ªa entender mejor que cualquier otro el peligro que corr¨ªan y los compadec¨ªa porque sab¨ªa que era muy complicado lo que estaban haciendo".La carrera por la conquista del espacio supuso un reto constante de superaci¨®n para ambas potencias. Los logros de unos permit¨ªan los avances de otros. Hoy en d¨ªa, ya cumplidos los sesenta, Leonov se dedica a formar nuevas generaciones de pilotos interestelares en el Centro de Adiestramiento Yuri Gagarin.

Leonov ha visitado Barcelona para participar en un acto conmemorativo de la llegada del hombre a la luna organizado por el Museo de la Ciencia. El 18 de marzo de 1965, el Vosjod 2 fue lanzado al espacio y ¨¦l realiz¨® el primer paseo espacial de la historia. Al salir de la nave pens¨® que los maestros en la escuela tienen raz¨®n: "La Tierra es redonda", se dijo para s¨ª. El panorama que apareci¨® ante sus ojos era entre fascinante y aterrador: el cielo, negro azabache, tachonado de infinitud de estrellas que no parpadeaban; el Sol, inmenso y radiante, y la Tierra, una esfera celeste a sus pies. "Cuesta compatibilizarlo todo y sobre todo orientarse; se pierde la noci¨®n de arriba y de abajo", explic¨® el piloto entre risas. En unos 12 minutos recorri¨® la distancia que separa el mar Negro de los confines de Siberia

Misi¨®n conjunta

Diez a?os m¨¢s tarde, Leonov comandaba la nave sovi¨¦tica Soyuz, que se acopl¨® a la norteamericana Apolo, en la primera misi¨®n conjunta ruso-estadounidense. La cita no se realiz¨® en terreno neutral: ambas tripulaciones se abrazaron en alg¨²n punto sobre la Europa del Este.

Aparte de su actividad como astronauta, Leonov tiene tiempo para otras ocupaciones menores. Es miembro de la Uni¨®n de Pintores de Rusia. Cuando sobrevol¨® la Tierra -desde dentro de la c¨¢psula-, aprovech¨® para tomar notas al natural del paisaje, equipado con la escafandra.

En la segunda expedici¨®n, Alex¨¦i Leonov sinti¨® "hambre de contactos informativos". "Contemplar una sola cara [la de tu compa?ero], d¨ªa tras d¨ªa durante un a?o seguido, y la tuya propia en el espejo resulta asqueroso". "No te puedes imaginar que el sol brilla en un cielo negro. Reinaba un silencio tal que s¨®lo o¨ªa los latidos del coraz¨®n y mi propia respiraci¨®n".

"Impresiona el hecho de que no haya fronteras. Todo es uno. El primer d¨ªa buscas tu pa¨ªs desde las alturas; el segundo, d¨®nde est¨¢ tu continente y, a partir de ah¨ª, ya te da todo igual. Tu casa es toda la Tierra", afirma.

Leonov hizo suya una an¨¦cdota de Yuri Gagarin. Cuando ¨¦ste fue recibido como un h¨¦roe, el cabeza de la Iglesia ortodoxa rusa le pregunt¨® si hab¨ªa visto a Dios. "No", contest¨® ¨¦l secamente. El pope le rog¨® que no revelara este hecho a nadie. Nikita Jruschov le pregunt¨® lo mismo y esta vez respondi¨® afirmativamente. Jruschov tambi¨¦n suplic¨® al astronauta ruso que guardara silencio. "En resumidas cuentas", concluye, "no lo hemos visto y no sabemos si existe".

En su opini¨®n, Marte es hoy la pr¨®xima meta de la carrera espacial y apunta que entre el 2015 y el 2017 el vuelos ser¨¢ posible.