Ciudadanos de primera

El pr¨®ximo d¨ªa 28 de junio se cumplen 25 a?os del Movimiento Gay Internacional.En nuestro pa¨ªs, a diferencia de otras naciones occidentales, a¨²n parece no ser una fecha digna de la misma consideraci¨®n que, por ejemplo, el D¨ªa de la Mujer Trabajadora, el D¨ªa del Medio Ambiente o el D¨ªa de los Derechos Humanos.

Siendo la minor¨ªa m¨¢s numerosa del pa¨ªs, seguimos sinti¨¦ndonos desprotegidos, cuando no excluidos, por parte del Estado y de la sociedad en su conjunto.

Les recordamos al Ejecutivo, al Legislativo y al Poder Judicial que esa Constituci¨®n de la que tantas alabanzas prodigan cada 6 de diciembre a¨²n no se ha desarrollado satisfactoriamente para muchas personas.

Es falso que los gay y lesbianas tengamos igualdad respecto a la poblaci¨®n general para contraer matrimonio, para adoptar hijos, para ejercer el derecho a la herencia y a las pensiones dentro de la pareja, etc¨¦tera.

No sabemos si el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo y los jueces de este "Estado social y democr¨¢tico de derecho" se pueden sentir satisfechos cuando a¨²n en nuestros d¨ªas los derechos recogidos, por ejemplo, en los art¨ªculos 1.1, 9.2 y 14 de nuestra Carta Magna se siguen conculcando reiteradamente.

En el C¨®digo Civil, su art¨ªculo 3. 1, correspondiente al cap¨ªtulo 11 del T¨ªtulo Preliminar, dice: "Las normas se interpretar¨¢n se g¨²n el sentido propio de sus palabras, en relaci¨®n con... la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas, atendiendo fundamentalmente al esp¨ªritu y fina lidad de aqu¨¦llas...". ?Es que la norma fundamental del Estado puede obviar estas premisas?

Somos ciudadanos de prime ra, como los dem¨¢s, no m¨¢s, pero tampoco menos que los de m¨¢s. Por ello, exigimos de las ad ministraciones y de toda la sociedad los mecanismos necesarios para acabar con las discrimina ciones e indefensiones que sufrimos a diario-