Samper mantiene la hegemon¨ªa liberal en Colombia

El liberal Ernesto Samper, miembro del partido en el Gobierno, ser¨¢ quien el 7 de agosto tome el relevo de C¨¦sar Gaviria como presidente de Colombia. Samper, que en la primera vuelta electoral apenas obtuvo 19.000 votos m¨¢s que su rival, el conservador Andr¨¦s Pastrana, logr¨® en esta segunda oportunidad una ventaja de 126.000 sufragios: el 50,3%, frente al 48,6% del apoyo popular. El otro gran elemento destacable de la jornada fue la alta participaci¨®n electoral para lo que se estila en Colombia: 7,3 millones de electores acudieron el domingo a las urnas, frente a los 5,3 que lo hicieron el 29 de mayo, lo que llev¨® a Samper a hablar de derrota de la abstenci¨®n. El abstencionismo, no obstante, alcanz¨® el 57%.

A pesar de tan alta abstenci¨®n, los 3,6 millones de votos que obtuvo Samper hacen que el suyo sea el segundo m¨¢s caudaloso r¨ªo de sufragios en la historia de las elecciones presidenciales colombianas. En 1986 Virgilio Barco impuso el r¨¦cord con 4,2 millones; en 1990, Gaviria le sucedi¨® con 2,8 millones de votos.El Partido Liberal entra, pues, en un tercer periodo consecutivo en el poder, lo que reafirma la tradicional mayor¨ªa de este grupo, aunque en un contexto nuevo. La campa?a de Pastrana, que tambi¨¦n en esta consulta obtuvo el mayor n¨²mero de votos acumulado por un candidato conservador (Belisario Betancur obtuvo la presidencia en 1982 con 3,1 millones de sufragios), atrajo electores nuevos, sin partido, en torno a su carisma y sistem¨¢tica denuncia contra las maquinarias electorales y la corrupci¨®n administrativa.

Al anochecer del domingo, ante los resultados del escrutinio del 98% de las mesas electorales, Pastrana reconoci¨® con tristeza el triunfo de Samper y abandon¨® la animosidad que marc¨® la ¨²ltima etapa de la campa?a. El ex candidato abandon¨® el Sal¨®n Rojo del hotel Tequendama, preparado para celebrar un triunfo que hasta la ma?ana del domingo parec¨ªa tan probable como el de Samper, dejando tras de s¨ª a centenares de sus j¨®venes seguidores que se sobrepusieron a la derrota bailando al son de una orquesta de salsa.

A tres manzanas de distancia, en las calles aleda?as al centro de convenciones Gonzalo Jim¨¦nez de Quesada, donde Samper instal¨® su cuartel general, las multitudes liberales festejaban el triunfo bailando ritmos de porro y vallenato y lanzando vivas al nuevo presidente y sus m¨¢s cercanos asesores.

Cinco horas despu¨¦s de haberse cerrado las mesas electorales y con la confirmaci¨®n del triunfo, Samper, su esposa Jacquin y sus dos hijos menores, Miguel y Felipe, se abrieron paso entre unas 3.000 personas que les vitoreaban.

En su primera intervenci¨®n como presidente electo, Samper lanz¨® un claro mensaje a la comunidad internacional para despejar dudas acerca de que su Administraci¨®n podr¨ªa revertir el curso de la privatizaci¨®n y apertura de la econom¨ªa y del libre mercado trazado por Gaviria:

"Todas las naciones amigas de Colombia saben que nuestro pa¨ªs cumple y cumplir¨¢ estrictamente todos sus compromisos internacionales y que en ¨¦l encontrar¨¢n un gran aliado para luchar por la integraci¨®n latinoamericana y del Caribe, por la cooperaci¨®n internacional, por la soluci¨®n pac¨ªfica de los conflictos y por la plena vigencia del Derecho internacional".

Tambi¨¦n reiter¨® el ¨¦nfasis en los temas sociales que le han caracterizado como portavoz del ala socialdem¨®crata del Partido Liberal. Lleg¨® la hora del gran salto social, dijo. "Mis programas de campa?a para crear empleo y elegir un Gobierno que trabaje en favor de la gente, ya no son una propuesta de un candidato: son un plan de un presidente que lo va a realizar con el esfuerzo de todos", se?al¨®.

El Gobierno comenzar¨¢ a trabajar el 7 de agosto con una inflaci¨®n del 22%, con una tasa de desempleo de 10% sobre una poblaci¨®n activa de 13 millones y con m¨¢s de la mitad de los 33 millones de colombianos viviendo por debajo del umbral de la pobreza.

Llamamiento a la guerrilla

Samper tambi¨¦n aludi¨® al conflicto con la guerrilla, que ha sido una constante de la vida colombiana, desde mediados de este siglo, y cuyas v¨ªctimas representan el 15% de los 25.000 homicidios habidos en 1993. "A quienes equivocadamente han optado por la lucha armada, los invito a que recapaciten y dejen las arrnas", se?al¨®. "Les quiero decir que todav¨ªa hay espacios para la paz en Colombia", dijo.El presidente electo precis¨® ayer las bases de su plan para reincorporar a los insurgentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional a la vida civil y habl¨® del fortalecimiento de las Fuerzas Armadas, de la profundizaci¨®n del proceso de modernizaci¨®n del Estado con una contrapartida de inversi¨®n social y del respeto a los derechos humanos. Tambi¨¦n conden¨® el paramilitarismo y el terrorismo como formas de lucha pol¨ªtica.

Avalado por una votaci¨®n que en el contexto pol¨ªtico colombiano es significativa, el presidente electo remarc¨® el car¨¢cter pluralista que tendr¨¢ su Gobierno en el que prometi¨® que nadie ser¨¢ discriminado por razones de partido, sexo, raza o religi¨®n, consecuente con el apoyo que recibi¨® de sectores del Partido Conservador, del Movimiento 19 de Abril, minor¨ªas negras e ind¨ªgenas y grupos protestantes.