Felones
?Por qu¨¦ lo han hecho? Me pide este peri¨®dico que escriba sobre aspectos est¨¦ticos y estil¨ªsticos del Mundial y nuestros jugadores, al primer partido, se descuelgan con una perilla. Si todo me lo ponen as¨ª, no s¨®lo ir¨¦ con Camer¨²n, sino contra Espa?a, el antipatriota por excelencia. Si se trata de uno de esos juegos capilares para atraer la suerte, pod¨ªan haber escogido cualquier otro: bigote, melenas, coletas como las de Baggio o el suizo Sutter o el portero americano Meola (parece salido de una pel¨ªcula de Tarantino o de un v¨ªdeo de Madonna). Hasta patillas a lo Neeskens habr¨ªan sido m¨¢s presentables. No es s¨®lo que yo tenga una idea arbitraria desde hace a?os que me confirma sin cesar la experiencia, a saber: no se puede uno fiar de los hombres con perilla ni de los que calzan sandalias (tampoco de los de barba recortada, exceptuando a Fernando Savater); y si lucen ambas cosas, entonces hay que ahuyentarlos sin miramientos: "?Aparta de m¨ª, especie de fraile!", algo as¨ª conviene gritarles. No es s¨®lo eso, ya digo, sino que la perilla pertenece objetivamente a los felones y los malvados. Que no se invoque a los mosqueteros: lo que llevaban era mosca debajo del labio, era Richelieu el de la perilla; tampoco debe confundirse con la barba de chivo, alocada y simp¨¢tica como la de un defensa norteamericano que parece el general Custer trotando. Peor que la perilla s¨®lo hay la sotabarba, y espero no dar a nuestros jugadores una idea con esto. Esa barbita relamida y artera que exhibieron Salinas, Caminero, Beguiristain, Goikoetxea, Abelardo, Guardiola, Lopetegui y no s¨¦ cu¨¢ntos m¨¢s, ha convertido a Espa?a, sin duda, en el equipo m¨¢s odiado del campeonato, aquel que todo el mundo estar¨¢ ya deseando ver perder y eliminado.Los futbolistas no parecen darse cuenta de que hoy d¨ªa son carne de pantalla; que las pantallas siguen siendo dominadas por el cine, con sus leyes; que en el cine cuenta mucho m¨¢s el aspecto que en la vida real, ya que all¨ª cualquier detalle est¨¢ informando al espectador sobre los personajes; y que un sujeto con perilla es un villano o como mucho un psiquiatra. Llevan ese aditamento los tah¨²res, los traidores, los cardenales, los piratas m¨¢s sanguinarios, los diplom¨¢ticos amanerados y Vincent Price cuando es m¨¢s perverso.
No mejora la cosa en otros campos: en pintura se ve en siniestros contempor¨¢neos de Felipe II y en abominables cuadros de El Greco, as¨ª que en el mejor de los casos la imagen es oscurantista. En los ¨²ltimos decenios, lo m¨¢s bondadoso que se ha visto con perilla son aquellos cantantes, Peter, Paul & Mary, sobre todo Mary. En cuanto a la suerte, despu¨¦s de Corea yo correr¨ªa a afeitarme.
Horrorizado por este espect¨¢culo, mir¨¦ a la banda deseando que Clemente hubiera aprendido del elegante Pat Riley o por lo menos de Valdano y Capello. El cambio de estilo fue total, hay que reconocerlo, pero no para bien, me temo: el seleccionador ha debido creer que en Estados Unidos est¨¢n permitidos todos los atentados indumentarios (y lo est¨¢n muchos, pero no todos): a¨²n me pregunto por qu¨¦ eligi¨® precisamente unos pantalones de longitud imposible (ni cortos, ni bermudas, ni tan siquiera bombachos) que s¨®lo he visto ponerse en sus escenas m¨¢s grotescas a Bob Hope y a Jerry Lewis. Clemente s¨ª habr¨¢ ca¨ªdo en la cuenta de que iba a salir en pantalla. Lo malo es que se confundi¨® de g¨¦nero, porque ¨¦l no tiene ninguna gracia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.