Rusia firma hoy por fin la Asociaci¨®n para la Paz
El ministro de Exteriores ruso, Andrei K¨®zirev, firmar¨¢ hoy el acuerdo de Asociaci¨®n para la Paz con la Alianza Atl¨¢ntica, por el que la Federaci¨®n Rusa establece un acuerdo, como han hecho ya 20 pa¨ªses hasta ahora neutrales o que hab¨ªan pertenecido al pacto de Varsovia. La A-PP es un programa de cooperaci¨®n militar a la carta que sirve de antesala para la integraci¨®n en la OTAN a los pa¨ªses que se sienten hu¨¦rfanos de alianza militar. Rusia firma precisamente por las razones contrarias porque no quiere quedarse aislada y desea influir en la nueva seguridad europea.
Rusia ha obtenido, como contrapartida al trato igualitario que recibe en la APP respecto a sus antiguos sat¨¦lites, que Estados Unidos y la Alianza reconozcan informalmente y sin documento vinculante alguno su car¨¢cter de gran potencia y la necesidad de un di¨¢logo profundizado. Rusia quer¨ªa que se reconociera una especie de derecho de veto sobre cualquier medida que afectara a la seguridad en Europa y sobre la propia ampliaci¨®n de la Alianza, a lo que se han negado en redondo los 16 pa¨ªses socios.Una frase del ministro brit¨¢nico Douglas Hurd se ha convertido en el lema, siempre oficioso, de estas complejas y extra?as relaciones: "Ni derecho de veto ni sorpresas". El sistema de consultas entre la OTAN y Rusia, tambi¨¦n llamado 16 m¨¢s uno, no tendr¨¢ car¨¢cter sistem¨¢tico y se organizar¨¢ en el "caso por caso", seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas. Esto significa que s¨®lo funcionar¨¢ cuando cada una de las partes considere conveniente y que adem¨¢s no tiene por qu¨¦ ir m¨¢s all¨¢ de la mera informaci¨®n previa a una acci¨®n o decisi¨®n.
Este trato especial, que ha sido observado desde la Europa central y oriental como la amenaza de un nuevo Yalta o reparto de Europa en ¨¢reas de influencias, se expresar¨¢ en un documento que tendr¨¢ la forma de "resumen de las conclusiones" o "declaraci¨®n conjunta" de la reuni¨®n entre K¨®zirev y los representantes aliados. En ruso el nombre del documento ser¨¢ protocolo, cuesti¨®n que permitir¨¢ al presidente Bor¨ªs Yeltsin su presentaci¨®n como si de una especie de tratado internacional se tratara, principalmente de cara a los sectores m¨¢s hostiles a la OTAN y m¨¢s ultranacionalistas del Parlamento ruso.
La cuesti¨®n terminol¨®gica y la organizaci¨®n de Ios documentos a firmar y presentar ha tenido una gran importancia en las discusiones entre rusos y aliados durante los tres d¨ªas previos a la firma. La reuni¨®n del Consejo Atl¨¢ntico de Estambul termin¨® el fin de semana antepasado en un clima de gran desconcierto e incluso de irritaci¨®n ante las crecientes exigencias de K¨®zirev.
Esta vez ha sido su viceprimer ministro, Vitali Churkin, quien ha conducido el ¨²ltimo round de las negociaciones, en las que se ha conseguido cerrar todo el paquete de documentos, mediante un cierto n¨²mero de ardides ling¨¹¨ªsticos y de dobles versiones, ruso por un lado, sin reconocimiento legal, seg¨²n los aliados, y las lenguas oficiales de la OTAN (franc¨¦s e ingl¨¦s), por el otro.
El comportamiento voluble de los rusos se debe, seg¨²n fuentes atl¨¢nticas, a los cambios del auditorio en el que se han producido los debates. Los contactos fueron especialmente fluidos e incluso simp¨¢ticos en la reuni¨®n del ministro de Defensa ruso, Pavel Grachov, con sus hom¨®logos de la OTAN, el 24 de mayo. Fue all¨ª donde qued¨® pr¨¢cticamente desbloqueada la firma de la APP.
Al d¨ªa siguiente, cuando Grachov se reuni¨® con sus hom¨®logos de la CCAN (Consejo de Cooperaci¨®n del Atl¨¢ntico Norte), en el que estaban todos los antiguos sat¨¦lites y vasallos, el general ruso tuvo una actitud mucho m¨¢s tensa. Algo parecido sucedi¨® con K¨®zirev en Estambul, que "dio una imagen sovi¨¦tica", al decir de algunos asistentes.
La firma de la APP estar¨¢ acompa?ada tambi¨¦n de intensos contactos entre K¨®zirev y el secretario de Estado norteamericano, Warren Cristopher, con quien se reunir¨¢ por la ma?ana antes de la firma y luego por la tarde, con Corea del Norte como principal punto.
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